El ahora ex fiscal de la Nación no tiene “ninguna duda” de que los audios de presuntos tráficos de influencias son lícitos. (Foto: Paco Sanseviero/ El Comercio)
El ahora ex fiscal de la Nación no tiene “ninguna duda” de que los audios de presuntos tráficos de influencias son lícitos. (Foto: Paco Sanseviero/ El Comercio)
Redacción EC

Por Diego Chirinos Cané y Erick Sablich Carpio

“Dejo el cargo con la frente en alto”, remarca a horas de delegar la Fiscalía de la Nación. En una ceremonia teñida por la polémica, luego de la difusión de una conversación entre su sucesor Pedro Chávarry y el juez César Hinostroza Pariachi, Sánchez se despidió del cargo. “Me hubiese gustado que escuchen los logros de mi gestión”, reconoce.

—¿Qué se hizo mal para que, a menos de dos décadas, volvamos a vivir una crisis del sistema de justicia?
No hemos tomado las medidas necesarias para prevenir estas situaciones. Hemos confiado mucho en personas que no se conducen bien. No aprendimos la lección de los 90 y de los 2000 –con el Caso Lava Jato–. El Estado nunca apostó por un buen sistema de justicia. De los poderes del Estado, ¿cuál es el más decaído? Siempre el patito feo ha sido el sistema de justicia.

—¿Lo fue circunstancialmente o por una intención específica?
El sistema de justicia ha pretendido ser manejado por los gobiernos de turno. Por ejemplo, antes se juraba ante el Ejecutivo. Significaba una especie de dependencia a quien te nombró. Ahora somos un órgano autónomo que no depende del Ejecutivo ni del Congreso, pero nos nombra el CNM, que hoy está en graves problemas. Hay que marcar bien las líneas de los poderes del Estado y curar las partes delicadas.

—¿Y por qué no se hizo antes? Lo divulgado por los audios es simplemente la confirmación de algo que se conocía en la corte del Callao.
Es que hoy tienes un elemento de prueba bastante importante. Una cosa son los dichos, pero ahora hay un elemento que permite corroborar una serie de hechos. El sistema de justicia necesita pruebas. Y, aunque algunos quieran cuestionarlos, los audios son elementos probatorios.

—¿Son elementos válidos?
Se obtuvieron bajo el pedido del fiscal y el juez lo autorizó. Son válidos, son lícitos. De eso no tengo duda. Seguramente, la defensa va a decir que son prueba ilegal, pero la fiscal Rocío Sánchez hizo un buen trabajo.

—¿Es un juez quien, indebidamente, informa a la presunta mafia integrada por magistrados de las investigaciones de la fiscal Sánchez?
Los involucrados se enteran de que estaban siendo investigados por un juez –Serapio Roque– y lo promueven como superior. Con el cambio vino otro juez y parece que ahí trasciende la información.

—¿El nuevo juez filtra la información?
No quiero imputar a nadie, pero aparentemente es así. Y ahí se preocupan muchos involucrados. Empiezan a ver a dónde va a ir un caso, si va a investigar la fiscalía o no. Incluso llamaron hasta Lima para ver si algún fiscal lo vería o si iba a llegar a mi despacho.

—Cuatro de los siete miembros del CNM y el presidente del Poder Judicial debieron renunciar a sus cargos por estar vinculados en los audios de este presunto tráfico de influencias. ¿Le parecen medidas adecuadas para enfrentar la crisis actual?
Las renuncias favorecen el camino para los cambios. Los otros consejeros debieron hacer lo mismo. Eso no significa admitir responsabilidad. Por ejemplo, en el caso de la doctora Maritza Aragón, sabemos sus cualidades personales y sobrada moral, pero el ambiente está contaminado. Lo más lógico para un funcionario de ese nivel es renunciar.

—¿Considera que el nuevo fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, debió tener un gesto similar?
Los casos no son iguales. Pero, sin entrar en detalles, en la Junta de Fiscales Supremos de hoy [ayer] tal postura fue planteada por la doctora [Zoraida] Ávalos y por mí. Esto en el sentido de que era mejor postergar la juramentación [de Chávarry] hasta que se aclaren bien las cosas. Propuse que ella se quedara a cargo de la Fiscalía de la Nación y no yo porque se diría que quería quedarme. Pero también dije que se respetaría la decisión de la mayoría y fue así.

—El fiscal Chávarry fue cuestionado por votar a favor de que hoy [ayer] se realice la ceremonia, pese a la divulgación del audio en el cual participa. ¿Cuál es su opinión?
Sobre la votación no opino. Cada quien responde por sus decisiones.

