René Zubieta Pacco

Durante su intervención en la edición 77 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (), el presidente no solo habló de asuntos internacionales. Aludió también a la crisis política en el Perú, ahondada por hechos de su propia gestión, y a actos de control político de parte del .

“La gobernabilidad democrática exige el respeto a la institucionalidad y sobre todo a la voluntad popular. Los golpes de Estado, sea cual sea su modalidad, o el poder del Estado que los impulse, son ilegítimos. Atentan contra la expresión soberana de la voluntad popular”, manifestó victimizando a su gobierno y sin hacer alguna autocrítica.

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Las palabras del mandatario se dan en medio de nuevas intenciones de vacancia desde el Parlamento, seis investigaciones fiscales –cuatro de ellas por organización criminal– en su contra en poco más de un año de gobierno, y una constante inestabilidad por cuestionadas designaciones en altos cargos del Estado.

Asimismo, sostuvo que toda crisis de gobernabilidad o enfrentamiento entre poderes debe resolverse con el diálogo y respeto de los resultados electorales.

“Soy el jefe del Estado de un país multiétnico y pluricultural, con más de 3.000 años de desarrollo de altas civilizaciones, que ha tenido dificultades para eliminar el racismo y la desigualdad social. Mi gobierno simboliza las demandas, aspiraciones e ilusiones de quienes no han tenido nada o tuvieron muy poco para integrarse a la vida nacional como autores de su propio destino”, dijo en otro momento.

Reacciones desde el Congreso

Consultada por El Comercio, la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, María del Carmen Alva (Acción Popular), calificó de “lamentable” la intervención de Castillo Terrones para victimizarse y “dejarnos mal ante la comunidad internacional y mentir”. Tras cuestionar que el mandatario no reconozca que la crisis política también se debe a acciones de su gobierno, consideró que tampoco ha dejado una postura clara del Perú en torno a las relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática, la intención de abrir una representación diplomática en Palestina y las acciones de Rusia.

“Como presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, he convocado a una sesión extraordinaria al canciller para este viernes a fin de que responda estas mentiras y cambios de postura en la política exterior”, informó.

Respecto a los llamados del mandatario al diálogo y concertación, subrayó que ello no debe ser sinónimo de complicidad. “Todo poder del Estado tiene límites y los actos o indicios de corrupción deben ser investigados así se trate del mismo presidente. El Congreso tiene un rol fiscalizador y no puede abdicar a esa potestad que le da la Constitución, potestad que precisamente sirve para poner límites al poder”, añadió Alva.

A juicio de Diego Bazán (Avanza País), miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento, el discurso de Castillo es una reacción a la fiscalización a su gestión y a acciones que puedan venir.

“La crisis política que vive el país es provocada por el Ejecutivo, por malas decisiones que sigue tomando el señor Castillo [...] Está haciendo un llamado desesperado a la comunidad internacional para que lo proteja”, aseveró a El Comercio. Recordó que este miércoles, en la Comisión de Constitución, sustentará su proyecto de ley sobre la reducción de 87 a 78 votos para una vacancia presidencial.

En esa línea, Bazán indicó que Castillo se ja quejado constantemente del trabajo de fiscalización del Parlamento. “Va a seguir existiendo control político de parte del Congreso. “Quiere, ante cualquier hecho de vacancia, que la comunidad internacional lo respalde”, insistió.

Para el tercer vicepresidente del Congreso, Alejandro Muñante (Renovación Popular), Castillo envió una “indirecta” por actos de fiscalización del Parlamento.

“Un golpe de Estado es actuar al margen de la Constitución. Es irrumpir las instituciones y dinamitar por dentro sin respetar el texto constitucional. Si se refiere a una vacancia presidencial, tendría que informarse el presidente: la vacancia tanto como la disolución son herramientas constitucionales. Si se operan dentro de la legalidad o constitucionalidad, no pueden significar golpe de Estado”, refirió a Canal N.

Postura peruana

Castillo dio cuenta de la posición del Perú sobre distintos temas de orden exterior. Por ejemplo, resaltó que –luego de una postura contraria hace un mes en la gestión de Miguel Rodríguez Mackay en la cancillería– su gobierno ha restablecido relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática “y respalda firmemente su derecho a la autodeterminación”.

Precisamente, el mandatario se reunió el martes con Mohamed Salem Salek, canciller saharaui y miembro del Frente Polisario. Este es el movimiento independentista del Sahara Occidental, antigua colonia española anexada por Marruecos.

También sostuvo que el Perú condena la invasión de Rusia en Ucrania y pide un cese al fuego; reconoce la soberanía de Argentina en las Islas Malvinas y demanda negociaciones entre dicho país americano y el Reino Unido; y reprueba que Israel ocupe territorios palestinos y árabes. Entre otros temas abordados, anunció que el Perú abrirá próximamente una representación diplomática en Palestina.

“Se ha ceñido a la línea de la cancillería, porque ninguna de las posiciones que expresó es nueva en realidad”, señaló a El Comercio el internacionalista Farid Kahhat. Respecto de la República Saharaui, recordó que el segundo gobierno de Fernando Belaunde la reconoció y, a su vez, el Perú ha mantenido relaciones con Marruecos.

Anotó también que si bien la ONU no considera a la República Saharaui como Estado, sí reconoce el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación a través de un referéndum. “Y ahí el obstáculo no ha sido la República Saharaui, sino Marruecos”, afirmó. “Es obvio que Marruecos preferiría que Perú no reconozca a la República Saharaui, pero también es obvio que haberla reconocido no implicó mayores cambios en la relación bilateral”, agregó.

Pedro Castillo se reunió con el canciller de la República Saharaui.
Pedro Castillo se reunió con el canciller de la República Saharaui.
/ TV Saharaui en español

Por su parte, el exembajador del Perú en EE.UU. Carlos Pareja consideró adecuada la postura expresada por Castillo en torno a la representación diplomática en Palestina, pues esta tiene embajador residente en el Perú y sería un acto de reciprocidad. “Sobre lo de Argentina, la posición tradicional del Perú ha sido apoyar el inicio de negociaciones, porque hasta ahora lo que hay entre Argentina y Gran Bretaña son conversaciones, pero no negociaciones. La posición tradicional del Perú ha sido apoyar el inicio de negociaciones, hasta ahí nomás”, recalcó.

Sobre la República Saharaui, apuntó que el Frente Polisario no es un gobierno y que “la reunión [de Castillo] ha debido quedarse a nivel de cancillería nada más”. En esa línea, al sostener que Marruecos reclama ese territorio, discrepó con Kahhat y advirtió que la posición peruana puede afectar políticamente la relación con este último país.

“Siempre hay que tener mucho cuidado en los planteamientos que se hacen en las Naciones Unidas, sobre todo en materias internacionales, para no afectar las relaciones del Perú con Estados con los cuales hay tradicional magnífica relación, como el caso de Gran Bretaña y Marruecos”, concluyó Pareja.