Al pasar del Mincetur al Ministerio de Cultura, Rogers Valencia reencontró algunos temas con distintas prioridades. (Foto: Alonso Chero / GEC)
Al pasar del Mincetur al Ministerio de Cultura, Rogers Valencia reencontró algunos temas con distintas prioridades. (Foto: Alonso Chero / GEC)
Fernando Vivas

La entrevista se pospone unos minutos porque la cancillería le pidió a estar presente en el acto de recepción de una momia peruana que estuvo por décadas en Estados Unidos. No es un asunto burocrático, sino una grave ceremonia, pues se trata de un resto humano. Así de sensibles y peculiares son los temas de una de las carteras más biodiversas del Gabinete.

Viene de ser ministro de Comercio Exterior y Turismo. ¿Le costó cambiar la lógica que prioriza inversión a la que prioriza preservación?
En el , los anteriores ministros empezaron una política cultural para el Perú con tres ejes: el patrimonio, los productos o industrias culturales y la interculturalidad. Todos van hacia que el ciudadano pueda ejercer sus derechos culturales y, al mismo tiempo, haga cultura.

Le preguntaba si tuvo que hacer ese ajuste entre la lógica pro inversión y la preservación.
No hay posibilidad de desarrollo sin identidad y la identidad es preservación del patrimonio. Sin cuidado del
patrimonio no hay futuro. Hay que pensar cuál va a ser la contribución del Perú a la aldea global.

Me iba a decir si puede haber una próxima inclusión en la Lista de Patrimonio de Unesco.
Una que se está comenzando a trabajar es Chankillo [cerca de Casma], es el observatorio solar y lunar más antiguo.

Pero falta ponerlo en valor.
Tenemos ya una demarcación, un polígono. Ahora, restaurar no es necesariamente poner en valor [para el turismo], sino para el conocimiento y su universalización. Otro tema es la gastronomía peruana.

Ya hubo intentos fallidos, a la tercera será la vencida, ¿no?
[Sonríe] A la tercera espero que sí. Tenemos un comité que ha estado trabajando en eso.

Nos ganó México.
Diría que no es un concurso, es algo a lo que hay que llegar bien.

Fue al Congreso a explicar la multa anulada al hotel Sheraton en Cusco. Ha dicho que fue una decisión estratégica, ¿cómo así?
La empresa está envuelta en un proceso sancionador que hemos vuelto a iniciar. El vencimiento de los plazos y procesos anteriores se tenía que aceptar para reanudar otros procesos.

Esa sí fue una inversión que atentó contra el patrimonio.
Y está clarísimo que la inversión turística y cualquier otra no puede atentar contra el patrimonio, no se puede atentar contra nuestra herencia colectiva.

Hablemos de la joya de la corona. Se planteó el mismo dilema entre invertir y preservar cuando se habló de un teleférico en .
Tengo una muy buena noticia: las colas que existían hasta hace poco ya no existen. Se ha ordenado el manejo del flujo turístico y eso permite una visita de mayor calidad para que el viajero se vaya contento.

¿El teleférico se descarta?
Está descartado todo aquello que incremente el impacto visual o de otra naturaleza sobre el santuario.

Ud. encargó un estudio técnico que recomienda alternativas.
Sí, estando en el Mincetur encargamos un estudio para ver qué era viable y no tuviera impacto. El estudio da varias alternativas, entre ellas un túnel con un elevador debajo de Machu Picchu. Sin embargo, ese estudio tiene que ser presentado a la unidad de gestión de Machu Picchu, donde están Mincetur, Mincul, Minam, el municipio y la región Cusco.

¿Entre las alternativas están ingresos por otras zonas?
Lo más interesante de Machu Picchu es pensarla como parte de un espacio más grande, el Valle Sagrado y otros valles, incluyendo la posibilidad de continuar la visita hacia Choquequirao y Vilcabamba, parte del mundo inca.

Pasemos a otros temas. La mayor obra del Mincul es un gran museo.
El Muna [Museo Nacional de Arqueología]. Debe concluirse la obra física a mediados de este año; de allí continúa un proceso de implementación y la creación de la muestra, eso va a durar un año y medio. La contraloría hizo un informe, se solucionaron los pedidos y se hace control concurrente a la obra. Llegaremos para inaugurarlo en el 2021.

¿Hay estudios sobre su rentabilidad? La locación es peculiar.
Al principio parecía así. Sin embargo, viendo hacia dónde va a crecer Lima, la línea del tren va a llegar a menos de 1 km. Cerca está Pachacámac con su pequeño museo.

El Archivo General de la Nación tiene problemas de robos y de locación.
Hay acciones inmediatas. Se cuenta con un acceso biométrico, solo tres personas pueden acceder. Tenemos una auditoría en los cinco locales.

¿Habrá nueva locación?
Una primicia: después de casi un mes de estudio, hemos decidido continuar con un proyecto para construir el nuevo AGN en Pueblo Libre, en la calle Isla Hawái.

¿Qué correctivos se han tomado para evitar los conflictos de intereses que causaron la salida de la ex ministra Patricia Balbuena? [El ex viceministro Luis Villacorta dio buena pro para estudios relativos al impacto del Dakar a una empresa a la que estaba vinculado]
La procuraduría formuló denuncia. Dentro del Mincul se ha hecho un proceso ante el órgano de control. Tenemos una serie de recomendaciones que estamos implementando. El ministerio no puede parar. Se ha cumplido eficientemente en el Dakar cuidando el patrimonio.

¿Por qué no se llamó Perú Dakar?
Es branding, asunto de marcas.

Hagamos branding peruano.
Lo que hicimos es que esta competencia con nombre propio ya no signifique un viaje de París a Dakar, sino un evento que se llamó Solo Perú y así fue este año. Fue un posicionamiento singular.

Ud. ya recibió un presupuesto con prioridades para preservación de patrimonio e interculturalidad.
En realidad, para los tres ejes que mencioné. Tenemos S/25 millones para incentivos, que vamos a lanzar la última semana de marzo.

Eso incluye los premios de cine.
Sí y queremos dar una mirada a nuestros cines regionales. No solo buscamos incentivar a la industria cinematográfica, sino que el Perú sea locación, destino fílmico.

Una misión fundamental del Mincul es la lucha contra la discriminación, pero no se oyen las alertas.
Agradezco el tema. La discriminación impide la construcción de ciudadanía. Según encuestas, más del 60% de peruanos dice que vive en un país que discrimina, pero solo el 8% acepta que lo hace. Se ha vuelto tan normal la discriminación que ni siquiera aceptamos que la hacemos, es nuestra práctica cultural.

No recuerdo alertas del observatorio contra el racismo del Mincul.
Vamos a visibilizarlo, me comprometo a hacer visibles las alertas que debemos dar.

¿Qué prioridades se ha puesto para los próximos meses?
En este próximo medio año, queremos ordenar y promulgar una política cultural. Proponer obras emblemáticas, ciudades creativas. Ayacucho va a ser una de las primeras [nos explica el concepto de una ciudad que asimila la cultura externa y la recrea, como Ayacucho, que convirtió la mandolina en charango]. Los conceptos que produzcamos son cultura y serán nuestro factor diferenciador. Los países que no han construido ciudadanía y conceptos se han quedado atrapados en los ingresos medios.

Y en la trampa de la discriminación.
Es una tarea fundamental del ministerio, el motivo por el que acepto ser ministro es por nuestra historia de andinos [cuenta que es cusqueño quechuahablante], que es de otro mundo conviviendo con el Perú.