Martín Vizcarra
Martín Vizcarra
Gustavo Kanashiro Fonken

El primer vicepresidente de la República, , fue el gran ausente en la intensa polémica que se ha generado ante una segunda moción de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Su silencio, que terminó ayer con una suerte de pronunciamiento vía WhatsApp, fue un elemento más que, de acuerdo a analistas, terminó perjudicando al Gobierno.

"Se generó una tormenta en un vaso de agua porque todo empezó en el Ejecutivo, cuando empezó a surgir cierta ansiedad ante el silencio de Martín Vizcarra. La tensión en el Gobierno empeoró la crisis política y llegó hasta la opinión pública", dijo la politóloga María Alejandra Campos.

La analista criticó específicamente a los voceros oficialistas, entre ellos a Mercedes Araoz, que como primera ministra en lugar de poner paños fríos en el debate, echó más leña al fuego con sus exhortaciones dirigidas a Martín Vizcarra a través de declaraciones públicas.

"En este punto, uno puede suponer que la relación entre Vizcarra y el Ejecutivo es como un matrimonio a la antigua, donde no hay amor pero las cosas siguen adelante. Lo que ha declarado el vicepresidente es un pronunciamiento tibio pero consecuente con sus propios principios", añadió a El Comercio.

- La pelea entre poderes -

Los analistas consultados por El Comercio coincidieron que, en este drama alrededor de Martín Vizcarra, hubo un claro perdedor: el Ejecutivo que buscó un apoyo en un vicepresidente silencioso, mientras que la oposición supo capitalizar la crisis.

"En el Ejecutivo fueron imprudentes con su insistencia en obtener declaraciones de Vizcarra a favor del presidente. A esto hay que sumarle un y, si bien no menciona a Vizcarra, habla de 'traidores'", comentó el analista político Arturo Maldonado.

Con relación a Fuerza Popular, comentó que hizo su trabajo y supo encubrir todos los cuestionamientos de la oposición contra Martín Vizcarra por el Caso Chinchero y enfocar la discusión alrededor de la moción de vacancia contra PPK.

María Alejandra Campos también dijo que el fujimorismo, y la oposición en general, supo aprovechar la situación al mostrarse como el bando moderado apegado a la Constitución frente a un Ejecutivo que, con agresividad, exigía un pronunciamiento por parte de Martín Vizcarra.

- Las cartas del embajador -

"Hasta ahora, he visto por parte del vicepresidente una actitud prudente. No dudo de la lealtad de Martín Vizcara hacia el presidente, pero también debe responder a un país y a la Constitución, y ahora está en una situación que le permitirá actuar sin vulnerar sus principios", dijo el analista Luis Nunes.

"Fue un pronunciamiento que dejó todas las puertas abiertas. Vizcarra fue consecuente, aunque no echó luces sobre lo que el Ejecutivo le pedía. No ha dicho nada sobre renunciar si procede la vacancia, pero se ha mostrado consecuente con sus principios y se prepara para cualquier escenario", manifestó, a su turno, María Alejandra Campos.

Maldonado calificó a Martín Vizcarra como "estratégico" al no mostrar todas sus cartas de juego en el saque, aunque atribuyó parte de su silencio a una reacción negativa ante una aparente desconfianza por parte de PPK.

"Martín Vizcarra se debe considerar leal a PPK. Por eso, cuando surgieron todos estos pedidos para que reafirme su posición, le debe haber surgido malestar la desconfianza de su propio equipo", concluyó el analista político.

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