Keiko, la antifujimorista, por Enrique Pasquel
Keiko, la antifujimorista, por Enrique Pasquel
Enrique Pasquel

, oficialmente, está en campaña. Ayer, en la Universidad de Harvard, realizó una presentación en la que hizo diversas declaraciones que dieron que hablar a todo el mundo.

Por ejemplo, que “el trabajo de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación ha sido positivo para el país”. Asimismo, recalcó que en el gobierno de su padre “se cometieron errores graves” pero “aprendimos de ellos y no permitiré que jamás vuelvan a repetirse”.

Precisó también que “hay una deuda pendiente de mi partido en el tema de corrupción”. Además, Keiko sorprendió al señalar: “Yo condeno a los médicos y me solidarizo con todas las mujeres que sufrieron esterilizaciones forzadas”.

Finalmente, hizo hincapié en que se encuentra de acuerdo con la unión civil para las personas del mismo sexo.

La lideresa de Fuerza Popular sabe que su techo electoral lo fija el antivoto fujimorista. Y ha decidido tratar de romper ese techo deslindando de la corrupción y de algunos de los crímenes más evidentes cometidos durante el gobierno de Alberto Fujimori.

Sin duda, no fue suficiente para convencer a sus opositores más acérrimos, quienes de hecho le criticaron su tibieza al calificar de errores lo que son delitos, pero es el primer paso en ese sentido (y un rompimiento más drástico con la tradición de su partido no era políticamente realista).

Por otro lado, el apoyo a la unión civil es un guiño a los sectores más progresistas en temas de derechos civiles, los cuales tradicionalmente se han encontrado en las antípodas del fujimorismo.

Todo este movimiento de piezas, asimismo, no es el primer reposicionamiento en el tablero electoral de la candidata naranja. Hace unas pocas semanas, Keiko apoyó la expansión de la actividad empresarial del Estado (que su padre contribuyó a reducir de manera importante) al defender el ingreso de Petro-Perú al lote 192.

En esa misma línea, sostuvo que Sedapal no debía ser privatizada pues el agua es un derecho humano. Y meses antes, también en una muestra de que no comulga totalmente con la apertura de mercado de los noventa, criticó al presidente Humala por bajar aranceles y dejar “desprotegida la producción nacional”.

Es así como resulta que ahora Keiko es una candidata democrática, que repudia la corrupción del gobierno de su padre, que apoya la ampliación de los derechos civiles y que coquetea con una mayor intervención del Estado en la economía. Keiko Fujimori, de esta forma, como varios apuntaron en redes, pareciera ser una antifujimorista infiltrada en el fujimorismo.

¿Real cambio de convicciones o pura estrategia electoral? Cualquier candidato puede declarar lo que sea, pero bien sabemos que en campaña vale todo. Por esto, el mejor indicador para saber en qué cree realmente la candidata del fujimorismo será conocer a quiénes elige para que la acompañen en su intento por llegar al poder.

Si repite la misma lista congresal, puedo creer que ella ha dado un paso hacia la izquierda económica, pues durante este gobierno sus congresistas han promovido diversas iniciativas intervencionistas. Pero me es difícil creer que Keiko esté dispuesta a romper con el legado político de su padre y que ha optado por una alternativa menos conservadora si lleva en su equipo a personas como Martha Chávez, Julio Rosas o Carlos Tubino. Como dice el dicho, dime con quién paras y te diré quién eres. Y las juntas, en este caso, son elocuentes.

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: "El trabajo de la CVR ha sido positivo para el país" ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)