En su mensaje a la nación, el presidente Martín Vizcarra criticó al Congreso una vez más. Sostuvo que hay una “representatividad colapsada” y que “hoy los peruanos no se sienten representados”. (Giovanni Tazza / El Comercio)
En su mensaje a la nación, el presidente Martín Vizcarra criticó al Congreso una vez más. Sostuvo que hay una “representatividad colapsada” y que “hoy los peruanos no se sienten representados”. (Giovanni Tazza / El Comercio)
René Zubieta Pacco

Durante su mensaje a la nación por Fiestas Patrias, el presidente enfiló sus críticas a la labor del Congreso. Esta vez, a raíz del trámite que en este se siguió en torno a los seis proyectos de que su Gobierno sometió a cuestión de confianza.

Sin embargo, para el mandatario, dicha confianza se aprobó solo de palabra, mas no en los hechos. Mencionó ello al criticar que el pleno no haya aprobado su iniciativa para que la inmunidad parlamentaria sea revisada por la Corte Suprema y ya no por el Parlamento, lo que finalmente se ha mantenido con la votación sobre el asunto.

“Con la representatividad colapsada, fruto de la crisis política, hoy los peruanos no se sienten representados”, sentenció Vizcarra. 

Previamente, tras aseverar que el actual Congreso hace “caso omiso al clamor ciudadano” respecto a la inmunidad parlamentaria, Vizcarra sostuvo que “no hay un lugar en el Perú donde no haya recibido el reclamo de ‘Presidente, cierre el Congreso”.

Según insistió, “la demanda ciudadana de disolución del Congreso es contundente”. Por ello, presentó ante el Parlamento un proyecto de reforma constitucional para adelantar las elecciones del 2021 al 2020. 

Martín Vizcarra

—La fiebre de desaprobación—
Sin embargo, durante los últimos gobiernos, hubo otros momentos en donde el Congreso de la República fue duramente cuestionado por la ciudadanía, lo que se vio reflejado en los porcentajes de aprobación y desaprobación obtenidos.

Incluso, la desaprobación al Legislativo en distintos momentos de los quinquenios anteriores ha sido mayor a la que ha obtenido dicho poder del Estado durante el gobierno de Martín Vizcarra, e incluso el de su antecesor Pedro Pablo Kuczynski.

Es más, el porcentaje de desaprobación al actual Congreso en julio (72%) se ubica en el puesto 138 de 214 registros de ese rubro en encuestas de Ipsos Perú desde agosto del 2001.

Por ejemplo, la gestión del hoy prófugo ex presidente Alejandro Toledo (Jul. 2001 - Jul.2006) empezó teniendo al frente a un Parlamento que solo obtuvo un porcentaje de aprobación mayor al de su desaprobación por dos meses (en agosto y septiembre del 2001). La debacle vendría luego e, incluso, llegó a un pico de 91% de rechazo y 6% de respaldo en diciembre del 2005, cuando Marcial Ayaypoma encabezaba la Mesa Directiva.

La mayor desaprobación del Congreso en los últimos años alcanzó el 91%, cuando Marcial Ayaypoma (Perú Posible) era presidente de la Mesa Directiva.
La mayor desaprobación del Congreso en los últimos años alcanzó el 91%, cuando Marcial Ayaypoma (Perú Posible) era presidente de la Mesa Directiva.

Por entonces ya había empezado la campaña electoral rumbo a los comicios del 2006 y Ollanta Humala, con un discurso radical, peleaba los primeros lugares de las encuestas. Hubo escándalos que involucraron a legisladores, como Leoncio Torres Ccalla, acusado de violación y actos contra el pudor en agravio de una menor de edad.

A fines de noviembre del 2005, el pleno del Congreso aprobó su presupuesto para el año 2006, incluyendo un polémico pago —o remuneración adicional— por concepto de ‘desinstalación’ para quienes culminen su mandato y no sean reelegidos. Era un monto equivalente a S/ 16.000 para cada uno de aquellos.
A parte de ello, en el último mes de gestión, cada parlamentario tuvo programado cobrar S/ 26.720 soles de ingreso mensual, S/ 26.720 por gratificación de Fiestas Patrias, S/ 50.600 por vacaciones truncas y el pago de la compensación de tiempo de servicios (CTS).

El hecho generó indignación en distintos sectores y solo dos días después de la decisión, quedó sin efecto el concepto de ‘desinstalación’.

Ya en el segundo gobierno de Alan García (Jul. 2006 - Jul. 2011), el Congreso inició su gestión con 46% de desaprobación y 34% de aprobación en agosto del 2006. En ese quinquenio, el pico de rechazo se dio en diciembre del 2009, con 85%, mientras que el respaldo ese mes solo fue del 11%.

Además de arrastrar los cuestionamientos a la actuación del gobierno central y del Congreso en torno al ‘baguazo’ ocurrido en junio del 2009, hacia finales de ese año se calculaban unos 27 escándalos en el Parlamento desde el 2006. Y es que la ciudadanía se encontró con casos de legisladores que derivó en apodos de ‘robaluz’, ‘planchacamisas’ y ‘lavapies’.

