Fernando Vivas

El triple alcalde –de El Cercado, de la región urbana y de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML)- , además de contarnos porqué se va a París, responde algunas de las tantas interrogantes de una ciudad que incluye a un tercio del país y ciertos políticos insisten en enfrentarla con los otros dos tercios. Enumera competencias en disputa, campañas, obras, trabas y, al final, nos hace caminar por las nuevas cuadras peatonalizadas de un casco histórico que invita al turismo interno.

-Desde la campaña electoral vivimos una gran polarización entre Lima y las regiones, se revivió un encono de cientos de años contra el centralismo. ¿Tenemos que pagar alguna culpa los actuales ciudadanos?

Más que pagar una culpa tenemos que trabajar por una ciudad y un país reconciliado. Y allí ya viene una labor importantísima para el Estado. La ausencia de Estado y la falta de preocupación por el prójimo creo que son los elementos que han generado estas polarizaciones. Esta situación nos debe llevar a un cambio. Así como la pandemia nos ha hecho repensar la ciudad, estas situaciones nos tienen que hacer repensar nuestras relaciones humanas en Lima y en el resto del país.

Mira: Esta es la evolución de la aprobación de Jorge Muñoz desde que asumió la alcaldía.
Entrevsita A Jorge Muñoz Wells

-Es irónico hablar de ausencia de estado, en términos de servicios efectivos; cuando por otro lado su presencia caótica en las noticias, le quita pantalla a usted y a otras instituciones.

Es una época bien compleja. Tenemos que ver varias cosas. El contexto en que nos toca desarrollarnos es de una mega urbanización acelerada. Las estadísticas dicen que un 80% de habitantes van a vivir en las ciudades, hay una migración fuerte del campo y la llegada de muchos venezolanos que generan una demanda de servicios.

-¿Luego del fenómeno dramático de gente que se regresó al campo durante la pandemia, hemos vuelto a los índices de migración de antes de la pandemia?

La gente sigue llegando y esto genera una presión de invasiones, inclusive amenazas a áreas de conservación regional. Es una presión real que nos toca afrontar, además del cambio climático, la pandemia y esta inestabilidad que se refleja en las noticias. Entonces mucho de lo que se hace y se plantea para los ciudadanos, pasa desapercibido. Tenemos esa desventaja. Nos toca afrontarlo y sobrepasarlo.

-Pero fuera de eso, usted tiene la responsabilidad de hacerse de un espacio para socializar su agenda con la ciudadanía.

Es correcto, no lo discuto y lo intentamos todos los días. Todos los días converso con la prensa, casi siempre hay prensa en las actividades que realizo y me someto a las preguntas sobre temas políticos y no solo sobre lo que hacemos. Nuestras cosas se diluyen en el panorama; por eso le pido a los medios que me ayuden a desarrollar lo que queremos hacer.

-Me está diciendo que en lugar de preguntarle por la vacancia presidencial le pregunte por Lima. Pero todo está asociado, ¿qué piensa de la vacancia?

Si yo fuese presidente de la república lo que haría ante situaciones de esta naturaleza es generar consenso en las fuerzas políticas, buscaría escuchar qué me dice la calle, trataría de enmendar errores que la prensa ha puesto sobre la mesa para no estar en esta situación de vacancia.

-La calle está desaprobando a todas las instituciones y usted no es una excepción. Sus índices de aprobación han bajado en los últimos meses.

Las encuestas son fotografías que hay que mirar. Estamos entrando a nuestro cuarto año de gestión y tenemos una aprobación por encima del 42%. Hay una lectura interesante ahí aunque pueda haber caído la aprobación en los últimos tiempos. ¿Pero qué me corresponde? Seguir trabajando con más ahínco y poder cumplir con todas las obras que nos hemos propuesto para poder dejar en el minuto 90 lo que estaba planificado.

Mira: Lentos avances en la ampliación del Metropolitano hasta Carabayllo.

-Hablemos de ellas. Empecemos por la ampliación del Metropolitano. ¿Cuántas trabas en el camino?

Han pasado 11 años. Antes de que yo fuera alcalde se había ofrecido que el Metropolitano debía acabar en Carabayllo [hoy lo hace en la estación Naranjal, en Independencia]. Hace 11 años debió haberse cumplido. Nosotros asumimos eso como una promesa de campaña y para poder tener la financiación debida, le pedimos al Ejecutivo que evaluase la posibilidad de ser garante para que a través de una multinacional llegase el dinero. Logramos eso con el presidente Vizcarra. El estado garantizó un préstamo del Banco Mundial por $93 millones y lo iniciamos el año pasado. Debe estar en abril o mayo del próximo año. Tenemos alrededor del 45%.

