El reto de PPK, la columna de David Rivera

– “Si el Perú no se arregla socialmente, no es viable”.

– “Yo creo en la educación pública. Si hay privada, bienvenida, pero en un país donde el ingreso medio familiar es de US$7.000, sin educación pública, nunca vas a salir adelante”.

– “La agricultura familiar es lo que ha hecho que sociedades como Nueva Zelanda, Australia, Canadá, prosperen. No estoy en contra de la gran agricultura, pero se exagera”.

– “Uno tiene derecho a cambiar de opinión. Las grandes privatizaciones de agua en el mundo no están funcionando”.

– “El Perú ha cambiado. La clase C que era 18% ahora es 40%. El corazón de ellos debe estar, por un lado, por la economía creciente, dinámica, y por el otro, preguntándose quién los acompaña en este viaje solitario”.

He extraído estas frases de una entrevista que le hicimos a Pedro Pablo Kuczynski para la edición de junio del 2015 de la revista “Poder”. Terminada la conversación, el editor me consultó si PPK siempre había pensado así o si decía todo lo anterior porque quería ser presidente. Le respondí que, desde mi perspectiva, si bien era un hombre de derecha, era más progresista y práctico que la imagen que se había construido de él. De hecho, le recordé que cuando fue ministro de Economía con Toledo, lejos de tener el respaldo de los medios de comunicación, lo que PPK recibió fueron no pocas críticas.

Es por este motivo que si algo sorprendió de esta primera vuelta, fue cómo PPK se convirtió en pocos meses en el candidato más conservador de la campaña, antes, inclusive, de la aparición de Barnechea y Mendoza. ¿Fue el entorno que terminó rodeándolo? ¿Falta de energía para pelear por sus ideas? ¿Estrategia de campaña?

Cualquiera sea la respuesta, y visto los resultados de la primera ronda, en Peruanos por el Kambio deberían tener claro que si desean llegar a ser gobierno, tendrán que replantearse varios elementos, y que uno de ellos será el económico. Porque si lograron pasar a la segunda vuelta no fue por una convicción del electorado con su propuesta, sino por el retiro de la candidatura de Julio Guzmán y por la campaña de miedo contra las propuestas de Verónika Mendoza.

En realidad, necesitarán un poco más. En lo estrictamente económico, Keiko Fujimori puede colocarse sin mucho esfuerzo a la izquierda de PPK. Ya lo hizo en la primera vuelta y, a diferencia de Kuczynski, podría ahora, por ejemplo, apoyar la Ley Universitaria, o la necesidad de diversificarnos productivamente.

No es lo único en lo que el fujimorismo estará dispuesto a adaptarse para ganar la elección. ¿Estarán dispuestos en Peruanos por el Kambio a preparar el terreno no solo para ganar la segunda vuelta sino también para darle viabilidad social a un eventual gobierno? ¿Harán una correcta evaluación de los resultados de la primera vuelta, de lo que gran parte del país está pidiendo y de los paradigmas que hay que romper para hacer cambios? ¿Tendrá Kuczynski el liderazgo y la energía suficiente para definir claramente la visión de su movimiento? Ojalá sea así.

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