Semana de autogoles, la columna de Enrique Pasquel
Semana de autogoles, la columna de Enrique Pasquel
Enrique Pasquel

El oficialismo: Hasta donde sabemos, Alfredo Thorne, ministro de Economía, decide consultarle (sin ningún nombramiento o remuneración de por medio) esporádicamente algunos asuntos del ministerio a Alfredo Jalilie. Así, llega a pedirle que aconseje al gobierno en ciertos temas de la reforma del SIS. El jueves, el presidente informó a los medios: “El ex viceministro de Economía Alfredo Jalilie está ayudando en esto. Él es del gobierno de Fujimori. Seguro nos van a decir cómo es posible, pero es una persona de gran capacidad”.

Así, el gobierno que acaba de promulgar la ley de muerte civil para funcionarios condenados por corrupción decide hacer parte de su entorno a un señor que fue sentenciado a prisión por el desvío de US$15 millones de fondos públicos para pagar a Vladimiro Montesinos una compensación por sus años de trabajo, y que aún debe al Estado una reparación civil de S/2’321.453.

¿No había otra persona a la cual consultar? ¿O simplemente prefirieron ignorar lo que esta junta haría con la ya mellada imagen del gobierno?

El fujimorismo: Esta semana el congresista y vocero de Fuerza Popular, Luis Galarreta, sostuvo que “Montesinos aparece casi a la mitad del gobierno”. Luego pasó a compararlo con Moreno, al sostener: “Ahorita lo que hemos visto de Moreno en el tema de salud… ¡por favor! [...] no creo que Montesinos haya estado metido en ese tema”, como quien intenta convencer al público de que el destituido asesor de PPK tuvo más poder y fue más corrupto que el asesor de Fujimori.

Quienes no sufrimos de amnesia, sin embargo, sabemos que los vínculos de Montesinos con Fujimori aparecen antes de la elección de este último como presidente y que su poder en el Estado fue notado por la prensa desde el primer año de gobierno.

¿Se trata de un torpe intento de reescribir la historia? ¿O es que los fujimoristas creen que una patinada de ese tamaño no tendrá repercusiones?

El Frente Amplio: Al emerretista Alberto Gálvez Olaechea se lo condenó en 1991 por terrorismo. Fue liberado este año. Hace unos días, en el local del Partido Socialista, la congresista del Frente Amplio Marisa Glave presentó el segundo número de la revista “Ojo zurdo”, editada entre otras personas por Jorge Millones (militante del mismo partido y esposo de Verónika Mendoza) y Álvaro Campana (jefe de campaña de esta ex candidata presidencial). La publicación incluye un trabajo de Gálvez Olaechea. Frente a las críticas que despertó este vínculo entre el Frente Amplio y el condenado por terrorismo, los involucrados y varios izquierdistas argumentaron que el aludido es un arrepentido que ha hecho mea culpa pública y que ha cumplido su condena, por lo que tiene pleno derecho a hacer vida política.

Nadie niega los derechos de Gálvez Olaechea. Sin embargo, ¿no es contradictorio que el Frente Amplio defienda la muerte civil para los condenados por corruptos, pero que no crea que el mismo trato deben tener los condenados por terroristas? ¿O es que los segundos deben tener un trato preferencial por haber pertenecido a un movimiento de izquierda? Por otro lado, ¿los miembros del Frente Amplio realmente creen que estas juntas ayudan a la popularidad de su proyecto político?

Una de las verdades más tristes de nuestro sistema político es que todos los equipos que juegan son expertos en meterse autogoles. Y, con jugadores de este nivel, es muy difícil que el país gane partido alguno.

MÁS EN POLÍTICA...