Jugaron para la tribuna, la columna de Diana Seminario
Jugaron para la tribuna, la columna de Diana Seminario
Diana Seminario

La gente quiere propuestas y menos ataques, es la frase que venimos escuchando en los últimos días, y anoche ambos candidatos, si bien se esforzaron en desarrollar algunos puntos de sus planes, intercambiaron golpes que resultaron ser efectistas para el público, que celebró este intercambio de palabras mucho más que el desarrollo técnico de conceptos como descentralización, competitividad regional, manejo de recursos naturales e infraestructura. Esta es la realidad de la política en el Perú y el mundo, y los candidatos lo saben.

Ambos se centraron en sus fortalezas y en subrayar las supuestas debilidades del otro. puso énfasis en sus ininterrumpidos viajes alrededor del país durante cinco años, mientras que hizo gala de su experiencia en gestión pública tanto en el país como en el extranjero. Ambos jugaron para su público y no arriesgaron más de lo que debían.

Kuczynski puso las balas en el blanco de la corrupción y el narcotráfico, en clara y específica alusión al gobierno de Alberto Fujimori y al controvertido Joaquín Ramírez, secretario general de Fuerza Popular de licencia, quien viene siendo investigado por la fiscalía por el presunto delito de lavado de activos.

“Cómo has cambiado pelona”, fue la respuesta de Keiko cuando PPK le recordó que en el gobierno de su padre hubo mucha corrupción. De esta manera la candidata de Fuerza Popular le enrostró a Kuczynski cuando la apoyó activamente en la segunda vuelta del 2011 y decía que Keiko era honesta. Keiko, además, puso sobre la palestra el caso de Martín Vizcarra, quien ha sido declarado reo contumaz, aunque para PPK eso es un “cuentazo”.

Kuczynski fue al flanco débil de Keiko: Joaquín Ramírez, y denunció que su “paso al costado” sería más bien pura finta, y echó mano del lado oscuro del fujimorismo: la poca transparencia, la corrupción y cómo el gobierno de Alberto Fujimori “destrozó las instituciones”. Le llegó a decir a Keiko que “fue la primera dama de un gobierno que acabó con las instituciones”. “Lamento, Sr. Kuczynski, que usted nuevamente piense que está debatiendo con mi padre”, fue la respuesta.

Keiko Sofía, por su parte, aprovechó lo que revelan las encuestas: la fortaleza de PPK se encuentra en los sectores socioeconómicos A y B, por lo que calificó a su contendor de “elitista” y que gobernaría para las grandes corporaciones. En este caso, la candidata se dirigía a su público, a la mayoría de sus electores: los sectores D y E.

Este primer choque se dio minutos después de que se difundiera el simulacro de votación de Ipsos que ubica a Fujimori con el 52,6% de votos válidos y a PPK con el 47,4%. Al parecer la denuncia de la supuesta investigación de la DEA a Joaquín Ramírez, lejos de sepultar a la candidata, la empoderó. Cuando una denuncia no tiene la debida contundencia termina por favorecer al denunciado, en este caso, a la candidata.

Nada está dicho aún y el próximo domingo será el debate final.

No nos asustemos de los ataques y contraataques, ni del temperamento de los candidatos. Este es el momento de ver y comparar el carácter de ambos contendores. Si bien nuestro país requiere de acciones concretas que nos permitan dar el salto al desarrollo el 2021, también queremos ver la garra y el coraje de quien pretende gobernar un país tan complejo como el Perú.

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