Luis Galarreta
Luis Galarreta
Gustavo Kanashiro Fonken

presidió este martes el último pleno del Congreso como presidente de la Mesa Directiva, cerrando así su paso como sucesor de Luz Salgado en el cargo y luego de un año donde las crisis políticas lo llevaron a ser objeto de un pedido de censura que finalmente fue rechazado.

La presidencia de Luis Galarreta se vio marcada por importantes hitos, tales como dos mociones de vacancia que su bancada respaldó contra Pedro Pablo Kuczynksi (PPK) y su posterior renuncia a la presidencia de la República. También la suspensión de tres congresistas, entre ellos Kenji Fujimori y la aprobación de la polémica ley que prohíbe la publicidad estatal en medios privados, a la cual respaldó en varias oportunidades.

Los analistas políticos consultados por El Comercio coinciden en que el ex vocero de Fuerza Popular empezó su presidencia con altas expectativas, las cuales no supo satisfacer por haber contribuido a las polémicas en lugar de contribuir a la gobernabilidad.

"Creo que Luis Galarreta desilusionó a muchísima gente que pensó que, con la experiencia que traía a cuentas por haber sido parlamentarios en otros periodos legislativos con partidos de más trayectoria, iba a hacer un buen trabajo para recuperar la imagen de este poder del Estado. Muchos de ellos se deben sentir defraudados", señaló Pedro Tenorio.

El periodista y analista político destacó que Luis Galarreta mostró actitudes políticas que revelaron que su verdadera prioridad no fue presidir la Mesa Directiva sino defender a su bancada.

"No hizo los esfuerzos necesarios para tener una relación positiva con el Ejecutivo. Más tuvo puesta la camiseta de Fuerza Popular que la de la presidencia del Congreso. Siguió siendo un vocero de su bancada", concluyó Tenorio.

Similar opinión tuvo Fernando Rospigliosi. "Había expectativas de que tendría un desempeño razonable, pero lo que ha hecho en los últimos meses despintó esa imagen que había sobre él", manifestó, destacando su enfrentamiento con la prensa en defensa de la ley contra la publicidad estatal pagada.

En ese sentido, destacó que el talante confrontacional que asumió Luis Galarreta durante su presidencia no solo le han hecho daño a él como político, sino a su bancada y a la imagen del Congreso.

"Al final, no tuvo un buen desempeño. Su popularidad aumentó considerablemente tras la renuncia de PPK y el apoyo que brindó a Martín Vizcarra, pero luego de eso, su agresividad con los medios y periodistas que lo llevó casi a un plano personal manchó mucho su presidencia"; indicó.

El analista político Luis Nunes, a su turno, comentó que Luis Galarreta tendrá que, desde su curul, recuperar el respaldo político que ha perdido y que incluso ha puesto en tela de juicio la posibilidad de que Fuerza Popular siga presidiendo la Mesa Directiva.

"Empezó bien pero termina muy golpeado, tanto por sus propios colegas de otras bancadas, ante la opinión pública y creo que eso juega lamentablemente en desprestigio de todo el Parlamento", manifestó.

Nunes también lamentó la actitud polémica de Galarreta, quien no dudó en tomar partido por diversos proyectos de ley o iniciativas ante las cuales debió mantenerse imparcial por la majestad de su cargo.

"Se esperaba una conducción distinta. Hubo muchos factores coyunturales, pero ahí debió probar su identidad como líder y presidente del Congreso. Sin embargo, creo que sufrió mucha presión por Fuerza Popular y ahora termina en medio de una crisis por blindar a personal de seguridad cercano a su bancada", concluyó.