David Tuesta fue el cuarto ministro de Economía y Finanzas en los últimos dos años. Se alejó del Gabinete por discrepancias con Vizcarra y Villanueva sobre ISC.  (Foto: Presidencia)
David Tuesta fue el cuarto ministro de Economía y Finanzas en los últimos dos años. Se alejó del Gabinete por discrepancias con Vizcarra y Villanueva sobre ISC. (Foto: Presidencia)
Gustavo Kanashiro Fonken

Luego de numerosas idas y vueltas, renunció al cargo de ministro de Economía y Finanzas. Su última batalla, en la cual fue refutado por el propio , fue el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) que el Gobierno aumentó para gasolinas, autos nuevos, gaseosas, bebidas alcohólicas y cigarros.

Más allá del análisis económico sobre la pertinencia y viabilidad del impuesto selectivo, el mensaje político que genera este cambio, el cuarto en menos de dos años en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), es preocupante porque revela una inestabilidad a nivel de Gobierno. 

Ese es el mensaje en el que coinciden los analistas políticos consultados por El Comercio, como Fernando Rospigliosi.

"Es una pésima señal cambiar tan pronto al ministro de Economía, que es probablemente el más importante dentro del Gabinete. Muestra que hay una situación caótica en el Gobierno porque indica que las medidas que anuncia el MEF o el propio Ejecutivo no han sido suficientemente discutidas", comentó Rospigliosi.

En ese sentido, indicó que la responsabilidad detrás de las contradicciones en las que cayó el Gobierno no fueron solamente de David Tuesta y el presidente del Consejo de Ministros, César Villanueva, sino del propio Martín Vizcarra, quien "cree que viajar es gobernar". "Como el presidente se dedica a otras cosas, no hay coordinación en el Gobierno y surgen estos desencuentros hasta que se vuelven insalvables", añadió.

Luis Benavides, quien cuestionó las iniciativas económicas que anunció David Tuesta y que fueron refutadas a los pocos días por Villanueva o Vizcarra, también destacó la imagen de debilidad que está generando el Gobierno.

"Es fácil querer cubrir una brecha fiscal echando mano al bolsillo de todos los peruanos, pero hacer eso no solo es responsabilidad de David Tuesta, sino del presidente [...] Vizcarra encontró un Gobierno fácil y pide seis meses de plazo para lograr cambios cuando 90 días es tiempo suficiente para lograr un impacto, especialmente en áreas críticas para generar más expectativa. No ha tenido la suficiente capacidad para armar un gabinete", comentó.

- Liderazgo ausente -

Rospigliosi manifestó que las señales de debilidad del Gobierno en el MEF se traducirán en más dificultades ante futuros problemas, como la eventual huelga en el sector educación. "Es una pésima señal que, ante los problemas, den marcha atrás. Si los maestros antes dudaban (sobre medidas de fuerza) ahora tienen la certeza de que el actual Gobierno es débil", comentó.

Por eso señaló que el Ejecutivo ha perdido la oportunidad de mostrar liderazgo en un afán de evitar confrontación, algo que también destacó Luis Benavente.

"Vizcarra tuvo algo que le faltó a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), un respaldo amplio. Los voceros de las principales bancadas del Congreso no se mostraron en contra del 'paquetazo' que iba anunciando Tuesta. Martín Vizcarra tenía todo a su favor, pero creo que alguien tiene que recordarle que es el presidente del Perú, porque todavía no sabe desempeñarse en el cargo", dijo Benavente.

En esa misma línea opinó Diego Macera, gerente del Instituto Peruano de Economía. "El Ejecutivo ha demostrado que no está dispuesto a comprarse algún pleito [...] Por parar un problema ante los transportistas por lo del ISC condiciona la política microeconómica y no solo en un sector porque es un problema estructural. Se le va a hacer muy difícil gobernar si su política es retroceder cuando incomoda a alguien".

- Inestabilidad a futuro -

Macera pronosticó que el rumbo que está demostrando el Ejecutivo seguirá generando reacciones negativas en el mercado. "Lo que llama la atención es que Martín Vizcarra parece tener la idea de que esta actitud (de retroceder ante problemas) es lo que atrae la inversión, estabilidad y el crecimiento cuando, en realidad, se está encaminando al lado contrario", comentó.

Fernando Rospigliosi amplió el espectro de reacciones negativas y consideró que, a nivel político, no habrá que esperar mucho para que el Ejecutivo sufra las consecuencias de sus actos. "El Congreso le va a quitar el apoyo, no por oponerse a sus decisiones de Gobierno, sino por su pérdida de credibilidad. Al Parlamento no le va a gustar verse vinculado a un presidente impopular, y Vizcarra y Villanueva van a perder respaldo por estos errores", señaló.

A esto le sumó como otro desacierto el que Martín Vizcarra haya anunciado más cambios en su Gabinete además de la salida de David Tuesta. "Debería haber esperado hasta el 28 de julio, cuando la gente espera siempre modificaciones ministeriales. Ahora va a dar una mayor muestra de debilidad", concluyó Rospigliosi.

Luis Benavente también cerró su análisis lamentando que Martín Vizcarra haya "desaprovechado" la oportunidad que tuvo de gobernar sin oposición desde el Congreso. "Sin respaldo político, ahora van a ponerle la lupa y escanear toda decisión que tomen. Hasta el último estornudo que de el Ejecutivo se convertirá en una bomba. Le faltó capacidad de estadista. Está perdiendo una oportunidad que ningún presidente tuvo en los últimos 20 años", indicó.