Galarreta no ve motivos para negar el voto de confianza al Gabinete Villanueva, en una sesión que se realizaría en 15 días. (Foto: Jessica Vicente/El Comercio)
Galarreta no ve motivos para negar el voto de confianza al Gabinete Villanueva, en una sesión que se realizaría en 15 días. (Foto: Jessica Vicente/El Comercio)
Diego Chirinos

El presidente del Congreso, , es consciente de que la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski no solo golpeó al Poder Ejecutivo. Tal vez por eso, sus frases permiten pensar en una “luna de miel” entre el gobierno y el Parlamento. Este pacto tácito de no agresión, sin embargo, no está exento de controversia, como la generada por la ley de fortalecimiento de la contraloría.

—¿Qué evaluación hace de las primeras acciones de Martín Vizcarra como presidente de la República?
Me gustaría primero retroceder un poco. El Perú viene saliendo de una crisis política generada por la corrupción del gobierno anterior. Siento que hay sectores que defendían hasta el día antes de su renuncia al ex presidente Pedro Pablo Kuczynski y que no han hecho la más mínima autocrítica.
Dicho esto, fue una semana positiva que muestra un cambio total en el gobierno. Es una nueva etapa para el país. Al frente hay un gobierno [de Martín Vizcarra] con ganas de trabajar y no de romper bancadas.

—Vizcarra ya delinea su Gabinete Ministerial. ¿Qué opina de nombres como los de César Villanueva, Edmer Trujillo o David Tuesta?
Hay dos nombres concretos y mucha circulación de otros. Entiendo que a Trujillo lo nombró rápido para que Bruno Giuffra no participe más del Gabinete. Es un reflejo político positivo. En el caso de Villanueva, he saludado su designación. Tiene todas las condiciones personales, políticas y profesionales. Su paso por el Parlamento le permite entender al Legislativo, por qué se hace control político y ver que no obstruimos.

—A algunos les parece negativa la designación de ex ministros o viceministros de la gestión de Kuczynski. ¿Comparte esa opinión?
En una gestión no todo está mal. Además, Trujillo es cercano a Vizcarra. Uno tiene que ver a quién se nombra.

—Si no todos son malos, ¿por qué se celebró tanto la renovación total del Gabinete?
De los ministros del Gabinete Araoz de hecho hubo quienes debían quedarse. Pero hay un gobierno que se está yendo por corrupto y los ministros, buenos o malos, lamentablemente asumen el costo político de respaldar a un presidente cuestionado [Kuczynski].

—¿Alguien cercano a Fuerza Popular podría integrar el Gabinete?
El presidente debe elegir y convocar a personas decentes y eficientes. No necesitamos nada más. Pueden ser decentes y eficientes y pensar distinto o parecido a Fuerza Popular.

—Nombrar a un ministro afín al fujimorismo podría reforzar la idea de que hubo un acercamiento previo a la renuncia de Kuczynski.
No hubo ningún diálogo. Yo, por ejemplo, no conversé con el señor Vizcarra hasta que lo vi [en la juramentación] y, ahí, coincidimos en que habrá un canal abierto.

—Después de la renuncia de Kuczynski, ¿el presidente Vizcarra ha consultado la opinión de Fuerza Popular sobre potenciales ministros?
La línea es respaldar al presidente para que termine su mandato y dejarlo que elija a sus ministros. Él debería escoger, sin ningún temor, a quien crea conveniente.

—El Gabinete jura mañana. ¿Cuándo se realizará la sesión de investidura?
Tomará entre una o dos semanas. Tenemos temas muy concretos como la reconstrucción. Se le dijo al presidente anterior si necesitaba mejorar la norma y dijo que no. Bueno, el presidente Vizcarra nos ha dicho que sí y le hemos dicho que presente el proyecto e inmediatamente nos sentamos para sacarlo.

—Entonces, ¿en 15 días debería recibirse al Gabinete Ministerial?
Sí, en 15 días. Habrá que escucharlo.

—¿Resulta inevitable otorgar el voto de confianza?
No sé si inevitable, pero veo una muy amplia voluntad de apoyar. No veo un motivo para no dar el voto de confianza al Gabinete.

—¿Tampoco ve motivos para negar una primera delegación de facultades legislativas?
Probablemente necesite algunas facultades. Si las pide, el Congreso tendrá actitud dialogante y cooperante.

