Asegura que antes de fin de año habrá dos o tres acusaciones, además de la del Caso Humala Heredia. (Foto: Paco Sanseviero/El Comercio)
Asegura que antes de fin de año habrá dos o tres acusaciones, además de la del Caso Humala Heredia. (Foto: Paco Sanseviero/El Comercio)
Redacción EC

Por: Diego Chirinos / Karem Barboza

El fiscal de la Nación, , se muestra distendido. En menos de dos meses dejará el cargo y espera hacerlo con una acusación: la del Caso Humala Heredia. También se permite detallar algunas cosas del acuerdo con Odebrecht, aunque siempre con la reserva del caso.

—¿Cómo vive estas últimas semanas de unos largos tres años al mando de la fiscalía?
Las vivo tranquilo. Un poco preocupado por la carga que estoy dejando. También por la transición.

—¿Le preocupa un cambio en los fiscales del Equipo Especial Anticorrupción?
Sí me preocuparía un cambio de fiscales en los equipos. ¿Para qué voy a decir otra cosa? No es cuestión de confianza, sino de competencias funcionales. Los fiscales actuales están haciendo bien su trabajo.

—Si tuviese que pedirle alguna autocrítica de su gestión, ¿cuál señalaría?
En el tema administrativo, por ejemplo, faltó empuje. En algunos casos hubo también un poco de lentitud, aunque no en todos. Quizás faltó comunicación para que se entendiera el acuerdo entre la empresa [Odebrecht] y la fiscalía. Pero es también decisión del fiscal.

—¿Hoy puede dar detalles de ese acuerdo?
La empresa se compromete a entregar información para la investigación y nada más, no hay compromiso de la fiscalía hacia Odebrecht. Tampoco se comprometen intereses económicos del Estado. El acuerdo se hará público pronto.

—Cuando asumió el cargo, dijo que trabajaría para levantar la imagen de la institución. ¿Cree que lo logró?
La fiscalía está recuperando su sitial a pasos agigantados. Que se me denunciara ante el Congreso, con cargos absurdos, nos unió en una sola voz. Hicimos respetar nuestra autonomía e independencia. Eso no se había logrado nunca.

— ¿Considera que se le faltó el respeto a la fiscalía?
Se le ha faltado el respeto a la fiscalía, pero hicimos que sea respetada. Las investigaciones que hacen allá [en el Congreso] son políticas. Hay una diferencia abismal. Antes de citarnos nos dijeron obstruccionistas, que no apoyamos a la Comisión Lava Jato, que somos una organización criminal. ¿Y luego nos invitan? Si afirman que tienen la investigación avanzada, ¿para qué nos necesitan?

—¿La acusación del Caso Humala Heredia estará lista antes de que deje el cargo?
Es que si en el camino se cruza una recusación, una excepción o un planteamiento para dilatar el proceso, ya no es culpa del fiscal. En este caso [el de Humala], está todo listo.

—Algunos atribuyen a la fiscalía ciertos excesos en ese caso. ¿Reconoce alguno?
El hecho de que sea el caso que esté más avanzado, en comparación a otros, no constituye una persecución contra esas personas. Si yo tengo varios casos pero uno está más avanzado, me preocupo de ese mientras avanzo el resto. Sucede con cualquier fiscal.

—¿Cuál fue su análisis de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el caso Humala? Si bien fue en mayoría, hicieron una severa crítica al análisis jurídico apoyado por la tesis fiscal.
Debe ser materia de análisis académico, porque hay partes en las cuales discrepamos. Exige aspectos que no son acordes con las necesidades de persecución penal y aseguramiento de las personas al proceso penal. Pero solo obliga al caso y no a los jueces. La misma sentencia es por mayoría. Si fuese por unanimidad, la respetaría más.

—En determinado momento, el mecanismo de colaboración eficaz también fue puesto en entredicho. En el balance, ¿fue acertado emplear la colaboración eficaz de Jorge Barata y Odebrecht?
Sí. Sin el apoyo de los colaboradores eficaces se hubiese avanzado muy poco. Quien colabora está obligado a decir la verdad y hay más información por venir.

