"Un gobernante gobierna para todos. La fe de cada persona es para su vida personal, no tiene nada que ver con una gestión que es pública", afirmó también Humberto Lay, precandidato a la alcaldía de Lima por Restauración Nacional. (Video: Óscar Ramírez Champa / Foto: Félix Ingaruca)
René Zubieta Pacco

Luego de haber dejado su labor de congresista por cinco años (2011-2016) —más de tres años de ese período siendo presidente de la Comisión de Ética Parlamentaria—, el arquitecto y pastor evangélico es ahora precandidato a la alcaldía de Lima con su partido Restauración Nacional.

Asegura tener las credenciales de ser una persona honesta y espera que su eventual gestión deje establecidas las bases para lograr un mayor desarrollo para la capital. Lay ya ha intentado ser alcalde de Lima en dos ocasiones, en los comicios municipales del 2006 y 2010. También tentó sin éxito la presidencia de la República en las elecciones generales del 2006.

— Cuando en junio confirmó su precandidatura en Lima habló de luchar frontalmente contra la corrupción y de la necesidad de una “revolución de los valores”.
Así es. Considero que el caos que vive Lima, todos los problemas ambientales, el caos del tránsito, el desorden, la inseguridad y todo ello son consecuencias de dos factores primordiales. Primero, la falta de planificación. Luego, la corrupción, que impide que se logren los objetivos, dilapida los pocos recursos que existen y no se solucionan los problemas. Mi plan de gobierno se centra en dos parámetros: planificación, la estamos llamando obras con honestidad dentro de un plan integral, y la lucha frontal determinada contra la corrupción.

— Tiene 84 años y tendría 88 al final de su mandato. Hay quienes se fijarán en su edad, como se ha hecho con PPK.
Edad significa experiencia y yo estoy fuerte, sano, con muchos deseos. Más bien, con muchas ganas de trabajar. Yo no pienso en una reelección. Y pienso que es una ventaja que la ciudadanía debe considerar.

— Ahora no se puede, la ley lo impide…
Ya, pero posiblemente se cambie eso a una sola reelección. Yo no pienso en reelección. Lo que quiero es dejar establecidos los rieles para un desarrollo ordenado de Lima para los próximos 30 años. Y dejar un legado en Lima, eso es lo que yo quiero.

— Estuvo en Curitiba (Paraná), Brasil. ¿Cómo le fue por allá?
Tenía muy buenas referencias de Curitiba como una ciudad modelo, que se inició justamente con un alcalde arquitecto en los años 70. Y el año 1980 comienza un plan de desarrollo que todos los alcaldes han obedecido. Hoy es un ejemplo de planeamiento urbano, de un sistema de transporte integrado. Hemos conversado con el alcalde, visto los equipos técnicos y el sistema que han utilizado, cosas que son perfectamente aplicables en nuestra ciudad.

— ¿Qué ideas trae de Curitiba?
El tratamiento de residuos sólidos. Es posible tratar la basura para producir energía, que es lo que hacen allá, fertilizantes. Y con los elementos sólidos, se pueden hacer bloques para construcción. Y el transporte es un sistema que quiero para Lima, hemos conversado con los técnicos, hemos visto la sala de control operativo de Curitiba, donde tienen una serie de pantallas con todas las cámaras y pueden ver cómo está el tránsito, dónde está la congestión y van dando la directiva para solucionar los problemas.

— Habla de planificación. Lo que hemos visto en Lima son gestiones que hacen y deshacen.
[En Lima] no hay continuidad, eso es por egoísmo político. En cambio, en Curitiba a lo largo de más de 30 años, todos los alcaldes de diferentes tendencias políticas han continuado el plan de desarrollo establecido por el alcalde arquitecto Jaime Lerner.

— ¿Qué tiene que pasar en Lima para que todos los alcaldes sigan un plan y tengamos una gestión continua?
Quiero inspirar a los alcaldes y a los futuros alcaldes. Tenemos todas las posibilidades de ser una urbe moderna, ordenada y próspera, pero si cada alcalde va a interrumpir lo que inició el anterior y comienza lo propio, nunca vamos a ser esa ciudad que todos anhelamos. Quiero establecer los rieles, poner en ejecución un plan de desarrollo que ya existe, pero que los alcaldes lamentablemente no han querido poner en práctica. Espero hacer tan buena gestión que el siguiente alcalde sea también de Restauración Nacional y continúe lo que yo pueda comentar.

— Se ubica en tercer en las preferencias en Lima. ¿Cómo toma ese respaldo?
Por ahora, las encuestas son bastantes relativas. Es muy prematuro todavía para ver tendencias. Tengo alguna experiencia política ya, pero no me siento político. Confío que en la medida que vayamos avanzando en la campaña y pueda expresar lo que quiero hacer, conozcan quién es Humberto Lay, vamos a ir avanzando. Estoy seguro que ganaremos esta alcaldía.

— ¿En qué se diferencia Humberto Lay de los demás precandidatos? ¿Por qué la gente tendría que votar por usted?
Muchos hablan de honestidad, yo creo haberlo demostrado en los cinco años en el Congreso y casi cuatro años como presidente de la Comisión de Ética. Humberto Lay cumple con lo que promete y no prometo lo que no voy a cumplir. Ya a mi edad no voy a cambiar. A mí el poder no me afecta. Hoy, con humildad como ciudadano y vecino de Lima, y como arquitecto con una visión para Lima, quiero servir a Lima. Es mi único propósito, es el legado que quiero dejar: una gestión que sirva como referente e inspiración a otras gestiones.

