La presencia de Keiko Fujimori generó grandes medidas de seguridad en el Parlamento.  (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
La presencia de Keiko Fujimori generó grandes medidas de seguridad en el Parlamento. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
Redacción EC

Por Giovanna Castañeda y Martín León

Los únicos dos accesos a la sala Francisco Bolognesi, en el Congreso, estuvieron ayer parcialmente restringidos desde antes de las nueve de la mañana. La razón: la presencia de la lideresa de Fuerza Popular, , en el Palacio Legislativo, quien acudió como testigo a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales por la denuncia contra el congresista de su bancada .

El inusual despliegue de seguridad para alejar a los medios de la sala donde estuvo Fujimori tuvo varias explicaciones. “Se da porque la sesión es reservada”, dijo uno de los encargados de bloquear el paso de los periodistas. “Es por un tema de orden, por el personaje, y para evitar accidentes”, señalaron desde la Oficina de Prensa del Congreso al ser consultados por este Diario.

El interrogatorio duró poco menos de treinta minutos. Fujimori respondió las preguntas que hicieron miembros de la subcomisión, que es presidida por un miembro de su partido, César Segura.

Distintas fuentes consultadas por El Comercio indicaron que la ex candidata presidencial respaldó la versión de Becerril. Es decir, que no existió una reunión entre él y ex miembros del Consejo Nacional de la Magistratura () para hablar sobre la elección del presidente de la institución encargada de ratificar y sancionar jueces y fiscales.

Durante la audiencia, Fujimori dio respuestas escuetas, según precisó una fuente de la subcomisión. No hubo debate, solo preguntas, como procede para un testigo, explicaron.

La lideresa de la oposición remarcó ante los congresistas que su partido “no tenía interés” en involucrarse en temas relacionados al CNM. Afirmó que ni su bancada ni su partido ordenaron a Becerril que se reuniera con consejeros para lograr votos a favor de Julio Gutiérrez Pebe, quien buscaba convertirse en el presidente del CNM.

A su salida, flanqueada por Alejandra Aramayo, Úrsula Letona y Luis Galarreta, así como de su defensa legal, Fujimori declaró a la prensa que respondió con “amplitud” las interrogantes de la subcomisión.

“Lo que he señalado es que [ni] el partido político ni quien habla le han dado instrucciones al congresista Héctor Becerril sobre supuestas reuniones”, afirmó.

La denuncia contra Becerril es por una presunta reunión con Guido Aguila para pedirle a Baltazar Morales que votara por Julio Gutiérrez a fin de que este fuera titular del CNM. Los tres últimos son ex consejeros.

Becerril ha negado varias veces ese encuentro. En esa misma línea, Aguila y su esposa rechazaron ayer ante la subcomisión que hubieran sostenido la reunión.

Sin embargo, Morales, quien acudió como testigo, reiteró que la cita se realizó y también el pedido. Señaló que el encuentro fue rápido y que Becerril se presentó en representación de su partido y bancada.

—La otra audiencia—
En la tarde, la subcomisión retomó la sesión, para analizar la denuncia constitucional contra el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, presentada por Marco Arana (Frente Amplio) por el caso de los audios del CNM.

A diferencia de la presentación de Keiko Fujimori, la de Chávarry fue pública.

En la audiencia, el fiscal señaló que la reunión con representantes de los medios –organizada por el juez supremo César Hinostroza y que se realizó en la casa de Antonio Camayo, actualmente encarcelado por el caso de Los Cuellos Blancos del Puerto– se hizo “para contrarrestar –según él– una campaña de reelección que su antecesor venía gestando”. Lo dijo en referencia al fiscal supremo Pablo Sánchez.

Sin embargo, precisó que no recordaba qué periodistas habían asistido y que fue muy confiado al haber ido sin saber de quién era la casa.

También consideró que no hubo irregularidades en su designación como fiscal de la Nación, ya que la Junta de Fiscales Supremos había acordado en el 2015 que se iba a respetar la tradición de optar por el fiscal más antiguo; por tanto, a él le correspondía ser elegido este año.

Con la presencia de Chávarry, el suspendido juez Hinostroza acudió a la audiencia como testigo. Sobre la reunión en la casa de Camayo, dijo que tomó la decisión de promoverla a título personal. Luego indicó que llegó tarde a la cita y que en ese momento solo estaban Camayo, Chávarry y dos personas más, pero afirmó que no recordaba quiénes eran.