—Con la elección de Villanueva, el oficialismo podría sumar siete votos de APP y ya se habla de que los tres renunciantes a Peruanos por el Kambio (PPK) podrían volver a esa bancada. ¿Cómo tomaría que APP cumpla un rol oficialista?
Si se forma un grupo formal, en un acuerdo político de APP con PPK, me parecería válido.

—Pero cuando existía un acuerdo tácito entre APP y el Ejecutivo anterior, usted cuestionaba tal vínculo.
Es que una cosa es tener una bancada que abiertamente tome una posición como parte de un acuerdo político y otra es cuando la oposición cuestiona al gobierno y salen voces a hacerse las abanderadas del gobierno. Uno tiene que definirse. Si asumen ese rol, tienen todo el derecho. Decir que tienen una posición neutra cuando no es tal es cuestionable.

—Uno de los principales cuestionamientos al ex presidente Kuczynski fue su nula autocrítica respecto a lo sucedido. ¿Hay una autocrítica desde el Parlamento?
Autocrítica hay y en muchos temas. Pero sobre la relación de un año y ocho meses con el gobierno que ya se fue, hay una diferencia de lo que los medios han querido vender con lo que ha sucedido.

—¿Cree que el Congreso hizo todo bien en el último año y ocho meses?
Veo una autocrítica en que tal vez sería mejor debatir más a fondo alguna norma o apurarse en otra. Tenemos muchísimo por mejorar. ¿Pero autocrítica en la relación del Congreso con el señor Kuczynski? Ninguna.

—Sin embargo, da la impresión de que tras la crisis política el Congreso no tiene más margen de error.
Sí, claro. Una crisis afecta a todos, incluso el Congreso. Finalmente, ahí está la clase política y no tenemos más margen de error. Coincido contigo en que, luego de una crisis así, la gente necesita ver que no todo es pleito.

—¿También necesita dejar de ver congresistas condenados a prisión efectiva, como acaba de suceder con el parlamentario Zacarías Lapa?
Es una primera instancia, pero eso nos dice a los partidos que debemos hacer un mayor esfuerzo en la selección y la gente también al votar.

—¿Eso explica en parte el descrédito en el cual está sumido el Parlamento?
No creo mucho en las encuestas. Pero puedo decir que somos mucho más los congresistas decentes que, lamentablemente, algunos impresentables.

—Usted destacó la importancia de la ley de fortalecimiento de la contraloría. ¿Por qué es importante?
Esta norma, que crea dos subcontralorías, permite al contralor hacer una reestructuración. También va a servir para que puedan contratar directamente a la gente de los órganos de control institucional (OCI) y no tengan que depender del fiscalizado.

—Si es así, ¿cuál es el sustento para no incluir al Congreso entre los organismos que pasarán sus OCI a manos de la contraloría?
Porque, aunque a algunos no les guste, el Parlamento es un poder autónomo en todo sentido. Nosotros, por ejemplo, planteamos un presupuesto y el MEF lo autoriza. Tenemos un organismo de control y en cada adquisición se tiene que emitir un informe.

—Un informe de una institución que es juez y parte.
El Parlamento tiene autonomía desde 1995 y siempre hubo control. No hay nada raro. Es más, ha habido procesos administrativos y gente sancionada.

—Es decir, ¿tampoco estaría de acuerdo con que se incluya al Congreso en la norma posteriormente?
Por supuesto que no.

—¿El presidente Vizcarra y el contralor Nelson Shack están alineados con esa polémica postura?
Sí. El contralor mismo insistió en que apoyemos su norma y fue aprobada por unanimidad. ¿Eso significa que podemos hacer lo que nos da la gana? De ninguna manera.

—¿El presidente le adelantó si tampoco observará normas cuestionadas como el pase de trabajadores CAS a las planillas del Estado?
No. Como él mismo lo dijo, en algún momento habrá discrepancias y, en otros, similitudes. Pero primero está viendo su Gabinete.

—El pase de trabajadores CAS a planillas del Estado tendría un grave impacto fiscal.
Sí. Creo que es un tema para mirar con cuidado. Hay que sacar números.

—¿La norma debe revisarse?
Toda norma es perfectible. Correr ahora con ese tipo de norma, cuando va a presentarse un nuevo Gabinete, no es lo ideal. Hay proyectos como este en el que ahora lo mejor es escuchar y ver cómo se puede perfeccionar.