-¿Hay que esperar que esté terminado al 100% o se puede usar algunos tramos antes?

Esa es una pregunta que le hice a los técnicos y me respondieron que lo ideal es terminarla totalmente. Ahora en Independencia tenemos una estación intermedia. En lo personal, me gustaría que se pudiera ir usando los primeros paraderos.

-¿Ha hecho esa misma pregunta sobre la Línea 2 del metro? Sabemos que no es de su competencia, pero es la principal obra en Lima.

Está bajo la responsabilidad de la ATU. Comenzó en el 2014. En el 2019 ya se había terminado de construir el metro de Quito y nosotros teníamos como 5 km. Ahora se ha avanzado un poco más. El gobierno central y la ATU tienen que resolver eso. Como municipalidad estamos dispuestos a colaborar con los cierres de calles y la eliminación de interferencias. No podemos ver al Estado como compartimentos estancos.

-Las fricciones con la ATU han costado mucho a la ciudad. Antes de que termine su mandato, ¿llegará a un buen entendimiento con la ATU?

Yo creo que sí, porque más allá de haber criticado ciertas cosas que consideramos no estaban bien realizadas, tenemos una visión concertadora. Las cabezas van a pasar pero las necesidades de los ciudadanos se van a mantener. Tenemos que despojarnos de cualquier ropaje personalista y de visiones particulares, y generar consensos.

-¿Qué opina de la forma en que el ministro de Transporte ha querido que deje su cargo María Jara?

Me parece inconcebible; es afectar la institucionalidad, no permitir que se tenga una visión de futuro y se llegue a completar la reforma del transporte. Lo que ha trascendido es que habría una negociación por parte del ministro con transportistas. Me parece inconcebible negociar una cosa de esa naturaleza, para generar un beneficio para unos pocos.

-¿Ya terminó de asumir la idea de que la responsabilidad del transporte no la tiene la MML?

Desde antes de ser alcalde yo mencionaba que necesitábamos una autoridad de transporte única como hay en otras ciudades. Ganamos la elección y coincidió con que en diciembre del 2018 nació la ATU. El problema es que en el 2019 hubo situaciones de ajuste. Hasta que ya ha comenzado a tener vida propia y terminamos de transferir responsabilidades.

-Hay un proyecto original que era el candidato a ser su obra emblemática, el teleférico que están en manos de la ATU.

Hace algún tiempo la ATU están haciendo evaluaciones sobre estudios que hemos hecho. El emblemático que iba entre la Línea 1 del metro y la estación Naranjal del Metropolitano lo tomamos del Ministerio de Vivienda. El Ejecutivo nos dio la posibilidad de ser unidad ejecutora, y después, cuando la ATU se formalizó, dijo, ‘eso nos corresponde a nosotros’. Cumplimos con eso, y nos dieron la autorización para hacer estudios de pre inversión, que ya se han hecho. Eso lo tiene la ATU en evaluaciones y evaluaciones. Hay que buscar una solución. No se puede pasar la vida el ciudadano esperando a que la autoridad termine de evaluar.

-Con la muestra de solidaridad metropolitana con la Sra. Jara que dio hace un rato, de pronto mira el proyecto con mejores ojos.

Es el ciudadano el que se tiene que beneficiar, no es la obra de tal o cual autoridad sino una obra que los ciudadanos reclaman y necesitan en esta ciudad.

-Teniendo en cuenta que es una obra original pues el mundo no está lleno de teleféricos que funcionen como transporte masivo.

El mejor ejemplo es el de Medellín y tiene conexión con el metro. Aquí va a tener una concepción de línea de transporte para las partes altas de San Juan de Lurigancho e Independencia; y además va a servir como una suerte de puente multimodal entre el metro y el Metropolitano.

-Pasemos a los gajes de hacer obra. Va a viajar a París para estar presente en sesiones de arbitraje que determinarán si hubo corrupción en el contrato de peaje de Línea Amarilla. ¿Es esencial que haga ese viaje que cuestionan sus regidores de oposición?

Lo ha cuestionado un regidor y ya existe la autorización, mayoritariamente generada en el consejo, con toda la transparencia del caso. Sí es esencial. ¿Por qué razón? Porque yo no voy a ser un espectador pasivo sino un actor y voy a presentar los alegatos de la municipalidad. Es parte de una estrategia que hemos visto con los abogados internacionales. Estamos llevando testigos que van a ser muy potentes con relación a los temas de corrupción.

Mira: El consejo metropolitano debatió sobre le viaje a París de Jorge Muñoz.

-¿Testigos que van a decir que hubo corrupción en la fijación de parámetros para el peaje entre OAS y la MML?

