Rodrigo Cruz

Una placa del 2021, en apariencia banal, se ha convertido en uno de los principales indicios que demostraría la estrecha relación entre un oscuro empresario español investigado por presuntamente querer atentar contra la vida de los miembros del equipo especial de la fiscalía y la PNP con generales y oficiales superiores de la policía (en actividad y retiro), y con personajes de confianza del presidente Pedro Castillo.

Placa conmemorativa colada en la entrada de la oficina de disciplina N°15 de la Inspectoría General en Bellavista.
Placa conmemorativa colada en la entrada de la oficina de disciplina N°15 de la Inspectoría General en Bellavista.

El empresario se llama Sergio Castellanos Martínez, tiene 49 años y nació en la ciudad de Alicante (España). Radica en el Perú desde por lo menos el 2015. Está dedicado a las exportaciones y al negocio inmobiliario en territorio nacional, principalmente a través de dos empresas: Compañía Inmobiliaria Agrícola de Lima S.A.C. y CAT Corporación S.A.C. (ambas con la misma dirección en Puente Piedra). Cuenta con denuncias en el Ministerio Público por usurpación agravada de inmuebles, y desde el viernes de la semana pasada es investigado por el equipo especial de la fiscalía por el presunto delito de conspiración y ofrecimiento del sicariato en agravio de los coroneles PNP Harvey Colchado y Walter Lozano, así como la fiscal superior Marita Barreto y el periodista Phillip Butters, de acuerdo con la disposición fiscal a la que accedió este Diario.

La placa es una que se colgó de manera conmemorativa por la inauguración de una gruta de Santa Rosa de Lima en el ingreso de la oficina de disciplina N° 15 de la Inspectoría General de la PNP en la calle Agua Marina 273 en Bellavista. En ella, se indica que Sergio Castellanos fue el “padrino” de la inauguración y remodelación de la obra que ve todo aquel que ingresa a ese inmueble.

Sergio Castellanos (derecha) y “Jorge Fernández” el año pasado en la oficina de disciplina N° 15 de la Inspectoría General de la PNP.
Sergio Castellanos (derecha) y “Jorge Fernández” el año pasado en la oficina de disciplina N° 15 de la Inspectoría General de la PNP.

Los acompañantes

Los nombres que acompañan al de Castellanos no son los de cualquiera. En primer lugar, resalta el del actual comandante general de la PNP Raúl Alfaro Alvarado (quien entonces era director de Investigaciones de la Inspectoría). También el del entonces inspector general Roy Ugaz Suárez (hoy general PNP en retiro al que Castillo había ofrecido el año pasado ser el jefe de la policía, pero luego se inclinó por Javier Gallardo).

Del mismo modo, destaca el nombre de Jorge Cassanova Cubas, excoronel PNP que por entonces era jefe de la oficina de disciplina N° 15. Cassanova, natural de Cajamarca, es amigo del presidente Castillo, y en abril de este año fue nombrado jefe de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin). De hecho, una de las razones por las que el mandatario separó al exministro del Interior Mariano González fue por haber retirado a Cassanova de la jefatura de la Digimin.

Otro nombre que llama la atención es el del hoy comandante PNP Engelbert Verástegui Díaz, que por entonces era miembro de la oficina de disciplina N° 15 y que luego fue nombrado edecán del otrora ministro del Interior Dimitri Senmache. Sobre Verástegui está la denuncia del exministro González que dijo que lo intentó presionar para que contacte al exmarino Carlos Barba, investigado en el Caso Business Track. González rechazó su pedido y lo separó del cargo. Sin embargo, después vio a Verástegui trabajando en Palacio de Gobierno con el presidente.

‘El Español’

El nombre de Castellanos saltó a inicios de la semana pasada a raíz de un informe que el coronel PNP Colchado envió a la fiscal Barreto respecto a información que recibió de fuentes humanas, que le advertían sobre un intento de atentado en su contra, a través de sicarios contratados por un personaje identificado como ‘El Español’.

Sobre ‘El Español’, un informante dijo que este se movilizaba en una camioneta BMW modelo X6, cuya placa (F9U-296) está a nombre de una de las empresas de Castellanos (Compañía Inmobiliaria Agrícola de Lima S.A.C.). Otro informante dijo que se había ofrecido a una banda de Lima norte llamada ‘Los Cajachos’ la cifra de S/300.000 para asesinar al oficial Colchado. Además, se mencionó que respondería al nombre de “Jorge Fernández”, tendría contextura mediana, cabello negro y una estatura de 1,90 metros, y sería el principal responsable de reclutar delincuentes para atentar contra los policías y fiscales que investigan al gobierno de Pedro Castillo.

Con esos datos, la fiscal Kelinda Janampa, del equipo especial, abrió el jueves una investigación preliminar “contra los que resulten responsables” por el presunto delito de conspiración y ofrecimiento del sicariato. Al día siguiente, amplió las pesquisas e incluyó a Castellanos.

El Comercio tuvo acceso a una fotografía de Castellanos y de quien sería Jorge Fernández en la oficina de disciplina N° 15 el día que se desveló la placa. Ambos, según fuentes en el sector, serían familiares (tío y sobrino). Los dos tendrían un alto grado de influencia tanto en la PNP y el Mininter desde que Castillo llegó al gobierno, dicen las fuentes en el sector. Sobre todo, Fernández, quien incluso tendría poder sobre los puestos a los que son enviados los generales de la PNP.

Sus dos principales aliados serían el comandante PNP Engelbert Verástegui y el general PNP Jorge Luis Castillo (quien visitó Palacio el año pasado antes de ser ascendido y hoy es jefe de la Región Policial Callao). Este Diario se comunicó con ambos oficiales y los dos negaron conocer a los aludidos. La identificación plena de Fernández está en proceso.