Caudillismo estatutario: el poder de los líderes de partidos
Caudillismo estatutario: el poder de los líderes de partidos
Alejandro Cavero Alva

La Comisión de Reforma Electoral del Congreso ha anunciado una nueva ley electoral para julio de este año. Cuando asumió la presidencia de este grupo, la fujimorista Patricia Donayre sostuvo a este Diario que la democracia interna sería una de sus prioridades. “La población exige tener partidos consolidados [...] Ahora lo que tenemos son partidos que obedecen a la circunstancia electoral”, dijo al ser consultada sobre este tema.

Sin embargo, el objetivo planteado por Donayre choca con un sistema de partidos políticos que algunos expertos consideran como uno de los más caudillistas de la región. Lo cierto, en esa línea, es que tres de los más importantes partidos políticos representados en el Parlamento tienen estatutos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que otorgan poder discrecional a sus presidentes para poder hacer y deshacer en su agrupación como mejor les parezca.

—Lideresa a la letra—
Fuerza Popular, el partido fundado por Keiko Fujimori, le confiere a esta más de una atribución fundamental. Tanto así que muchos de los enunciados en el estatuto se encuentran en femenino, como dando a entender que la presidencia siempre estará ocupada por una mujer. Por ejemplo, entre sus prerrogativas está proponer en su integridad a todo el Comité Ejecutivo Nacional, órgano de manejo cotidiano del partido.

Asimismo, es responsable de convocar al Congreso partidario. No obstante, si no lo hace o simplemente decide postergarlo, la sanción es una amonestación por escrito. Keiko Fujimori, además, puede remover a discreción al tesorero o a los representantes legales, nombrar a los voceros y hasta aprobar contratos.

—Caudillo vitalicio—
Alianza para el Progreso (APP) de César Acuña, por su parte, va más allá y establece la presidencia vitalicia de su líder. Ejerce la representación legal del partido y es quien actúa ante cualquier acción legal a nombre de APP. El personero legal depende directamente de él. Aprueba todo lo que va a ser difundido en los medios y, no menos importante, designa a los miembros  del directorio de la Dirección Ejecutiva Nacional (DEN), lo cual le da en términos prácticos un control total de la organización.

—La voz oficial—
En el caso del partido Peruanos por el Kambio, hoy en el gobierno, unas semanas luego de asumir el mando, Pedro Pablo Kuczynski delegó la presidencia de su agrupación al congresista Gilbert Violeta. Y aunque PPK conservó su título de presidente honorífico, en la práctica Violeta es la persona que hoy tiene la conducción real de la organización. Por ejemplo, según el estatuto, la Asamblea Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional (máximos órganos de dirección partidaria) no pueden reunirse si es que no son convocados por el presidente.

Asimismo, sus declaraciones públicas “reflejan las posiciones del partido”, es representante legal del mismo y, como para coronar sus atribuciones, puede disponer como “medida cautelar a los intereses del partido” la suspensión en sus funciones de cualquier persona que ocupe o no un cargo en los órganos internos.

—Otros casos—
Cohesión chacana: El estatuto del todavía vigente Perú Posible contempla que el “símbolo de la cohesión” del partido es Alejandro Toledo, cuyo cargo  es también vitalicio.

Líder por estatuto: En Solidaridad Nacional, del alcalde de Lima Luis Castañeda, su estatuto contempla expresamente que la presidencia recae en el burgomaestre.

Facultad para revocar: El Partido Nacionalista le da a su presidente la facultad de revocar cualquier nombramiento de los órganos partidarios.

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