Es algo reservado, no me puedo referir ni a los nombres ni a la estrategia. Lo que sí puedo decir es que hemos armado una estrategia muy potente con los abogados internacionales. Yo voy a hacer los alegatos iniciales y al día siguiente voy a ver la participación de uno de los testigos y regresaré a Lima.

-Además de la estrategia, ¿tendrá un cálculo de probabilidades de que ganará?

Lo que vamos a plantear es una estrategia muy sólida que debe evidenciar que ese contrato está manchado por la corrupción y eso debería generar una decisión arbitral favorable a los intereses de más de 10 millones de ciudadanos. Lo que buscamos es la nulidad de ese contrato para que como consecuencia de esa nulidad, esta línea amarilla no tenga peajes. Esa es la aspiración para que los ciudadanos no tengan que pagar un peaje que ha sido manchado por la corrupción.

-Y si no tiene peajes, ¿cuál sería la expectativa de la empresa? ¿retirarse?

Probablemente la expectativa que tenga es mantenerse por el término del contrato y seguir haciendo negocio; pero nosotros hemos apreciado que esa concesión está tocada por la corrupción y eso genera un vicio de nulidad.

-¿Y la municipalidad asumiría el costo del mantenimiento de esas vías?

Eso es verdad, no hay ya obras que hacer allí, las obras están hechas. El mantenimiento lo haría la municipalidad.

-Es triste ver la falta de planificación, que deja un sabor inconcluso a las obras. ¿Qué falta hacer para que el ramal de Línea Amarilla llegue al aeropuerto?

Lamentablemente, ese ramal está en una jurisdicción en la que no tengo facultades, El Callao. Otro tema que está en El Callao, es la ampliación de la Costa Verde con una salida hacia La Perla y una proyección hacia la obra que hizo Odebrecht y está abandonada. Hemos tenido una reunión con el gobierno de El Callao para que ellos asuman un tramo de 200mts y pueda estar conectada toda la Costa Verde.

-¿La ATU ayuda en ese entendimiento?

No, porque maneja temas de transporte, no de infraestructura.

-Todo este problema de competencias, por ejemplo, que Lima tiene vías distritales, metropolitanas y hasta nacionales; ¿lo ha llevado a plantear iniciativas legislativas para ordenar esto?

Varias cosas hemos planteado. Una de ellas, y no ha prosperado por decisión política del Congreso, fue tener una alcaldía mayor y 5 unidades territoriales conformadas por las municipalidades distritales. Esto haría que se pudiera administrar más fácil el aparato distrital, que se pudiera concentrar las compras, las obligaciones, y la ciudad sea más manejable. Esta atomización de la repartición de facultades hace más difícil la administración.

-Y la hace más apetecible para tantos aspirantes a pequeños poderes y caudillismos. O sea, ¿reducir los 42 distritos a 5?

Hay 42 distritos; más El Cercado, 43. Tengo triple gorro legal, soy alcalde metropolitano, gobernador para la metrópoli y alcalde de El Cercado. Tenemos que concertar con 42 voluntades. Ayer tuvimos la asamblea metropolitana de alcaldes viendo las necesidades de distintas jurisdicciones.

-Le hago una pregunta como alcalde de El Cercado, que incluye el casco histórico que está en la Lista de Patrimonio Mundial de Unesco. Es un dato crucial que ignoran muchos limeños. ¿No debiera ser más proactiva la MML en difundirlo?

Tenemos un plan de recuperación del centro histórico que aprobamos en diciembre del 2019 con un umbral de 10 años hasta el 2029 y una visión hasta el 2035. Pasa por varios aspectos que ya se están ejecutando y tenemos que comunicar mejor. Por ejemplo, la peatonalización que ya hemos hecho de 9 cuadras con elementos coloniales y de la república. Hemos recuperado casonas y parques como la Plaza Francia, allí se ha hecho la pinacoteca de la municipalidad.

-Me refería a campañas que impacten en la educación e identidad de los limeños.

Tenemos campañas con elementos gastronómicos, culturales; ‘Visita Lima’ es una campaña para la que pedimos a los medios que nos ayuden. Estamos poniendo códigos QR para que se recoja la información de casonas y lugares. Buscamos generar turismo urbano y preparar la cancha para el turismo externo. Esto nos llevó a tener una actitud dedicada a ser parte del club de capitales iberoamericanas que permite tener acceso a buenas prácticas, a financiación para poner en valor la ciudad y hacerla competitiva. Hace poco estuvimos en Madrid y hemos obtenido la co presidencia de esta asociación y la vicepresidencia para la región andina. El próximo año vamos a tener en Lima la reunión del comité ejecutivo.

-Mejor que sea en Lima porque se le cuestiona que viaja mucho.

