La histórica jornada que se vivió ayer en el Palacio de la Paz
La histórica jornada que se vivió ayer en el Palacio de la Paz
Redacción EC

CECILIA ROSALES 
Desde La Haya

Apenas ingresó al salón, en el , dispuesto para que la delegación peruana se reuniera luego de la lectura del fallo de La Haya, el agente del Perú,, y el ex canciller se dieron un fuerte abrazo. El primero dijo: “Yo calculo que es el 70% de lo que pedíamos”.

Acababan de concluir las casi dos horas de lectura de una sentencia que nos mantuvo en vilo hasta el final.

Las puertas de la sala privada de la delegación se cerraron y algunos de los presentes comentaron que en ese momento recién podían expresar sin reservas la exultante satisfacción que los embargaba.
 
Antes de la sesión, Wagner les había pedido a todos que durante esta “pusieran cara de póker”, es decir que no mostraran en la sala ninguna emoción. Y así fue. Rostros serenos en el equipo frente a lo que el presidente de la corte, Peter Tomka, iba detallando en el Gran Salón de la Justicia.
 
Tomka, con una impresionante capacidad de síntesis, fue desmenuzando uno a uno los temas sustantivos del proceso: qué argumentaba el Perú y qué Chile. Luego, usaba frases como “la corte considera que” o “concluye que” para fijar la decisión que habían adoptado.
 
Lo primero que dijo Tomka fue que el límite terrestre había quedado zanjado con el Tratado de 1929. Luego, revisó el decreto supremo del Perú y la declaración de Chile de 1947 sobre las 200 millas con respecto a los cuales zanjó que no fijaban el límite.
 
De inmediato, abordó la Declaración de Santiago de 1952. Cuando Tomka afirmó que esta no constituía un tratado de límites, Alain Pellet (abogado del Perú) le pasó un papelito a José Antonio García Belaunde en el que le escribió: “Ya ganamos el 50%”. Manuel Rodríguez Cuadros también le pasó un papel a Eduardo Ferrero con una frase similar porque la corte ya había determinado que no había un límite paralelo hasta las 200 millas.
 
Al abordar la Declaración de Santiago de 1954, la corte concluyó que se trataba de un acuerdo tácito de límites marítimos, pero que no se había determinado la extensión de dicho límite marítimo.
 
Después, para establecer esa extensión, recurrió a  la costumbre de pesca de la década de los 50. Sobre ese análisis la corte dictaminó que este límite tácito establecido en 1954 usando el paralelo solo llegaba hasta las 80 millas.

En la secuencia de la lectura, Tomka analizó los acuerdos vigentes entre las partes para establecer el inicio de la frontera marítima.

En el guion cronológico usado, Tomka pasó a explicar las posiciones del Perú y Chile con respecto a los faros de enfilamiento fijados a fines de los años 60 para ayudar a las embarcaciones de pequeño porte. Para la corte, este es un elemento que sirve para sustentar el inicio del límite marítimo en el paralelo que pasa por el Hito 1 en bajamar (es decir, donde el mar llega a tierra).
 
Luego de indicar que el acuerdo de 1954 establecía un límite marítimo tácito solo hasta las 80 millas y cuál era el punto de inicio de este, Tomka recordó el método de tres pasos que iba a utilizar la corte para fijar –a partir de la milla 80– el límite en base a la equidistancia. El momento final había llegado y apareció en pantalla el esperado mapa definitivo de los límites marítimos entre el Perú y Chile.
 
Tomka terminó su lectura detallando cómo había votado cada juez en los puntos explicados.
 
Finalmente, habló en francés el secretario de la corte, quien hizo también un apretado resumen de lo decidido.
 
En el interín se acercó a Wagner el jefe de informaciones de la corte y le entregó la sentencia, la cual llevará hoy a Lima.

Todo había concluido. Luego de seis años, la corte había dictado su sentencia definitiva e inapelable.

Las delegaciones salieron del salón, primero la chilena encabezada por el agente Alberto van Klaveren; y luego la peruana, encabezada por Wagner.

Ambos grupos sostuvieron reuniones en privado por algunos minutos y, según lo acordado, Wagner se presentó ante los periodistas en las escalinatas rodeado por todo el equipo para enviar el primer mensaje de la tarde.

En ese momento, Wagner no abordó el fondo del asunto.

Lo primero que hizo fue agradecer al presidente del tribunal, Peter Tomka, y al resto de jueces, “por la dedicación en estos seis años” para solucionar la demanda marítima presentada por el Perú.

Asimismo, agradeció el respaldo del jefe del Estado, Ollanta Humala, y de los ex presidentes Alan García y Alejandro Toledo, pues el proceso abarcó “tres gobiernos democráticos”.
 
También saludó a los ex cancilleres, por su liderazgo y decidido apoyo, y a los juristas nacionales e internacionales que integraron el equipo peruano, a sí como a diplomáticos y marinos. Dedicó un agradecimiento especial  para el desaparecido embajador Juan Miguel Bákula, quien en 1986 planteó a Chile la negociación de un tratado de límites.
 
“Me siento orgulloso y honrado de haber presidido en mi calidad de agente un equipo de tan magnífica calidad y patriótica dedicación”, dijo Wagner.

También destacó que congresistas, autoridades y diversos sectores mantuvieran una sólida unidad nacional en torno a este caso, así como a los medios de comunicación por informar sobre el proceso.
 
“A la heroica Tacna, mi saludo especial”, subrayó.

Minutos después apareció en escena el equipo chileno. Van Klaveren sí trató el fondo de la sentencia. “La Corte Internacional de Justicia también ha efectuado por decisión de mayoría una modificación del límite de 200 millas, que derivan de los acuerdos vigentes, reduciendo la extensión del paralelo. Lamentamos profundamente esta resolución que, en nuestra opinión, carece de fundamento”.

Agregó que “el paralelo que pasa por el Hito 1 salvaguarda derechos esenciales”. Reconoció que si bien la línea equidistante le da derechos económicos exclusivos al Perú, no impide que Chile, por ejemplo, “haga sobrevuelos por la zona que va más allá de las 80 millas”.

En otro momento, Van Klavere n dijo que su país ha cooperado con el proceso de “buena fe y con pleno respeto” al tribunal internacional. “Viajo de inmediato a Chile para entregar el fallo que he recibido de la corte”, finalizó.

Poco después, las delegaciones de Chile y del Perú dejaron el Palacio de la Paz y concluyó, al menos en este escenario, un día que pasará a la historia para ambos países.