"El chaufa es tan versátil que pueden aprovechar cualquier cosa que tengan en la refrigeradora o alacena", sostiene Olaechea.
"El chaufa es tan versátil que pueden aprovechar cualquier cosa que tengan en la refrigeradora o alacena", sostiene Olaechea.
/ SANTIAGO BARCO
Colette Olaechea

Cuando hablamos de la lo primero que nos viene a la mente es cómo cocinarla. No hay nada complicado; más bien, todo se trata de respetar las medidas: 1 taza de quinua por 1 taza de agua (con su punto de sal y ajo ligeramente dorado) suele ser la recomendación más común. Hay quienes sugieren lavarla varias veces antes de meterla a la olla; otros la cocinan directamente. Lo importante es recordar que siempre debe quedar graneada. La dejamos enfriar si queremos usarla para ensaladas, o aprovechamos que está caliente para preparar un rico plato de fondo. De todas las versiones posibles, el chaufa es -quizá- la mejor de todas.

La quinua es un gran alimento. Es muy versátil -al igual que la receta del chaufa- y permite añadir todo lo que tengamos a la mano, ya que casi siempre queda bien. Por eso los amino a probar este rico clásico casero, pero esta vez prescindiendo del arroz. La idea con este plato es almorzar de manera nutritiva y ligera, para estos días de calor. Empezamos cocinando la quinua con agua, sal y ajo, pero el secreto está en añadir al agua de cocción un pedazo de kion licuado. La cocción demora unos 15 minutos.

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Aquí todo se va haciendo por partes, según nos vayamos organizando. Seguimos con los acompañamientos. En nuestro caso teníamos cecina, que metimos al horno, cortamos en cuadraditos y reservamos. Luego doré pechugas de pollo cortadas en cubos, que aderecé antes con canela china, zumo de limón, sal y pimienta.

La tortilla de huevo se debe hacer aparte, procurando que quede esponjosa. Se corta en cuadrados de 1 cm aproximadamente, para que se sienta en el plato. A continuación salteamos las verduras que tengamos a la mano: en mi caso, holantao y pimientos cortados en juliana. A fuego alto por unos pocos minutos con aceite de ajonjolí. También reservamos.

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Fuera del fuego tenemos fréjol chino limpio, cebolla china, ralladura de limón y ajonjolí tostado, listos para agregar a la mezcla. Pero no nos olvidemos de la quinua, que ya está bien escurrida y seca.

A nuestra quinua lista para convertirse en chaufa, le agregamos un poquito de sillao y un poquito de mantequilla (esto es opcional). Luego, incorporamos todos los demás ingredientes -fríos y calientes- que tenemos reservados, mezclamos bien todo por solo unos minutos, probamos el punto de sal y servimos.

Acompañamos el plato con brócoli al vapor y ensalada fresca.

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Ojalá lo preparen y disfruten tanto como nosotros. Recuerden que podemos cocinar muchos otros platos con quinua, como panqueques de plátano y harina de quinua; ensalada de quinua caprese o quinua con salsa de tomates frescos; palta, aceite de oliva y queso parmesano. ¡A disfrutar!

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