Eso no es tan cierto, es un mito. En 365 días, con esos viajes que aún no he realizado, estaría viajando entre 15 y 17 días. Cuando viajo no lo hago por vacaciones, no por placer; viajo por trabajo. Y son viajes muchas veces muy demandantes, ir a Europa en clase económica como alcalde de lima.

-¿Los S/. 83 mil de presupuesto para el viaje son en clase económica?

Y no solo son imputables a mí sino a todo el equipo que es necesario que esté defendiendo a la ciudad. Además, esos montos son los máximos que según tablas de referencia, podrían ser gastados. Estoy seguro de que los funcionarios, cuando regresen a hacer su rendición de cuentas, habrán gastado menos.

-¿En el presupuesto de la república recién aprobado Lima queda bien servida, se han recogido sus pedidos?

No necesariamente. En el 2018 teníamos S/. 3,800 millones en el presupuesto, porque había inyección de dinero por obras relacionadas al Metropolitano. Este año que está corriendo, el presupuesto fue de S/. 1,400 millones. Si lo comparamos con Bogotá, es 5 veces menos. Ese es el presupuesto de apertura; el modificado, el famoso PIN, es de S/.1,900 millones. Lo del próximo año es similar a lo de este año.

-¿Habló con el ministro Pedro Francke sobre esto?

Normalmente, tenemos mucho contacto con los ministros, pero en esta oportunidad, no es tan sencillo comunicarnos y que reciban nuestros pedidos.

-¿Ha conversado con el presidente Castillo?

He conversado dos veces con el presidente y no he tenido más oportunidades.

-¿Le dijo que Lima ha sufrido la polarización que él alienta?

La dos veces han sido reuniones muy cordiales. Hemos hablado temas de seguridad ciudadana, temas de salud que nosotros hemos puesto sobre la mesa y la necesidad de poder coordinar como metrópoli capital; pero no se ha encontrado mayor eco de parte del Ejecutivo. Como muestra, hace dos meses le enviamos un documento con un segundo manifiesto referido a la eventual llegada de la tercera ola del Covid. Hace unos días recibí una respuesta de que este documento había sido derivado al Minsa después de dos meses. Perdemos mucho tiempo. Esta semana he estado tratando de comunicarme con el ministro del Interior; lamentablemente no he tenido eco. Como no nos quedamos con los brazos cruzados, hemos concertado con la dirección policial de Lima para seguir adelante, pero políticamente no hay un respaldo todavía.

-La primera y la segunda ola nos golpearon tanto que una encuesta de la ONG Wiego en una docena de ciudades entrevisto al sector informal de una docena de ciudades en el mundo cn lata informalidad y Lima era la más golpeada. Más de la mitad de encuestados decía haber experimentado hambre. ¿Qué tendríamos que hacer para que en un próximo embate no se repita lo mismo?

Hay varias cosas que hacer. Una primera es tener ese espíritu solidario que empieza en lo personal y va hacia lo comunitario; desde el cumplimiento de cosas tan sencillas como ponerse una mascarilla y vacunarse. Pero hay algo mucho más profundo y apela a la solidaridad, que es el trabajo por los más necesitados. Muchas veces hay ausencia de Estado, hemos desarrollado una serie de programas sociales como ‘adopta una olla’ y hemos mapeado más de 1600 ollas comunes. Ya llegamos a 700 con la finalidad de que se vuelvan autosostenibles.

-¿En el año que le queda a qué le va a meter más esfuerzo y que pudiera ser algo emblemático de su gestión?

Nosotros nos paramos en dos pies: obras sin corrupción y acciones. Las obras son más referidas al cemento, las acciones están más referidas al ser humano, como el cuidado en la salud, alimentación, generar espacios de desarrollo donde muchos que están en el comercio ambulatorio den un salto a la formalidad. Por ejemplo, hemos hecho el ‘Mercado de Lima’, ‘Lima Impulsa tu Negocio’. Si bien es cierto que la marea es muy grande; hemos caminado y hecho lo posible. No llegamos a cualquier lado, trabajamos de manera georreferenciada; así fuimos los primeros en usar pruebas antígenas. Esta semana vamos a entregar nuestra 4ta planta de oxígeno medicinal. Pero también tenemos nuestras obras y está el Metropolitano, el óvalo Monitor, la obra de Pasamayito que va a unir en 9km Comas con San Juan de Lurigancho. Aunque pueda parecer irreal, tenemos más de 213 obras ya entregadas, grandes y pequeñas. Algunas se han muralizado; por ejemplo, construimos escaleras y llevamos artistas para hacer un mural en esas escaleras. Eso nos acerca a los ciudadanos y me hace pensar algo que llevo en el alma, que el ciudadano es el sujeto y la razón central de nuestro accionar.

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