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Comisión Lava Jato
Redacción EC

Los congresistas (Acción Popular) y (Fuerza Popular) protagonizaron un tenso momento durante el debate del informe en mayoría de la Comisión Lava Jato. El intercambio de palabras provocó que la primera vicepresidenta del Parlamento, Leyla Chihuán, suspenda la sesión del pleno durante unos minutos.

La polémica se originó cuando Lescano afirmó que el grupo investigador fue integrado por personas “que son juez y parte”. Agregó que su presidenta “es subordinada” de la ex candidata presidencial Keiko Fujimori, quien desde el último jueves cumple con una orden de prisión preventiva por presunto lavado de activos.

“¿Quién va a negar que la señora Bartra es subordinada de Keiko Fujimori? Hasta la dirigen por el chat, les dicen [a los congresistas de Fuerza Popular] cuándo tienen que aplaudir, cuándo tienen que votar en rojo”, refirió cuando desde el fujimorismo le pidieron que retire la palabra, hecho a lo que se negó inicialmente.

La presidenta de la Comisión Lava Jato calificó de “cobarde” la alusión realizada por Lescano.

“Yo voy a esperar antes de hacer uso de la palabra ante la cobarde alusión del señor que está al frente que retire la palabra que él ha proferido”, remarcó.

Yonhy Lescano replicó que “los cobardes son los que protegen a los corruptos”. “¿Cuál es la palabra que se ha dicho que no corresponde a la realidad? ¿La señora Bartra es subordinada política de la señora Fujimori, sí o no?”, preguntó.

A raíz de la negativa de Lescano a retirar sus cuestionamientos a Bartra, Chihuán suspendió la sesión plenaria por poco más de 10 minutos.

Al retomarse el debate, el acciopopulista retiró la palabra.

Lescano planteó que se vote una cuestión previa para que Keiko Fujimori y el ex presidente Alan García sean incluidos en informe final de la Comisión Lava Jato. Esto generó que se enfrente con el parlamentario aprista Mauricio Mulder.

Durante la sesión, también hubo un incidente entre las congresistas Milagros Salazar (Fuerza Popular) y María Elena Foronda (Frente Amplio). Esta última acusó a la fujimorista de llamarla “terroristas”.

Sin embargo, Salazar negó esto y precisó que la criticó por haber contratado a una sentenciada por terrorismo en su despacho congresal.