Presión política en tres bandas
Presión política en tres bandas
Redacción EC

JUAN PAREDES CASTRO Editor central de Política 

Desde que los promotores de la campaña contra la supuesta concentración de medios buscaron la opinión del presidente Ollanta Humala, saliéndoles el tiro por la culata, nada bueno han conseguido en ese nivel.

Humala, con su amenaza de someter a la prensa escrita a una regulación legislativa, pasó rápidamente a cargar con el peso intervencionista contra la libertad de expresión. Fue muy tarde para él cuando creyó que el problema debía verlo el Congreso o el Poder Judicial.  

No obstante ello, la presión política se mantiene hasta hoy con su único común objetivo: liquidar la asociación El Comercio - Epensa. Incluso pretendiéndose recurrir al sistema interamericano de justicia.

Ahora resulta que esta presión política trata de mostrarse menos perceptible desde el brazo directo del gobierno, disimuladamente retorcida en la vía del Legislativo y cien por ciento segura en los recovecos del Poder Judicial. Así lo demuestra la conducta del juez Juan Macedo, titular del Cuarto Juzgado Constitucional que admitió una demanda contra la asociación El Comercio - Epensa cuya resolución de trámite inicial, a cargo de la jueza provisional Lizy Béjar, él mismo había declarado nula, por irregular, menos de 24 horas antes.

No solo hay sorpresa mayúscula en esta marcha atrás de un juez sobre su propio criterio profesional y jurídico. Hay indudablemente más de una sospecha de presión política, sin duda intimidatoria, para quien podría sentir temor de perder el puesto.

No olvidemos que con motivo de la inauguración del año judicial (2 de enero), el presidente Humala, lejos de mostrarse neutral en un tema societario privado, descargó en las puertas del Palacio de Justicia una desafiante crítica contra la asociación El Comercio - Epensa, en momentos en que el tema esperaba ser visto en el Cuarto Juzgado Constitucional. 

Claro que en ese momento no hubo ninguna alta autoridad superior o suprema capaz de nivelar el piso en defensa de la libertad de prensa y del fuero independiente y autónomo de quienes administran justicia.

Un juez como Macedo tampoco ignora que las presiones políticas igualmente pueden transitar por el Consejo Nacional de la Magistratura, en cuyas manos su evaluación y ratificación juegan cada cierto tiempo sus más cruciales cartas.

Vemos con preocupación la incongruencia de un juez que revierte su propia resolución, como también la incongruencia de quienes defienden la instancia judicial en la demanda contra la asociación El Comercio - Epensa, después de que alentaran la presión política, a sabiendas o no de los efectos perniciosos que la misma acarrearía para la libertad de expresión y prensa en el país.

Hay en esto un juego hipócrita que en el fondo avala la presión política en tres bandas (la gubernamental, la legislativa y la judicial) en busca de la milagrosa carambola dirigida a afectar la libertad de mercado y competencia de los medios de comunicación, con el cuento de la concentración que nadie se habría atrevido a escribirlo si los beneficiarios hubieran sido los demandantes de hoy.