—¿Cómo garantizar una investigación imparcial si la cabeza de la institución está por lo menos involucrada en la materia por investigar?
En el caso de Hinostroza Pariachi va a tener que plantearse alguna salida por el bien de la investigación que realiza nuestra institución en una coyuntura como la actual. La salida puede ser excusarse de conocer este caso.

—¿Le preocupa la continuidad de las pesquisas vinculadas a esta presunta red de tráfico de influencias?
Las investigaciones están a cargo de buenos fiscales. Yo formé un buen equipo, aunque por diez días dado el cambio de mando. El nuevo titular podrá ampliar el tiempo de apoyo o designar otros. La valiente fiscal Sánchez sigue con el caso en primera instancia por competencia. Todo debería continuar con regularidad.

—Durante sus últimos días de gestión, la fiscalía adoptó una particular celeridad en las medidas vinculadas a esta investigación. ¿Se dio por alguna razón particular?
No, en absoluto. Lo hago para facilitarle el trabajo al fiscal de la Nación que empieza. Lo que venga después, lo verá él. Estoy afirmando el trabajo para que él lo continúe.

—Algunos sostienen que los audios se filtraron desde la fiscalía para evitar que las investigaciones tomen otro rumbo tras la sucesión.
No filtramos la información. He hablado con la fiscal y ella, por el contrario, me decía que la investigación no terminaba aún. Faltaban las transcripciones y muchas cosas. Entonces, no se ha filtrado de la fiscalía.

—¿Qué nivel de avance deja en las transcripciones?
Tenemos una copia espejo de todos los audios. Faltan algunos por transcribirse. No podría decir la cantidad.

—Hay quienes preguntan por qué no se publican todos los audios.
La fiscalía hace una investigación reservada. No puedo hacer públicos los audios o videos que están en un proceso de investigación. Me podrían denunciar a mí. Un tercero sí lo puede hacer público y guarda el secreto de la profesión, como los periodistas. Cuando la investigación ya es preparatoria, las partes podrán conocerlos.

—¿Cómo explica que un fiscal supremo –Víctor Rodríguez– requiera a los periodistas las fuentes mediante las cuales accedieron a dichas grabaciones?
En el trabajo fiscal hay, a veces, más excesos que omisiones. Le pregunté al fiscal [Rodrigo Rurush] por qué había mandado un oficio como ese. Me llamó mucho la atención y, bueno, ofrecí las disculpas del caso. Pero luego vino el oficio del fiscal supremo de control [Rodríguez]. Dije: “¿Qué pasó acá? Si yo tengo las copias, me las pides a mí”. El tenor del documento es lesivo a la libertad de información y al secreto de la profesión. El doctor se apartó del caso para que no duden de su imparcialidad. Fue un exceso.

—¿Fue un exceso circunstancial o intencional?
No pretendo calificarlo. Él tendrá que explicar bien por qué firmó un documento así. Es algo que tenemos que ver en la Junta de Fiscales Supremos. No podía decidirlo por mí mismo.

—Ciertos procesados ya objetan, con razón o no, las decisiones de determinados jueces como Hinostroza Pariachi. ¿La crisis del sistema de justicia puede convertirse en un obstáculo para el Caso Lava Jato?
No es una amenaza, pero hay que tener cuidado. Los procesos e investigaciones siguen su curso y la defensa va a tratar de que se desconfíe del trabajo de los jueces. Aunque no creo que afecte por lo menos el trabajo fiscal del Caso Lava Jato.

—Dijo que antes de dejar el cargo le hubiese gustado publicar el acuerdo con Odebrecht. ¿Qué sucedió?
Hablé con el fiscal Hamilton Castro. Le dije que la gente, la Comisión Lava Jato y los políticos nos estaban golpeando mucho como institución porque no conocen el documento. Este no es trascendente, según me dice, en el sentido de que se guarden cosas que no deban conocerse. Le pedí que se hiciera público y conversé incluso con la defensa de Odebrecht para que autorizara su publicación. Lo que dicen es que en la situación actual, por los audios, no sería conveniente.

—¿Por qué?
Dicen que afecta mucho la colaboración eficaz. Yo pienso distinto, que debe hacerse público ese documento. No tiene nada de extraño. Quizá en el futuro se haga público, ¿por qué no hacerlo ya mismo? Pero también tengo que respetar los acuerdos.

—¿La crisis del sistema de justicia es comparable con la generada por el Caso Lava Jato?
El impacto de los audios es mayor que el del Caso Lava Jato porque afecta al ciudadano de a pie. El que se preocupa por un caso de desalojo o de alimentos va a decir: “Ya sé por qué negaron mi demanda o rechazaron mi pedido”. El impacto es muy fuerte.