Nora Sugobono

El río, las montañas y el cielo son el escenario idóneo. Realmente no se necesita más que un mantel y algunos platos -aunque podemos prescindir de la vajilla; a eso llegaremos más adelante con el postre- para que la vivencia sea completa. El Urubamba, como ya sabemos, es una fuente inagotable de bienestar, tanto para el cuerpo como para el alma. La gastronomía juega un rol fundamental en ese ejercicio.