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Rocío La Rosa Vásquez

El comandante en jefe del Ejército de , el general Humberto Oviedo, estuvo en Lima devolviendo la visita que hizo a su país su homólogo peruano, el general EP Luis Ramos Hume, el año pasado.

— Nuestros gobiernos retomarán el miércoles las reuniones del 2+2, entre los cancilleres y ministros de Defensa. Los ciudadanos se deben preguntar cómo los beneficia esto.
El hecho de que se reúnan genera confianza para dar un paso más allá de una contingencia en un momento de la historia. Ese ámbito de trabajo es para buscar puntos de encuentro para que los pueblos se beneficien con mejores condiciones de vida, seguridad para poder viajar, o en casos de desastre.

— Un problema que también afecta a las FF.AA. es la corrupción. ¿Qué acciones ha tomado para combatirla en la institución que dirige?
En el Ejército no hemos estado ajenos a vicisitudes de este tipo y tuvimos que enfrentar un problema de un grupo de personas que en concomitancia con proveedores civiles generaron un desfalco, en función de adulterar boletas y ciertos elementos jurídicos que tenían que ver con la tramitación de la Ley del Cobre, que da recursos a las fuerzas armadas. Felizmente, fue detectado en los controles que el Ejército hace y en 72 horas se puso a disposición de la justicia militar y civil.

— ¿Hubo necesidad de que entreguen, a pedido de la justicia, documentos de inteligencia para que se pueda investigar el caso?
Para la justicia, cuando hay un proceso, por lo menos en el caso chileno, no hay restricción de información y la justicia obviamente eso lo maneja con la reserva que corresponde a la ley. Nosotros no tenemos ninguna restricción, por ley, a no entregar todo lo que un juez requiera. Eso ha posibilitado que las diligencias hayan sido expeditas y se haya podido acotar a los responsables.

— En el Perú el gobierno se ha negado a entregar información de inteligencia al Ministerio Público que investiga un hecho de presunta corrupción en el Vraem. ¿En Chile esta apertura de las fuerzas armadas es reciente o ya viene de años?
Siempre ha sido así, desde que he tenido responsabilidad de manejo en una organización de alto nivel.

— Se discutió aquí la participación de las FF.AA. en el resguardo de la seguridad ciudadana. ¿En Chile se ha planteado el tema?
Está bastante definido. En Chile existe la fuerza de carabineros, que es la policía, y que junto a la de investigaciones tiene el rol de la seguridad pública. En el territorio, en las partes más desvalidas, obviamente nosotros somos un instrumento del Estado para tener presencia. Hay un complemento. La Constitución sí tiene estados de excepción cuando hay alguna calamidad, como el terremoto y tsunami del 2010.

— Mucho se cuestionan sobre los gastos en material bélico en la región en tiempos de paz, cuando hay necesidades en educación y salud. ¿Cuál es la prioridad en cuanto al gasto militar en Chile?
Muy interesante su pregunta. Es una decisión política de qué tipo de seguridad quiere un país. Y eso está en el ámbito de proteger el territorio, tener una fuerza militar que le permita mantenerse en paz. Algo importante es que las fuerzas armadas han pasado a ser un elemento de protección civil. En Chile, en los últimos 20 años, se ha concentrado el 70% de fenómenos catastróficos. Eso hace que la fuerza militar tenga una capacidad polivalente y eso tiene un costo que no es menor.

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