Pero hubo otros escándalos. En octubre del 2009, el entonces presidente del Congreso, Luis Alva Castro, financió un espectáculo de la cantante Fabiola de la Cuba. Fueron US$15.000 de las arcas del Parlamento. Otorgó, además, un bono a funcionarios parlamentarios incrementándoles sus sueldos hasta en 50%, aunque luego anuló la medida. En tanto, varios legisladores del Apra viajaron a Finlandia por cortesía de la Universidad Alas Peruanas y su entonces rector Fidel Ramírez, tío del ex secretario general de Fuerza Popular Joaquín Ramírez, investigado por presunto lavado de activos.

Durante el segundo gobierno de Alan García, Luis Alva Castro fue uno de los apristas que presidió el Congreso. Lo acompañó en la Mesa Directiva Michael Urtecho, que en el quinquenio siguiente protagonizaría un escándalo.  (Foto: El Comercio)
Durante el segundo gobierno de Alan García, Luis Alva Castro fue uno de los apristas que presidió el Congreso. Lo acompañó en la Mesa Directiva Michael Urtecho, que en el quinquenio siguiente protagonizaría un escándalo. (Foto: El Comercio)

Al inicio de la administración de Ollanta Humala (Jul. 2011 - Jul. 2016) se dio otra ocasión en la que la aprobación del Congreso fue superior a su desaprobación: ocurrió en agosto del 2011, con 41% frente a 39%, respectivamente.

Sin embargo, el alto rechazo al Legislativo fue luego una constante, sobre todo desde julio del 2013, cuando las cifras de desaprobación superaban el 80%. Ese mes, al Parlamento —entonces encabezado por el oficialista Víctor Isla— fue cuestionado por una presunta componenda política entre las bancadas de Gana Perú, Perú Posible, Fuerza Popular y Alianza para el Gran Cambio —las más numerosas— para designar a magistrados del Tribunal Constitucional (TC), así como a titulares de la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva (BCR). El caso se conoció como la ‘repartija’.

El caso del a 'repartija'.
El caso del a 'repartija'.

Entre los escándalos que involucraron a sus miembros, se encontraba  el de Michael Urtecho, quien fue destituido e inhabilitado por 10 años por el pleno debido a que recortó los sueldos de sus empleados para apropiárselos. En tanto, la oficialista Cenaida Uribe fue suspendida 120 días por presuntamente presionar al director de un colegio para favorecer a una empresa de paneles.

El inicio del corto gobierno de Pedro Pablo Kuczynski también significó un voto de confianza ciudadano al Congreso, que en agosto y setiembre del 2016 tuvo mayor aprobación que desaprobación. Luego, la torta se volteó. El pico de mayor desaprobación (77%) se dio en marzo de 2018, antes de la renuncia del economista y durante la presidencia de Luis Galarreta (Fuerza Popular) en la Mesa Directiva.

Por entonces, en el Congreso se gestaba una segunda moción de vacancia contra Kuczynski por presuntamente haber mentido al país sobre sus vínculos con la empresa Odebrecht y la Comisión Lava Jato —presidida por Rosa Bartra— recibía cuestionamientos referidos a su manejo político y parcialidad. A inicios del citado mes, el pleno aprobó una modificación a su reglamento en torno a la censura ministerial, que luego fue declarada inconstitucional por el TC.

El mayor pico de desaprobación al Congreso en el gobierno de PPK se dio durante la presidencia de Luis Galarreta. Este portó la banda presidencial por minutos antes de que Martín Vizcarra asuma la jefatura de Estado. (Foto: Congreso)
El mayor pico de desaprobación al Congreso en el gobierno de PPK se dio durante la presidencia de Luis Galarreta. Este portó la banda presidencial por minutos antes de que Martín Vizcarra asuma la jefatura de Estado. (Foto: Congreso)

Finalmente, en lo que va de la gestión de Martín Vizcarra, la desaprobación al Congreso ha sido mayor a su aprobación. El pico del primer rubro se dio en septiembre del 2018, en medio de la cuestión de confianza planteada por el Gobierno para que se aprueben las reformas política y judicial.

La alta desaprobación del Parlamento ha tenido como uno de sus factores la percepción ciudadana en torno a la relación entre el Congreso y el Ejecutivo representado en Vizcarra, quien ha acusado al Legislativo de haber “desnaturalizado” parte de las reformas políticas y judiciales planteadas.

Queda por ver en adelante cómo avanza la percepción sobre el Parlamento, que tiene aún con mayoría simple a Fuerza Popular, partido que —detalle importante— carga con distintas cruces: la prisión preventiva que cumple su lideresa Keiko Fujimori, a raíz de una investigación por lavado de activos; la pesquisa fiscal en torno a una presunta organización criminal dentro de la agrupación política; sindicaciones por su relación con personas vinculadas a Los Cuellos Blancos del Puerto, entre otros temas.

Pedro Olaechea ha asumido recientemente la presidencia del Congreso. El mandatario Martín Vizcarra ha planteado recorte de mandato y adelanto de elecciones al 2020. Queda ver cómo avanza esta relación. (Foto: Congreso)
Pedro Olaechea ha asumido recientemente la presidencia del Congreso. El mandatario Martín Vizcarra ha planteado recorte de mandato y adelanto de elecciones al 2020. Queda ver cómo avanza esta relación. (Foto: Congreso)