“Cualquier cosa que hubiese hecho PPK no impactaba en mi trabajo”, aseguró Sepúlveda. (Foto: Léxico Comunicaciones)
Fernando Vivas

En la angustiante reunión palaciega del jueves pasado, en la que el presidente dio explicaciones a los suyos antes de hacerlo a la nación, contó, a sus ministros y congresistas, que su ex socio y amigo chileno estaba haciendo ‘arqueología’ para encontrar los papeles que mostrarían que se había desentendido totalmente de Westfield Capital. Lo repitió en su rueda de prensa del domingo. Estamos en Santiago para preguntarle a Gerardo Sepúlveda qué encontró excavando en su pasado común con Pedro Pablo Kuczynski ().

— ¿Cómo calificaría su relación con PPK? ¿Amical, comercial, fraternal?
Pedro Pablo Kuczynski y yo nos conocemos hace 25 años. Tenemos una relación basada en el respeto profesional.

— Veinticinco años es la diferencia de edad entre ustedes.
Esto no significa que no tengamos una relación afectiva. Nuestra relación es de confianza, de respeto, soy incapaz de describirla de otra manera. No somos amigos de fin de semana, no es padrino de mis hijos, no me saluda por mi cumpleaños.

— Lo conocimos por una foto en el palco presidencial del Congreso, solo con la familia, y dijimos, ¡Vaya que son buenos amigos!
Por pudor solo puedo contar esa historia en ‘off’ [cuenta que lo invitó Nancy Lange, que PPK no lo sabía, que junto con otros invitados encontró los palcos llenos y alguien lo hizo pasar donde estaba la familia del presidente, lo que fue ‘una feliz coincidencia’]. Esas fotos han tenido una connotación de primer amigo de la nación que no merezco.

— Entonces, su relación no es tan estrecha como nos parecía. Vamos al meollo del conflicto: Westfield, aunque gerenciada por usted, hacía negocios con proveedores del Estado. Eso es incompatible. ¿No le dijo PPK que lo evitara mientras era funcionario público?
Desde que empecé en Westfield en 1993, actué como gestor en muchas transacciones, en la mayoría no necesité una autorización. El Sr. Kuczynski nunca tuvo una duda de que yo iba a hacer algo incorrecto. Esta conversación de qué hacer o qué no hacer no existió porque yo nunca iba a hacer algo inadecuado o imprudente.

— ¿No le pareció imprudente contratar con una empresa proveedora del Estado desde una empresa fundada y asociada a PPK?
Actuamos en un ambiente en el que la relación con el Estado no tiene ninguna influencia. La concesión [el trasvase Olmos] requería un financiamiento y yo lo estructuré con el Banco de Crédito. Que Kuczynski haya sido ministro no iba a cambiar la tasa de interés de los bonos ni cambiar la demanda. No tenía ninguna injerencia.

— El ser ministro podría condicionar un proyecto.
A mí me buscó Odebrecht y todos querían trabajar con Odebrecht en el 2004. Yo gestioné el contrato y presté el servicio.

— ¿Por qué lo hizo con Westfield y no con otra empresa y se ahorraba estos cuestionamientos?
Le voy a dar dos razones importantes. La primera es una razón humana. Yo soy ahora First Capital 100%. El 2004 es cuando me independicé, y antes trabajaba bajo el paraguas de Westfield. Desafortunadamente, sucedió en el período en el que me estoy independizando de Kuczynski.

— ¿Cuál es la segunda razón?
¿Por qué habría yo de tratar de encubrir algo si siento que no tendría nada que ocultar? Soy, honestamente, incapaz de ver algo malo allí dado que yo opero en el mundo privado. No veo la necesidad de ocultar cosas.

— No es ocultar, sino tomar precauciones. En Chile, Piñera usa un fideicomiso, existe la figura de la muralla china.
Aprendí de la práctica y la manera de hacer las cosas en el mercado. Yo firmé el contrato, Kuczynski creo que efectivamente lo ha visto recién ahora. La práctica indica que no debo comunicarle ni consultarle.

— ¿Se reunía con él cuando iba al Perú?
Me puedo haber tomado un café. No eran reuniones de trabajo. Cualquier cosa que hubiese hecho como ministro no tenía un impacto en mi trabajo.

— El contrato de Westfield para el trasvase de Olmos condiciona a la obtención de la concesión.
No hay un éxito asociado a la obtención de la concesión, lo que hay es el inicio de la fase de financiamiento donde trabajo exclusivamente en el sector privado.

— Además de la práctica, ¿ha hecho arqueología documentaria para encontrar algún documento de plenos poderes?
Las renovaciones anuales de Westfield las firmaba yo a veces. La verdad es que en el mercado yo era el gestor, para nadie era sorpresa trabajar conmigo. ¿De qué forma podía intervenir el ministro en el mercado financiero para un proyecto?

— En las decisiones previas, en librar de trabas. No se le acusa de haber influido en un proyecto, sino de la negociación incompatible.
Mi conciencia está tranquila. Ahora con 52 años diría hagámoslo con otra empresa. Pero en el momento, digo no hay incompatibilidad, no hay acto incorrecto.

