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A veces las circunstancias más adversas son las que producen mayores cambios en los seres humanos. En el caso de estos 5 líderes, la fatalidad que vivieron o de la que fueron testigos, hizo que se convirtieran en insignias mundiales de la lucha por un mundo más justo y menos violento. Conoce aquí sus historias.

Malala Yousafzai

En el 2009 comenzó a escribir un blog anónimo para la BBC, donde narraba la vida bajo el régimen Talibán y escribía sobre la importancia de la educación para mujeres y niñas en su país. Dos años después, la nominaron al Premio Internacional de la Paz para los niños. Entonces Malala, ya revelada su identidad, generó una enemistad en los círculos islamistas radicales de su país, que se oponen a la emancipación de las mujeres. La comenzaron a tener en la mira, pero ella nunca se calló, más bien continuó yendo a la escuela cada día y siguió levantando la voz en esa lucha.

En 2012, cuando solo tenía 16 años, le dispararon en la cabeza cuando regresaba en bus de la escuela a su casa, en la ciudad de Mingora, al noroeste de Pakistánm y sobrevivió. Así, en el 2014 fue reconocida con el premio Nobel de la Paz. Poco después, publicó su biografía, I am Malala (Yo soy Malala), un best seller a nivel mundial. Hoy, luego de tres años de creación, su fundación asegura que más de 130 millones de niñas de todo el mundo vayan a la escuela. Malala tiene solo 20 años y no hay casi nadie en el mundo que no conozca su nombre.

Chimamanda Ngozi Adichie

En un mundo plagado de violencia de género y racismo, las ideas de Ngozi Adichie se convirtieron en una guía para reflexionar sobre la injusticias, prejuicios y lo que está mal en el mundo en torno a cuestiones como raza, género e inmigración. Son los aspectos que explora y desarrolla en toda su obra, en la que también cuenta su propia historia como mujer negra en un mundo occidental y agresivo, ha sido traducida a más de 30 idiomas.

Chimamanda , que nació en la aldea Abba, en Nigeria, ha llevado su mensaje a lo largo de más de quince años, a través de su obra y las charlas, conferencias y entrevistas que ha dado en todo el mundo. Hoy, además de activista feminista, es una de las escritoras jóvenes más importantes de su generación.


Sangeeta Bhatia

Esta científica ha utilizado la nanotecnología en sus investigaciones para crear, con mucho éxito mecanismos con aplicaciones en la regeneración de tejidos, diferenciación de células madre, diagnóstico médico, toxicología predictiva y administración de fármacos, que han hecho posible mejorar la salud y calidad de vida de miles de personas alrededor del mundo.

Además, Bathia, que también es profesora en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, ha puesto en marcha, junto a sus estudiantes, varias empresas de biotecnología con el objetivo de mejorar la salud humana. En los países en conflicto en los que una colonoscopía, por ejemplo, es improbable, poder confiar en un examen de orina que se lleve a cabo en una tira de papel para detectar cáncer podría salvar muchas vida.

Por ello, en el 2003 fue considerada por el MIT Technology Review como uno de los 28 innovadores menores de 35 años, más importantes del mundo y como una “científica seguir”. Sus aportes a la medicina están con¬tribuyendo a desarrollar nuevos proyectos en la clase de ingeniería de tejidos. Uno de sus objetivos, a largo plazo, es construir un hígado implantable.

Nadia Murand

Ser esclava sexual de un grupo extremista es una de las cosas más trágicas, violentas y dolorosas que le puede ocurrir a una mujer. En agosto de 2014, tenía solo 19 años cuando un grupo de hombres armados entraron a su pueblo, en el norte de Irán y se llevaron a todas las mujeres. Las encerraron, las vendieron a los terroristas y las torturaron más allá de los límites de la brutalidad. Así como a ella, en ese momento, unas 3.000 niñas y mujeres yazidíes fueron esclavizadas por el ISIS en Siria y en Irak.

La joven, que logró escapar de ese infierno para salvar su vida, decidió contar al mundo todo lo que vivió, con el objetivo de luchar para que ninguna mujer vuelva a sufrir lo que ella tuvo que pasar, y que los responsables sean castigados, para que nunca más vuelvan a hacerle daño a nadie. Lo que quiso, finalmente, es que su testimonio sirva para hacer justicia. La joven activista, hoy de 25 años, ha dado conferencias en todo el mundo, contando su testimonio; además fue galardonada este año con el premio Nobel de la Paz. Nadia Murand no se calla nada y cada día alza la voz para que las más de 3,000 mujeres y niñas que en este momento siguen esclavizadas en el medio oriente, sean libres por fin.


Befeqadu Hailu

Su mayor delito fue nunca quedarse callado. O, mejor dicho, no dejar de escribir. En julio de 2014, nueve blogueros y periodistas fueron arrestados en Etiopía. Uno de ellos, Befeqadu Hailu, un galardonado escritor, activista y bloguero etíope que formaba parte de Zone9, un blog colectivo que cubría y publicaba asuntos sociales y políticos, además de promover el respeto los derechos humanos y la responsabilidad del gobierno en Etiopía.

Aunque hoy está libre, sigue enjuiciado por el cargo de “incitar a la violencia mediante textos”. Befeqadu quedó en tercer lugar en el Premio Burt de Literatura Africana de 2012 por su novela Children of their Parents (2013) y recibió el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas en 2015. Actualmente es muy activo en Twitter, donde se expresa cada día en contra de los abusos a los derechos humanos ocurridos en su país.

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