Castro renunció a la bancada del Frente Amplio poco antes del final de la legislatura. (Foto: Alessandro Currarino/El Comercio)
Castro renunció a la bancada del Frente Amplio poco antes del final de la legislatura. (Foto: Alessandro Currarino/El Comercio)
Fernando Vivas

Sus correligionarios del (FA) lo sacaron de la Comisión Lava Jato y allí empezó a madurar la decisión que hizo pública la semana pasada: renunciar a la bancada. Ahora cuenta sus razones.

— Al final de su carta de renuncia, lanza un mensaje, ¿a quién se lo dirige?
“La política es servicio, no es negocio” es una reseña del FA y de la política nacional en general. Tras los diez años que luchamos contra Fujimori, pensábamos encontrar personajes limpios en adelante. Pero hemos encontrado lo mismo. Me tocó participar en la Comisión Lava Jato. ¿Qué negociaron allí? Que yo no llegara a presidirla.

— ¿Lo discutieron en el FA?
No, nadie le prestó atención. Soy sincero, yo tampoco lo planteé. Nos dieron cuatro comisiones y no me tocó presidir ninguna. Entonces, me cayó la comisión extraordinaria de Lava Jato, en ese momento no se había armado todo el show mediático.

— ¿Hubo celos, entonces?
Nadie imaginó la dimensión que iba a tomar. Gino Costa, según él, habló con Marisa Glave, para que Vitocho asumiera la presidencia. [...] ¿Por qué yo no?

— ¿Sintió ánimo de investigar?
Rosa Bartra creo que ha sido una buena investigadora, pero ha sido sesgada en el caso de Keiko Fujimori. Pero hay una observación allí. En el pleno se plantearon límites, se debe investigar a funcionarios que hayan trabajado obras. Keiko no cuadraba en ese sentido. Por eso me gané algunos enemigos, pero gané otros amigos.

— Como 70 fujimoristas.
[Ríe] No podemos mezclar papas con camotes. Los que saben, entienden. [...] Volviendo a la cuestión, para que no se vaya el santo al cielo. Se presentó el caso en el que ella [Bartra] cometió ese desliz, cuando allanaron las oficinas de Keiko y ella se presentó allí. Ya teníamos centrado a Kuczynski.

— ¿Ya tenían el documento de Odebrecht que motivó el primer pedido de vacancia?
No, otros documentos. Ese no habrá estado más de un día en sus manos [de Bartra]. Nos lo comunicó antes de lanzarlo, yo dije: “Chuta, ya está comprobado esto”. El día que salimos ante la prensa nacional, a las 10 a.m., justo después me llaman de la bancada. Fui y me informan que habían tomado el acuerdo de que tenía que pedir la cabeza de Bartra, porque había interferido en el allanamiento. Yo me negué. A las 10 a.m. había puesto una cara al país y a las 11 a.m. querían que me tirara abajo la comisión. ¡Ni loco! Todos los bravucones dijeron que me iban a sacar. “Sáquenme, pues”, les dije. [Lo hicieron y fue reemplazado por Humberto Morales].

— Entonces, eso fue determinante para su renuncia, pero pasó hace meses.
Fue una suma. Después, me mandaron una carta, les pedí explicaciones y me las dieron recién en mayo. Decidí renunciar, pero tenía trabajos pendientes en las comisiones de Vivienda y Transportes.

— ¿Y prefirió esperar al fin de la legislatura?
Lógicamente. Hay dos elementos más en este último período. El tema de las cooperativas: soy cooperativista, estudié gracias a ello y no tengo una fortuna, pero sí una estabilidad económica. Primera vez que veo izquierdistas defendiendo a los bancos y se los dije. Claro, dicen que hay lavado de activos.

—Algo atendible, ¿no?
Sí, lógicamente, pero no son todas. Yo conozco las cooperativas. El asunto es que sirven a un grueso sector de la población. Luego vino el caso de Kenji, yo he investigado lo de PPK. Querían que votara por el cálculo político, pero yo ya estaba distanciado y dije: “Fuera de acá”. Yo voté por el verde [a favor de su suspensión], al día siguiente reflexionaron.

— Votó a favor de la llamada ley Mulder, ¿por alguna razón distinta a las de FP?
Yo creo que se tiene que asignar una cantidad para publicidad, pero no ir más allá. El Estado es muy mal gastador.

— Entonces regular, no prohibir.
Sí, regular. El razonamiento fue que si no lo hacíamos [insistir con la ley], seguiríamos malgastando. Esto pone un parche y hemos hablado con los fujimoristas para que se dé una asignación del presupuesto, puede ser 0,5%. [...] Replantearemos el tema.

— ¿Qué les augura a Vizcarra y Villanueva?
No se puede contentar a todos, en política hay que tomar riesgos.