El cordón umbilical de Lula, la columna de Héctor Villalobos
El cordón umbilical de Lula, la columna de Héctor Villalobos
Héctor Villalobos

“El futuro del Brasil está ligado al Perú y el futuro del Perú está ligado al Brasil; nos une un cordón umbilical, como un feto”, dijo el 5 de junio del 2013 el hoy procesado ex presidente durante el foro por los 10 años de la Alianza Estratégica entre ambos países.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) se refería al futuro económico y comercial, pero hoy la frase parece mejor aplicada al futuro penal de varios líderes políticos de su país y el nuestro. El destino de estos personajes depende y está ligado a los descubrimientos, revelaciones y avances de la investigación por el Caso Lava Jato que llevan a cabo autoridades del Perú y Brasil.

Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que muchos pregonaban que el modelo de Lula era el espejo en el que nuestro país debía mirarse. A inicios de la campaña electoral del  2011, apremiado por la necesidad de desmarcarse de la imagen radical que tenía, decidió dejar atrás a su mentor ideológico Hugo Chávez y virar hacia un nuevo padrino que lo recibió con los brazos abiertos.

En febrero de ese año, el líder del Partido Nacionalista viajó a Brasilia, ciudad a la que fue invitado para participar en los festejos por el aniversario 31 del Partido de los Trabajadores. Por coincidencia, por esa época, empezaron a trabajar en la campaña de Humala los asesores brasileños Valdemir Garreta y Luis Favre, ambos vinculados a la agrupación de Lula.

Tras el triunfo electoral, Favre continuó asesorando al ahora mandatario, contratado, según él, “por el Partido Nacionalista peruano para cuidar su imagen” (Luis Favre en entrevista en El Comercio del 24 de marzo del 2013). Posteriormente, asesoró a la campaña por el No a la revocatoria de la entonces alcaldesa de Lima, Susana Villarán. Los honorarios de Favre siempre estuvieron envueltos en un manto de misterio que los contratantes de sus servicios nunca pudieron transparentar.

Hoy, cuando el escándalo de los sobornos pagados por las empresas brasileñas patrocinadas por el Partido de los Trabajadores enloda a la clase política peruana y a la de varios países de la región, las sospechas y suspicacias vuelven a posarse sobre la relación Humala-Lula y la campaña electoral del 2011.

El diario brasileño “Folha de Sao Paulo” informó el domingo que la empresa Odebrecht habría entregado ese año US$3 millones para la campaña de Humala, pago que, según el medio brasileño, fue autorizado por Lula. La noticia plantea varias interrogantes, entre estas: ¿Por qué Lula autorizaba los pagos que hacía Odebrecht? y ¿por qué el ex ministro del PT Antonio Palocci, actualmente detenido en Brasil, administraba dinero de una empresa privada?

Las respuestas solo se conocerán conforme se desarrollen las investigaciones. Por ahora, todo está en el terreno de las especulaciones razonables. Parafraseando al ex presidente brasileño, para muchos personajes locales será muy difícil cortar el cordón umbilical que los une con Lula.

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