—Mencionó que empresas se acercaron en un primer momento para optar por la colaboración eficaz y luego se alejaron. ¿Fueron tres las empresas que han vuelto a contactarlos?
Tres o cinco. Como individuos ha aumentado de 17 a 28 el número de colaboradores eficaces. Y ya tenemos 34 casos abiertos. Se va a abrir un caso más en los próximos días.

—¿Esperan información relacionada a un alto funcionario que no esté por ahora investigado?
Hay 48 pedidos pendientes relacionados a Lava Jato y que no solo tienen que ver con Odebrecht, sino también con otras empresas.

—Estimó que en dos años existirán las primeras sentencias. ¿Se refiere a sentencias de altos mandos políticos o mandos medios de gobierno?
En general. El caso más cercano es el de los Humala Heredia. Si el juicio se iniciara en julio o agosto, en diciembre estaría acabando. Luego vendrá el resto de casos. Además de la de Humala, este año habrá dos o tres acusaciones.

—¿Relacionadas, por ejemplo, al caso de Félix Moreno?
Así es. El de la Costa Verde está avanzado. También el de la Línea 1 del Metro de Lima y Vía Evitamiento del Cusco. Son acusaciones que se esperan para este año. Luego el caso de Susana Villarán, que está para formalizar investigación preparatoria.

—Menciona a diversos políticos. Pero hay quienes sienten que, por ejemplo, a Keiko Fujimori o Alan García no se los trata con la misma celeridad. ¿Es así?
Es la percepción de algunos, pero no está en el trabajo fiscal dar preferencias. Un caso se avanza más porque hay más pruebas. No puede decirse: ¿Por qué no detienen a los otros? Además, un fiscal no va a seguir lo que dice el investigado. ¿En dónde se ve eso?

—Otra investigación es la de una presunta compra de votos para la vacancia de Pedro Pablo Kuczynski. ¿Variará en algo tras los nuevos indicios de una eventual coordinación previa a las grabaciones?
Antes de julio debo haber concluido el informe del Caso Mamani. Si hubiera la necesidad de ampliar la investigación, se hará.

—¿Cuál es la situación del ex ministro Bruno Giuffra en ese caso? Poco se sabe de él.
Está sometido a investigación, igual que los congresistas. Que no se haga público no significa que no avance. Ya prestó su declaración y sí está investigado.

—¿Cuándo podría resolverse la denuncia contra el ex presidente Kuczynski por el presunto indulto irregular de Alberto Fujimori?
Espero la próxima semana tener una idea y revisar bien el documento.

—¿El fallo de la Corte IDH podría influir en esa decisión?
Hay que ser prudentes. Se entiende que los fallos que dicta la Corte IDH se tienen que acatar; eso se debe hacer. Los efectos en el trabajo de la fiscalía se verán en su momento.

—Para el secretario de la OEA, Luis Almagro, a otros países les gustaría tener fiscales como los peruanos. ¿Ese reconocimiento fue un objetivo o una consecuencia del trabajo realizado?
Es una consecuencia. Cuando se reconoce a un fiscal, no es al fiscal de la Nación, sino a todos. Que autoridades internacionales digan eso es un halago.

—¿Qué siente al ver a políticos diciendo que se pueden elegir jueces o que, si estás con tal bando, la fiscalía no tiene por qué meterse contigo?
Deben estar en otro país, en mi trabajo no hubo ninguna línea política. Que en las investigaciones estén involucrados personajes políticos no hace política la investigación. Los partidos deberían estar contentos porque, si uno de sus integrantes cometió un hecho delictivo, les conviene que lo saquen.

—¿Hoy diría que el sistema judicial ayuda a que no exista impunidad en el Perú?
Desde el punto de vista fiscal, sí. Espero que el lado jurisdiccional esté en la misma línea. Poco a poco, la pelota pasará a la cancha del Poder Judicial [en el Caso Lava Jato].