El Gabinete Zavala, la columna de Erick Sablich
El Gabinete Zavala, la columna de Erick Sablich
Erick Sablich Carpio

El presidente electo reveló finalmente quiénes serán los ministros de su primer . Un anuncio que en líneas generales –como sucedió con la elección de Zavala– ha sido bien recibido.

El perfil del Gabinete es eminentemente técnico, un buen reflejo del nuevo mandatario y del presidente del Consejo de Ministros. En general, se trata de profesionales con experiencia pública y privada en los sectores que liderarán. Los ministros anunciados parecen representar un grupo homogéneo que cree en ejes básicos como la inversión privada como motor de crecimiento de la economía y lucha contra la pobreza y en la necesidad de reformar y simplificar el Estado. 

Siguiendo con lo positivo, varios de los elegidos han destacado en sus campos y no tienen cuestionamientos que pongan en tela de juicio su honestidad. Algo que, para lo que nos tiene acostumbrados nuestra política, es rescatable. La continuidad de Jaime Saavedra en Educación, el nombramiento de un diplomático de carrera como Ricardo Luna en cancillería y la designación de la congresista Marisol Pérez Tello en Justicia son también buenas señales.

Sin embargo, es cierto que al Gabinete parecen faltarle operadores políticos experimentados. Personas que puedan fajarse en los medios de comunicación cuando las papas quemen y llegar a acuerdos con las fuerzas opositoras en el Congreso y con autoridades y movimientos regionales. Asimismo cuadros que, por ejemplo, hagan notar al presidente electo que tres almuerzos con el mandatario Ollanta Humala son al menos dos almuerzos más de los necesarios o que nada tiene que ganar cuando se pronuncia sobre las investigaciones a la primera dama Nadine Heredia.

Además de Zavala, ministros como Pérez Tello, el próximo titular del Interior Carlos Basombrío y el también vicepresidente Martín Vizcarra parecen ser los mejor equipados para asumir estas funciones, pero será necesario que otros eleven su perfil. Del mismo modo, el rol de congresistas como Juan Sheput, Carlos Bruce y Mercedes Aráoz será fundamental tanto para defender al Ejecutivo como para tender puentes con otras agrupaciones en el Legislativo. Tarea difícil teniendo en cuenta que son minoría, pero absolutamente necesaria para el futuro gobierno.

Con suerte, la presentación del Gabinete y la designación de una política de tono conciliador como Luz Salgado como candidata a la presidencia del Congreso por Fuerza Popular representan señales de que el nivel de confrontación entre el fujimorismo y Peruanos por el Kambio va disminuyendo. Nadie les pide ni recomienda que sean aliados, pero cuanto antes se den cuenta de que sus suertes están irremediablemente ligadas mejor será para ellos y para el país.

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