— ¿Cómo está financiando sus actividades proselitistas?
Muy austeramente, pequeños aportes de amigos, precandidatos, pero todavía estamos preocupados por cómo se va a financiar la campaña. Nunca he recurrido ni voy a recurrir a las iglesias

— ¿Cuáles son las claves para enfrentar la inseguridad ciudadana?
Si un candidato promete que va a combatir la delincuencia, miente. Porque no corresponde a la municipalidad o al alcalde combatir la delincuencia. Sí trabajar por la seguridad ciudadana. El combate de la delincuencia corresponde a la policía. Pero como alcalde, voy a presidir el Comité Regional de Seguridad Ciudadana de Lima Metropolitana para coordinar el trabajo con los 42 alcaldes distritales. Lo segundo es combatir la corrupción. Lo más importante es la prevención, la única forma de disminuir la delincuencia en el largo plazo. Recuperar los cursos de valores cívicos en las escuelas, por ejemplo.

— Eso le corresponde al Ministerio de Educación…
Lima ha renunciado a recibir la tarea de la educación, la municipalidad no ha querido asumir esa responsabilidad. Yo sí pienso, previo estudio y preparación del equipo, que Lima debe asumir esa responsabilidad. Y así no la tenga, se pueden promover talleres, cursos sobre valores en las escuelas, clubes deportivos, culturales, artísticos. La prevención es importante. Luego, la disuasión, hay que mejorar el serenazgo, capacitar a todos y tener un serenazgo metropolitano, que se pueda intercambiar y apoyar a los distritos que no tienen recursos. Además, usar cámaras de vigilancia inteligentes conectadas a una central de control a nivel metropolitano. Activar las juntas vecinales. Colaborar con la policía para un mejor trabajo.

— Cómo formalizar más el transporte.
Hay que unificar la semaforización de todo Lima con semáforos y programación inteligente, todo conectado a una central de control de tránsito. Promover empresas verdaderas de transporte, con buses de 9 a 12 metros de poca contaminación, articulados, con choferes en planilla, con un programa de acuerdo a la demanda. Las combis y cústeres actuales no eliminarlas de golpe, pueden ser alimentadores de las líneas troncales.

— Como se dio con la reforma de Villarán…
Ella lo inicio, pero mal. No se completó. Hay que dialogar con los transportistas, no se puede imponer tampoco. Hay formas de hacerlo de una manera gradual, consensuada. Por qué no formar empresas de taxis, ir eliminando unidades obsoletas y crear estaciones en lugar de que estén recorriendo todo el día Lima produciendo mayor congestión. Todos con su GPS y conectados a una central, que las personas que requieran puedan usar un aplicativo.

—Como las de algunas empresas ahora…
Pero no están formalizadas y controladas. Y tenemos que pensar en el taxímetro. También hay que crear terminales terrestres para el norte, sur y el centro. Y sacar los que están en medio de la ciudad, en calles estrechas y zonas de gran tránsito y que produce mucha más congestión.

— ¿Cómo evalúa la gestión de Luis Castañeda?
Ha hecho obras, pero lamentablemente no ha mejorado la calidad de vida de la ciudadanía. Mucho cemento, pero no se ha preocupado por un plan integral con desarrollo. Por eso mi lema es obras con honestidad dentro de un plan integral. No es posible hacer obras por aquí por allá que no respondan a un plan a futuro. No me interesan obras que sean un monumento a mi memoria, sino que mejoren la calidad de vida de la gente.

— ¿Qué plantea para las personas con discapacidad? Lima aún es una ciudad injusta con ellas?
Como congresista hice un proyecto de ley que fue aprobado para el uso de perros guías para invidentes. Algo se está haciendo en las calles poniendo rampas, pero falta mucho. Por ejemplo, promover hogares para discapacitados y favorecerlos con trabajo, no es cuestión de asistencia solamente, sino dignidad.

— Lima también necesita más áreas verdes…
Tenemos un déficit enorme. Tratando las aguas servidas se pueden regar parques, jardines y laderas en las tres cuencas, que son cerros pelados, para forestarlas. Forestando unas 6.000 hectáreas por año daríamos trabajo a muchos provincianos que son agricultores. Y se van creando áreas de recreación, además que vamos mejorando la atmósfera de Lima. Distritos como Villa El Salvador o Villa María del Triunfo tienen pampas, se pueden regar con aguas tratadas y crear bosques, jardines, parques.

— ¿Restauración Nacional presentará candidatos en todo Lima, participará en regiones en las elecciones de este año?
Vamos a presentarnos en todos los lugares donde tengamos buenos candidatos. No queremos que por el hecho de tener en todos los lugares, vamos a poner gente por el simple hecho de aportar dinero. Queremos calidad humana, que garantice una gestión honesta, íntegra, eficiente, que mantenga esa imagen como partido de limpieza. Eso no lo queremos perder, es nuestro mayor capital.

— ¿Y hacia el 2021 están preparando a algún candidato, alguien que tome el liderazgo que tiene usted?
Estamos promoviendo liderazgos, pero sobre todo queremos este 2018 iniciar una gestión que nos catapulte para el 2021.

— ¿Interpondrá preceptos religiosos para programas municipales referidos a la educación, el arte, deporte, cultura, etc.?
En absoluto. Un gobernante gobierna para todos. La fe de cada persona es para su vida personal, no tiene nada que ver con una gestión que es pública.

— En la ciudad se dan manifestaciones a favor del aborto o el matrimonio homosexual. ¿No pondrá algún impedimento?
Soy un demócrata. Creo en la democracia y soy respetuoso de la ley y la Constitución. También soy respetuoso de un mandato bíblico de acuerdo a mi fe cristiana: amar a Dios sobre todas las cosas, pero amar al prójimo como a uno mismo. Son todos, sin distinción de religión, raza, condición social, de lo que sea.