(Foto referencial: Archivo)
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Juan Paredes Castro

Hace aproximadamente un año, bajo este mismo título, llamamos severamente la atención sobre la vergonzosa derrota policial, militar y política en el .

El reciente asesinato de cuatro policías en la misma zona nos devuelve a la misma situación de siempre y a la necesidad de volver a nuestras palabras del 10 de setiembre del 2017, que son las mismas que tendríamos que escribir hoy 10 de junio del 2018, en una realidad que no ha cambiado absolutamente nada:

1. “Los peruanos creemos cada vez menos que el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro, llamado Vraem, sea un territorio sujeto a las leyes peruanas y a la presencia, allí, del Estado Peruano”.

2. “El Vraem es […] una zona liberada por el terrorismo y el narcotráfico, no solo porque estos han hecho de las poblaciones civiles su escudo perfecto para operar impunemente, sino porque el Estado Peruano, sin estrategia militar ni policial ni de inteligencia, ha cedido su control, como un regalo, a ambas organizaciones criminales”.

3. “Para Sendero Luminoso de los Quispe Palomino y para las mafias del narcotráfico que operan allí en complicidad, el Vraem se ha convertido en su reducto inexpugnable”.

4. “Sendero Luminoso y el narcotráfico hacen del Vraem su trofeo de guerra y su marca de negocios. El Estado Peruano no sabe hasta ahora qué hacer realmente. Y lo poco que parece hacer es un turismo político-policial-militar de bajísimo rendimiento, respecto del cual ningún general de alto rango responde ni menos algún ministro de Defensa o ministro del Interior se hace responsable”.

5. “No hay manera de imaginar a un general de las Fuerzas Armadas o de las fuerzas policiales yendo al Vraem con la sagrada misión de combatir el narcotráfico y el terrorismo, para retornar con la mochila de la victoria en la espalda. Menos podemos imaginar a las Fuerzas Armadas y policiales tomando control de nuestra larga frontera con Colombia, a lo largo del río Putumayo, para evitar eventuales futuras incursiones en nuestro territorio de [rezagos] las FARC [...] que se mueven en complicidad con el narcotráfico”.

6. “Cualquier peruano de a pie que ha visto por televisión, en Fiestas Patrias, la elocuente exhibición de todo el poderío militar y policial peruano, en armas, mandos y tropas, probablemente no entiende la existencia de una zona como el Vraem liberada por el narcotráfico y Sendero Luminoso. ¿Sería tolerable, así, una incursión militar extranjera en territorio nuestro? ¿Qué tropas X llegarían para quedarse, como lo hacen las mafias del Vraem?”.

7. “Lo que tendría que hacer la Comisión de Defensa del Congreso es demandar una urgente rendición de cuentas de las operaciones militares y policiales en esa zona, y de los presupuestos y costos que representa la presencia [ahí] del Estado Peruano”.

8. “¿Es que no se quiere acabar con el Vraem porque no se quiere acabar con el jugoso presupuesto del Vraem?”.

Presidente Vizcarra: ¿sabe de algún comando de inteligencia antiterrorista al cual pedirle estrategia, acciones y resultados?

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