— ¿Cuando trabajaban en Miami tenían una relación más estrecha?
Siempre fue de mucha cercanía, pero era esa relación que termina a las 6 de la tarde. Yo no iba a almorzar a su casa ni él a la mía.

— ¿Nancy Lange era parte del equipo?
Nunca fue parte de Westfield. Trabajó con nosotros en el LAEF identificando inversionistas institucionales. Luego fue madre y se dedicó a sus actividades. Hay una confusión en todo este proceso. Los señores Fernando Montero y Eduardo Elejalde, peruanos, son involucrados en esto, pero solo tienen una relación incidental, por una presentación que fue una herramienta de márketing.

— ¿Quién es Denise Hernández que firma uno de los contratos?
Contralora de nuestras actividades y participó conmigo en algunos proyectos de Westfield, solo en márketing y revisión de contratos.

— Ya que estaba cerca de él en aquella época, ¿recuerda cuando PPK optó por la nacionalidad estadounidense?
No, esa es parte de su vida privada donde no he tenido ninguna participación.

— Un medio ha calculado que viajó 116 veces al Perú durante el gobierno de Toledo.
Me gustaría que hagan el rango completo y verían que mis visitas son quizá más frecuentes en otros períodos. En el 93 representé a Soros en unas inversiones en el Perú, tuve que mudarme a Lima.

— Ya que conoce tanto el Perú y a PPK, ¿le sorprendió que quisiera ser presidente?
Cuando he participado en conversaciones en las que Pedro Pablo hablaba del Perú siempre se refería a las oportunidades desperdiciadas, hablaba con mucho sentimiento del Perú, de su sueño de convertirlo en un país desarrollado. No me sorprendió que tomara este rumbo, a sus casi 80 años ha cumplido muchas metas. Espero que logre terminar su carrera como presidente del Perú.

— Hay quienes piensan que una salida menos dolorosa pudiera ser su renuncia, ¿qué piensa al respecto?
No me gustaría pronunciarme sobre temas de política interna peruana, no me corresponde. El Pedro Pablo Kuczynski que yo conozco es un hombre honesto, yo no sé si va a lograr mantenerse en la presidencia del Perú y no me quiero pronunciar al respecto. Sí puedo decir que sería injusto si terminara sus días en el gobierno con una connotación de ser un hombre incorrecto.

— Hay una investigación en el Ministerio Público [MP] en la que usted va a poder mostrar su solidaridad con él. ¿Ha sido notificado?
He leído lo que ha aparecido en la prensa sobre lo que dijo la comisión investigadora. No he sido notificado por el MP.

— ¿Y estaría dispuesto a asistir tanto a la comisión investigadora como al MP?
A estas alturas no tengo asesoría legal porque no la he creído necesaria. Pensé ingenuamente que era un asunto político y que se iba a resolver en un ambiente controlado. Si soy notificado, buscaré asesoría legal.

— Decidir si acude o no, ¿tendría que ver con su solidaridad con PPK?
Creo que todo va a estar muy relacionado a lo que suceda este jueves. Sigue sorprendiéndome la poca importancia que se le da a la verdad. La verdad es que estas fueron transacciones originadas y gestionadas por mí sin participación alguna de entes del Gobierno. Estoy convencido de que la verdad debe prevalecer.

— ¿Admite que esa verdad también está asociada a que debe evitarse, por transparencia, hacer negocios donde estén involucrados de alguna manera funcionarios y proveedores del Estado?
No admito porque la actuación de esta empresa no tiene vinculación alguna con las actividades del Sr. Kuczynski como ministro. El mandato por el cual se realizaron estos servicios se hicieron conjuntamente con el Banco de Crédito.

— Y los resultados de estas gestiones que usted califica de exitosas, fueron repartidos como dividendos.
Los resultados entraron a su cuenta corriente cuando la gestión se materializó en el 2007. Podría haber acabado en un fracaso y no estaríamos hablando de esto.

— Una curiosidad, ¿le interesa la actividad política?
Después de todo esto, hay dos cosas que no me interesan. Volver a hacer negocios en el Perú y la actividad política. Tengo un compromiso con la sociedad, que me ha dado un sinfín de oportunidades y siento que puedo servir de ejemplo a gente que nace en condiciones como las mías.

— Y hay que observar todas las prohibiciones. Ahí hubo un descuido.
Usted puede calificarlo de un descuido. Yo voy a los hechos. No hay un conflicto de intereses porque no hubo una transacción que involucre al Estado.

— Hace un par de días Chile ha elegido a un empresario como presidente. ¿Votó por él?
Sí, voté por él.

— Entonces sí cree en la empresa y la política.
Yo creo en que la propuesta del presidente Piñera, tanto en su primer mandato como en este, es atractiva para mi país y va a brindar oportunidades a mucha gente.

— Y con un fideicomiso para no mezclar las cosas.
Eso sí puedo decir, que desde que Pedro Pablo Kuczynski fue investido como presidente no he hecho ningún negocio en el Perú.

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