La izquierda está en CADE, por Enrique Pasquel
La izquierda está en CADE, por Enrique Pasquel
Enrique Pasquel

No se asuste, estimado participante de o querido lector. No tenemos un chavista, un velasquista o un antiminero entre los candidatos punteros en las encuestas que mañana hablarán en Paracas. Ni, por lejos, nada parecido (por suerte). Quizás, mi título exagera para llamar su atención. Pero no miente del todo, pues entre las propuestas económicas de los cinco candidatos que mañana se darán cita en este rincón del país sí asoman la cabeza algunas ideas estatistas.

Esto no extraña, por supuesto, porque todos están tratando de tirarse hacia la izquierda y desderechizarse para captar más votos. Pero, si bien dentro de esa dinámica todos tienen algún hipo intervencionista, hay un par que por el calibre de las ideas económicas zurdas que defienden me preocupan particularmente.

Para no prejuiciarlo, voy a revelar las identidades de los defensores de estas propuestas al final del artículo. Permítame primero contarle a qué iniciativas contra la libertad económica me refiero.

Si bien todos los mencionados candidatos señalan que la inversión privada será el motor de la economía, entre dos de ellos han realizado las siguientes propuestas: 1) aumentar la actividad empresarial del Estado en “sectores estratégicos”, 2) no reducir aranceles, con la finalidad de “proteger la industria nacional”, 3) subir el sueldo mínimo, 4) mantener la rigidez existente para el despido de trabajadores.

Todo esto preocupa pues no se trata de temas menores. Al Reporte Global de Competitividad, que establece ránkings entre 140 países en diversas categorías, me remito. En cuanto a facilidad para la contratación y despido de trabajadores ocupamos el puesto 133, por lo que muestra ceguera económica que se defienda el actual modelo de regulación laboral. En la categoría “desperdicio del gasto público”, el Perú ocupa el puesto 117, lo cual evidencia que hay que mirar con cuidado a un candidato que piense en lanzar más recursos estatales a aventuras empresariales. Finalmente, en lo que sí destacamos es en aranceles bajos (puesto 35), por lo que debería preocuparnos que un candidato quiera retroceder en lo avanzado planteando medidas proteccionistas.

El Perú logró en los últimos años un impresionante desarrollo económico y una tremenda reducción de la pobreza, gracias a que desde los 90 empezamos a abrir nuestros mercados y a retirar al Estado de la economía. Pero ahora nos estamos deteniendo. En parte por la situación de la economía internacional, pero también porque en los últimos años a la inversión privada se le ha puesto una tonelada de trabas estatales y porque el gobierno se ha vuelto a meter en temas de los que se había salido. Por eso, necesitamos que nuestro próximo presidente la tenga muy clara en materia económica y evite los impulsos estatistas, especialmente en temas tan cruciales como los mencionados. De lo contrario, repetiremos un crecimiento mediocre, lo cual se traducirá en una menor reducción de pobreza y menos prosperidad.

Para acabar, le doy pistas de quiénes son los candidatos a los que me refiero. Las propuestas 1 y 2 las ha planteado una señora de ancestros orientales en sus últimas entrevistas. Las 3 y 4, un señor que es dueño de una universidad (de acuerdo con lo que me comentaron quienes elaboran su plan de gobierno). No nos confundamos: con medias tintas económicas ya no la hacemos.

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