Vladimir Cerrón es la máxima autoridad de Perú Libre. Según sus estatutos, el número dos de esa agrupación es el prófugo Arturo Cárdenas, de camisa rosada en la imagen.
Vladimir Cerrón es la máxima autoridad de Perú Libre. Según sus estatutos, el número dos de esa agrupación es el prófugo Arturo Cárdenas, de camisa rosada en la imagen.
Rodrigo Cruz

Al igual que el presidente Pedro Castillo, Carlos Curisinche, alcalde del Tambo, el distrito más poblado de la región Junín, se afilió al partido Perú Libre (PL) para postular a un cargo de elección popular. Lo hizo en octubre del 2017 con el fin de participar en los comicios municipales del siguiente año.

Pero el pasado 27 de setiembre, Curisinche renunció a PL por diferencias irreconciliables con el líder de la agrupación, Vladimir Cerrón. Hoy, fuera del partido, señala que ahí no existe capacidad de debate, análisis ni discrepancias. Se debe acatar todo lo que ordena su fundador y máxima autoridad, es decir, el exgobernador regional de Junín.

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Por eso, este alcalde, que es además presidente de la Asociación de Municipalidades de Junín, asegura que el comunicado que publicó PL el pasado jueves, que anunció que no dará el voto de confianza al Gabinete Vásquez e informaba el inicio de procesos disciplinarios para las ministras y militantes de ese partido Dina Boluarte y Betssy Chávez, es “una posición unilateral” de Cerrón.

Curisinche indica que llegó a esa conclusión luego de haber conversado con aún militantes de ese partido y por el conocimiento que tiene sobre cómo se conduce dicha organización política.

—Obediencia al líder—

Basta revisar los estatutos para tener una idea de la clara verticalidad del partido de Cerrón. Es el único dirigente que tiene la potestad de convocar una asamblea nacional, máximo órgano deliberativo y de decisión de Perú Libre, y quien conduce el comité ejecutivo nacional (CEN), el más alto nivel de jerarquía en la dirección de la agrupación. El mismo Cerrón fue quien informó sobre la decisión de Perú Libre. Dijo que esta se dio en una asamblea nacional extraordinaria, convocada para la noche del miércoles 13, según supo El Comercio. De acuerdo con los estatutos, esta también la integra el congresista Waldemar Cerrón, secretario de Ideología y Política Nacional del partido.

Otro integrante de la asamblea y miembro del CEN es el hoy prófugo Arturo Cárdenas Tovar, secretario de Organización Nacional de PL. Según las normas internas de la agrupación, es el número dos del partido y quien reemplaza al secretario general (Cerrón) si no está presente.

“Se sancionará a los militantes que incurran en faltas de acuerdo a su gravedad y daño ocasionado en los siguientes casos: quebrantar la unidad del partido e ir en contra del estatuto, ideario y programa, el mismo que será considerado como falta grave”, dice el estatuto de PL, en el que la expulsión del partido es la máxima sanción.

El proceso será dirigido por el secretario de Disciplina, el militante Pablo Luna Vidalón, pero dependerá de lo que disponga el CEN, que integran Cerrón y Cárdenas.

Para Cerrón y la dirigencia, Boluarte y Chávez (militantes de PL desde setiembre del año pasado) cometieron una falta grave por sumarse al Gabinete Vásquez sin consultar al partido.

Anoche, ambas emitieron un comunicado dirigido a la militante del partido del lápiz en el que lamentaron que “la dirigencia se ponga de espaldas a la esperanza que encarna Perú Libre e intenta llevar a la organización hacia posturas divisionistas e intolerantes” e indicaron que el gobierno “no es patrimonio de un solo partido o líder político”.


—Cuotas de poder—

“Es momento de que Perú Libre exija su cuota de poder, garantizando su presencia real o la bancada tomar posición firme”, fueron las palabras de Cerrón minutos antes de que se conocieran los nuevos rostros del Gabinete. Una semana después, anunció que no le darían el voto de confianza. Con ello, el líder de PL confirmaba no solo el inicio de una ruptura con el Poder Ejecutivo, sino también el resquebrajamiento entre los bloques cerronista, castillista e invitados en la bancada del partido del lápiz.

Para Curisinche, lo dicho por Cerrón es una muestra más de cómo se comporta la agrupación. Indicó que cuando asumió la alcaldía del Tambo, el partido le exigió que nombrara a un militante sin experiencia como gerente general. Según su testimonio, él rechazó ese pedido.

“El problema de Perú Libre es que es un partido muy incipiente que no estaba preparado ni tenía previsto llegar al Gobierno Central tan pronto como se dio. Eso le ha generado diversos obstáculos, principalmente no contar con gente preparada en la función pública”, afirmó el alcalde a El Comercio.

Lo que ocurre en Huánuco también es una demostración de la crisis de este partido. Este Diario se comunicó con un grupo de simpatizantes de PL que apoyaron en la campaña de Castillo, pero que hoy están indignados con el partido. Una de ellas, Abigaíl Aparco, dice que han decidido dar un paso al costado para sumarse al Partido Magisterial y Popular, del grupo de profesores cercanos a Castillo