Fiscalía también solicitó que se rechace la casación que interpuso el partido Fuerza Popular. (Foto: Archivo El Comercio)
Fiscalía también solicitó que se rechace la casación que interpuso el partido Fuerza Popular. (Foto: Archivo El Comercio)
Maria Alejandra Campos

Este mes, alcanza su menor aprobación desde que se empezó a medir su desempeño y llega a solo 15%, según la última encuesta de El Comercio-Ipsos. Además, esta se enmarca en una tendencia de 8 meses que va a ser muy difícil de revertir, porque se basa en la principal preocupación de los peruanos: la corrupción.

Las investigaciones del Caso Lava Jato continúan y, con el nuevo acercamiento entre la fiscalía y Odebrecht, no debería haber impedimento para que la información registrada en los servidores de la empresa brasileña llegue al Perú. Si es que, efectivamente, no ha recibido ni un sol de Odebrecht en campaña, no tendrá nada de qué preocuparse, pero si se confirma lo declarado por Jorge Barata, Marcelo Odebrecht y otros directivos de la empresa, sobre la anotación “aumentar Keiko a 500 e eu fazer visita”, la imagen del partido se vería dañada con miras al 2021.

En la misma encuesta, se le preguntó a la población con cuál personaje simpatizaba más políticamente. Keiko Fujimori lidera la lista con solo 13% (hasta el mes pasado su promedio del año era 18%). Aunque está primera, su alta desaprobación (80%) indicaría que tiene un techo de crecimiento más bajo que varios de sus potenciales contrincantes. Dicho esto, es importante resaltar que, desde 1980, ningún candidato ha pasado a segunda vuelta con menos del 17% de votos emitidos (Pedro Pablo Kuczynski en el 2016).

El problema de Fuerza Popular hoy es que, a pesar de haber hecho un gran trabajo partidario de formación de bases y organización, no logró cultivar una cúpula de figuras que le den recambio político. Más allá de Keiko Fujimori, no parece haber otros actores dentro del partido que podrían asumir la responsabilidad de postular a la presidencia. Tal vez Kenji Fujimori tuvo algún viso de opción a inicios del 2018, luego del indulto a su padre, cuando alcanzó su pico histórico de aprobación: 38%, según la encuesta de este Diario e Ipsos. Sin embargo, fue justamente el conflicto por el poder dentro del partido el que lo llevó al ostracismo político en el que se encuentra hoy en día.

Por otro lado, Martha Chávez y los candidatos a la Alcaldía de Lima son un claro ejemplo de que, cuando el fujimorismo ha tratado de generar liderazgos ajenos al apellido familiar, ha fracasado en su empresa. Tal es el caso de Diethell Columbus, quien ronda apenas el 1% de intención de voto en Lima Metropolitana, de acuerdo a la última encuesta de El Comercio-Ipsos.

¿Qué opciones le quedan al fujimorismo de cara al 2021? Lo primero es reposicionarse en la lucha contra la corrupción. Claramente Martín Vizcarra ha tenido mejor instinto político para aprovechar la crisis del sistema de justicia. Sería una buena iniciativa que le sigan los pasos. Lo segundo es, probablemente, promover iniciativas populistas de rápido rédito político, que generen amplio consenso, temas más de estilo “referéndum” y menos “CTS para trabajadores de la 276 de Essalud”. Finalmente, apoyar la reforma sobre la bicameralidad, con la atingencia de que se permita a los candidatos a la presidencia ingresar a este fuero, para tener en el Senado un bastión político para sus líderes si es que no logran la presidencia ni un porcentaje significativo de parlamentarios.

Desde la ciencia política, será sumamente interesante ver cómo el principal partido político del país se reinventa y si es que logra o no vadear esta crisis.