Sin estrategia gubernamental congruente y creíble, hay pocas posibilidades de que el presidente Vizcarra y el primer ministro Salvador del Solar hagan sostenible el gobierno. (Foto: PCM)
Sin estrategia gubernamental congruente y creíble, hay pocas posibilidades de que el presidente Vizcarra y el primer ministro Salvador del Solar hagan sostenible el gobierno. (Foto: PCM)
Juan Paredes Castro

A nte el panorama de la última semana, no pocos se preguntan qué buscan realmente el presidente y su primer ministro .

Tengo dudas de que busquen hacer sostenibles el país y el gobierno en una difícil, esforzada, combinable y meritoria tarea, sino hacer primero sostenible el gobierno para luego ver si pueden hacer sostenible el país en una apuesta vulnerable, incierta y peligrosa.

Incluso poniendo por delante la premisa de sostenibilidad del gobierno, Vizcarra y Del Solar comparten la dificultad de definir qué quieren hacer ciertamente desde sus encumbradas posiciones de poder.

En principio, lo que hace sostenible a un gobierno es su capacidad de gestión técnica y política. Mala suerte que Del Solar se haya encontrado en el Gabinete con más amigos y allegados del presidente que ministros y ministras realmente idóneos para responder por situaciones de desastre en cada sector, desde aulas escolares en el puro suelo hasta toneladas de medicinas sin uso apropiado en los hospitales, pasando por la tierra de nadie del transporte y la acumulación de bombas de tiempo en energía y minas.

¿Qué salida en seguridad podría atenuar la creciente criminalidad en las calles? ¿Dónde la encontramos? ¿En la policía? ¿En las fiscalías, en los tribunales? ¿O en la defensa propia de cada ciudadano?

Y en lugar de enderezar resueltamente la gestión técnica y política del gobierno de cara, por ejemplo, al conflicto de las Bambas, el gobierno recurre a la misericordiosa intervención del monseñor Miguel Cabrejos. ¿No era que la liberación del dirigente minero Gregorio Rojas había abierto el espacio de diálogo directo con el gobierno? ¿O es que la mediación de Cabrejos, en la lógica de la sostenibilidad del gobierno, solo sirve para que Del Solar pueda ganar tiempo y acudir próximamente al Congreso en un ambiente político y social menos tenso?

Sin estrategia gubernamental congruente y creíble, hay pocas posibilidades de que el presidente Vizcarra y el primer ministro Salvador del Solar hagan sostenible el gobierno y, por consiguiente, ambos tampoco podrán hacer sostenible el país con metas básicas, tales como crecer económicamente por encima del 5 y 6% para generar empleo, reducir la pobreza, combatir la desnutrición y ver la luz al otro lado del túnel en servicios públicos de salud y educación.

A la luz de su próxima presentación en el Congreso, Del Solar tendrá que decirnos si tiene un Gabinete a la altura de las exigencias sectoriales dramáticas, si debemos ver en él al jefe de Gobierno capaz de responder por las prioridades nacionales (antes de llamar al siguiente arzobispo) y si va a poder nivelar mejor la fiebre vizcarrista de la anticorrupción para no seguir viendo la paja en ojo ajeno, sino la viga en el propio, allí donde precisamente están la corrupción y la impunidad: en el aparato estatal, del que es jefe el presidente.

Señores Vizcarra y Del Solar, inviertan la prioridad: hagan sostenible el país y verán que de paso harán sostenible el poder que tanto les preocupa sacar a flote hasta el 2021.