—¿Otra de las normas que deben revisarse es la de la publicidad estatal?
Bueno, la norma fue observada. Se trasladó a la Comisión de Transportes y ahí se volverá a evaluar. El propio congresista Mauricio Mulder dijo que hay que debatirla y mirar detalladamente las observaciones del Ejecutivo. No todas tienen que ser malas.

—¿La ley amerita mayor debate?
Si alguna observación se puede hacer nuestra o se puede mejorar el dictamen, me parece que está bien.

—¿El jueves se creará la comisión para investigar la presunta compra de votos, como señaló el vicepresidente del Congreso?
Hemos quedado en ir por el proceso de desafuero, que es una acusación constitucional que debe presentarse el lunes [mañana]. Se habló de una comisión investigadora y de ir a la Comisión de Ética, pero vamos a ver con los voceros si serán tres cosas o una sola. Lo de la comisión habría que evaluarlo, porque ninguna comisión investigadora puede investigar a congresistas.

—De cara a ello, ¿considera que los congresistas Bienvenido Ramírez, Guillermo Bocángel, Kenji Fujimori, Mercedes Araoz y Carlos Bruce están en la misma situación?
No. Una cosa es a quienes uno ve y otra a quienes los mencionan. Para mí, incluso entre el caso del señor Bruce y la señora Araoz también hay una diferencia. Una es la jefa del Gabinete que tuvo una actitud de soberbia al señalar que ya tenían los votos.

—¿Araoz tendría mayor responsabilidad pese a ser la menos mencionada?
Se la menciona muy a la pasada, pero tiene una responsabilidad política principal como jefa de Gabinete en los dos procesos de vacancia donde se denunció compra de parlamentarios.

—Si su responsabilidad se daba como primera ministra, ¿por qué respondería como congresista?
Es que si un parlamentario hace una barbaridad como embajador, por ejemplo, más allá de lo que le pase como tal, lo botas del Congreso porque te da vergüenza tenerlo. El Congreso no deja de tener derecho a decir: “Este congresista tiene que irse”.

—¿Un proceso sancionador contra el congresista Moisés Mamani, por las grabaciones realizadas, está hoy descartado?
Varios portavoces consideran que no corresponde. Si a Mamani le dicen que vote contra la vacancia y después decide reunirse para grabarlos, ¿con qué razón se lo sancionaría?

—A Edgar Alarcón se le retiró de la contraloría, entre otras cosas, por grabar a ministros que en teoría lo presionaban por un futuro informe.
Sí, pero son conversaciones distintas. Si el señor Mamani hubiese extorsionado a algún parlamentario, sería otra cosa. La prensa exigía pruebas. La única forma de tenerlas era esta. Un asesor no iba a grabar porque el gobierno estaba comprando congresistas y no asesores. Ahora, no me parece una práctica positiva. Lo de Mamani no debería repetirse.

—¿Coincide en que Mamani debería entregar a las autoridades todos los audios y videos que tenga?
Ahí hubo una cosa medio rara. Le preguntaron, se quedó pensando y dijo que sí. No creo que exista un video. Si fuese así, ya lo hubiese presentado.

—El congresista Kenji Fujimori difundió un video en el cual advertía sobre un presunto mal uso de la Comisión de Presupuesto. Habló de otorgamiento de obras para tal o cual región como negociación para aprobar el presupuesto. ¿Eso es cierto?
Cualquiera entra en ‘shock’ cuando te descubren tratando de comprar a un parlamentario para salvar de la vacancia a un presidente cuestionado por corrupción. Creo que hay una desesperación. Los que conocen el Parlamento saben cómo funciona.

—¿Puede garantizar que, como parte de la negociación del presupuesto, no se aumentaban o reducían las obras destinadas a una región?
Es que quieren mezclar eso con lo de los “cinco palitos”. Eso no tiene nada que ver con que a la Comisión de Presupuesto vengan alcaldes y te digan: “Acá hay un proyecto”. Son proyectos que presentan y que toda la comisión tiene que aprobar, pero no puede hacerse sin que el MEF dé el visto bueno. Tienen que cumplir requisitos.

—Pese a ser casos distintos, un congresista podría decirle a un ministro que aumente el dinero destinado a una región y, en retribución, votar para aprobar el presupuesto.
Hay una conversación. No es: “Si no me subes acá, no te apruebo”. El Ejecutivo tiene un presupuesto que busca interesar a congresistas y alcaldes. Luego se arman unos anexos, pero repito: esos anexos solo los puede distribuir el MEF si han cumplido sus requisitos.