El ministro Vicente Zeballos reconoce que no ha habido suficiente difusión de los proyectos de reforma política. (Foto: GEC)
El ministro Vicente Zeballos reconoce que no ha habido suficiente difusión de los proyectos de reforma política. (Foto: GEC)
Rocío La Rosa Vásquez

confía en que la Comisión de Constitución reconsiderará su decisión de archivar el proyecto sobre inmunidad parlamentaria. También admite que hubo un “exceso de confianza” del gobierno en el manejo de la reforma política.

— El titular del Parlamento pidió al mandatario que diga si está preparando el terreno para un posible cierre del Congreso. ¿Es una posibilidad o el presidente no piensa recurrir a esta prerrogativa?
Quiero descartar de plano esa disyuntiva que se da en la coyuntura actual. El accionar del presidente y del primer ministro cuando han ido al Congreso ha sido un mensaje político, obviamente, pero de expresión de una protesta. No podemos negar que la cuestión de confianza está plasmada en la Constitución, así como el Parlamento tiene potestad para interpelaciones y censuras. Establecer tiempos de su impulso lo determinan las circunstancias políticas.



— Al día siguiente que se archivó la reforma sobre la inmunidad, Vizcarra dijo que iba a seguir buscando consensos. ¿Qué pasó para que cuatro días después afirme que no había condiciones para debatir la reforma?
Nada excepcional. Había esta falta de seriedad que entendíamos había quedado acentuada. Lamentablemente se dio el archivo de una de las primeras iniciativas. En la cita con los voceros, Carlos Tubino había entregado un cronograma diferente al que dio la presidenta de Constitución [Rosa Bartra], donde se priorizaban los temas de la reforma. Bartra desconoce el documento. Son gestos que tenían que motivar una necesaria reacción.

— ¿Influyó el sondeo del fin de semana, donde se aprecia una caída en la popularidad del mandatario por quinto mes consecutivo?
En absoluto. Esta inclinación de la percepción ciudadana respecto al primer mandatario no es de ahora. Sin embargo, en esta última encuesta la merma ha disminuido. Si esa es la lógica, hace tiempo se podía haber tomado esta determinación. No olvide que las iniciativas fueron planteadas el 10 de abril.

— ¿Por qué hacer cuestión de Estado por la inmunidad cuando son doce proyectos? Ahora parece que todos están en el limbo.
Porque era el primer proyecto de los doce planteados y, si en el primero se tiene esta reacción, obviamente estábamos advertidos de que ese era el posible destino de los demás. Esto no iba a avanzar.

— Han dicho ayer [miércoles] que siguen dispuestos a dialogar, pero la inmunidad sigue archivada. ¿Pondrán condiciones para retomar este diálogo?
Entiendo que estamos en mutua evaluación. La carta suscrita por el primer ministro y dirigida a la presidenta de la comisión termina indicando que este es un acto de protesta. El desplante viene de parte del Legislativo, no de parte del Ejecutivo. Los ministros iremos, de ser convocados, a las distintas comisiones...

— ¿Para hablar de la reforma política también?
La propia comisión esta deliberando la posibilidad de que la siguiente semana pueda sesionar diariamente. El congresista Alberto Quintanilla planteó una reconsideración y no ha sido atendida, pero ya está en la mesa la posibilidad de acudir nuevamente a una deliberación de la inmunidad. Eso da pie a que el resto de propuestas tenga un mejor tratamiento.

— ¿Van a esperar entonces que se reconsidere?
No lo tomemos como una condicionante, pero por lo menos el mensaje que hemos tenido de distintos integrantes de la Comisión de Constitución nos permite advertir un propósito de corrección.

— ¿Sentarse a dialogar con la presidenta de la Comisión de Constitución sería importante ahora?
Cuando nos sentamos con los voceros se sobreentiende que hay un nivel de articulación en quien asume el liderazgo de la bancada con los demás componentes de la misma...

— Pero ya han comprobado que no es así.
Se ha puesto en evidencia que es todo lo contrario, pero hay algo más extraño porque la mayoría de voceros son integrantes de la Comisión de Constitución. La responsabilidad no solo le corresponde a la presidenta de esa comisión. Se evaluará en su momento [dialogar con Bartra].

— ¿Qué autocrítica hace el gobierno sobre su papel frente a esta reforma, desde el gesto inicial de recibir los proyectos de la comisión especial, que lideró Fernando Tuesta, solo por mesa de partes?
La comisión presentó el documento final el 4 de marzo; sin embargo, se tomaron dos semanas para unas revisiones. En el intervalo hubo cambio de Gabinete, dos interpelaciones. Por otro lado, el exceso de confianza, creer en la buena voluntad del Congreso, porque un tema que se considera política de Estado no compromete exclusivamente al Ejecutivo. Este exceso de confianza no motivó para acudir a una labor más activa en la sensibilización de los temas. Cerca del 70% de la población está conforme con la reforma, pero solo un 30% la conoce. Quizá allí esta la debilidad y esto hay que retomarlo.