La mayoría de las agresiones registradas por el Centro de Emergencia Mujer son realizadas por parejas o exparejas.
La mayoría de las agresiones registradas por el Centro de Emergencia Mujer son realizadas por parejas o exparejas.

Este 2019, los feminicidios en nuestro país han alcanzado niveles máximos frente al año pasado. Solo entre los meses de enero y octubre de este año, 127.417 mujeres víctimas de violencia han sido atendidas por los (Centro Emergencia Mujer) en todo el país. El 60% de estas ciudadanas recibieron agresiones por parte de sus parejas o exparejas.

Esta semana, Isabel Alvarado (28) murió a manos de su esposo, a quien ya había acusado previamente ante la policía. Las señales de alerta y denuncias estuvieron allí, pero Isabel terminó retirándolas excusando el comportamiento de su pareja. Lo que sucedió con Isabel es el desenlace de un complejo proceso de violencia que se da en las relaciones y que nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo se inicia esta violencia? ¿Existe alguna forma de identificarla temprano?

Lo que se esconde detrás del “amor”

“Me cela porque me quiere”, “me revisas las redes sociales porque se preocupa por mí”, “me pide mi ubicación para saber que estoy bien”, estas son algunas de las frases que hemos escuchado a alguna hija, hermana o amiga para justificar a sus parejas y que el (MIMP) ha recogido para su campaña “Violencia disfrazada de amor”.

Esta iniciativa parte de la necesidad de visibilizar patrones culturales que naturalizan el machismo dentro de las relaciones y ocultan el hostigamiento, el abuso de poder o la creencia de que un hombre tiene derecho sobre ellas en sus relaciones. Según Cristina Valega, especialista de la Dirección General Contra la Violencia de Género del MIMP , se busca que las jóvenes puedan identificar con claridad comportamientos con atisbos de control, violencia psicológica o ideas de posesión.

“La violencia de género se manifiesta de diferentes formas y cuando surgen nuevos espacios, como las redes sociales, se apropia de estos. Como allí nos relacionamos con otros, nace la necesidad en algunos hombres de controlar con quién hablas o cuestionar por qué subes una foto”, comenta Valega.

Desde adentro

“De repente, un día yo estaba sentada en la mesa y él sostenía un cuchillo a la altura de mi cara para obligarme a que entre a todas mis redes sociales desde su computadora. Me quedé desconcertada”, recuerda Michelle García, periodista de 25 años. En ese entonces, ella era una estudiante de 19 años informada y sensibilizada sobre la , pero que conoció a su pareja –diez años mayor que ella – en momento vulnerable de su vida al ayudar a su madre a superar un cáncer.

Con el tiempo, la relación y los actos violentos se hicieron más fuertes. Él se aseguró de alejarla de sus amigas y de que ella mantuviera su relación en secreto. “No había percibido que atacaba mi autoestima”, comenta Michelle. Después del episodio del cuchillo y aunque se lo comentó a una amiga, no percibió la gravedad de la situación. Solo seis meses después, cuando él la golpeó contra las paredes de su casa es que entendió que estaba en un infierno. Michelle huyó, pero le tomó tiempo comprender que sí se habían dado señales de alarma desde el inicio.

Señales de alerta

Según Elga Prado, especialista del Movimiento Manuela Ramos, el desarrollo de la violencia es progresivo. “Primero te pide contraseñas. Después, te aleja de tu entorno familiar y social; y genera un proceso de dependencia psicológica y económica en algunos casos”, explica. La violencia se disfraza con máscaras que la sociedad normaliza, mitos del amor romántico “como que existe una media naranja o que los celos son pruebas de afecto”, agrega.

Por ello, para el MIMP es importante sensibilizar a la población sobre el problema y, sobre todo, hacerle sentir a las jóvenes que no están solas. “La evidencia muestra que con apoyo y compañía resulta menos difícil para las mujeres reconocer la situación violenta y salir de ello”, señala Valega, quien además llama a reflexionar a los padres y madres sobre una educación con igualdad para sus hijos. Así, desde los hogares se enseñará que lo femenino y lo masculino no son necesariamente opuestos y que ninguno debe ser superior o inferior al otro.

Si tú estás buscando ayuda o intuyes que existen comportamientos tóxicos en tu pareja, ingresa a encontrarás un test interactivo que podrá alertas sobre el estado de sus relaciones, así como también consejos y líneas de ayuda para reportar incidentes. Recuerda, nunca te quedes callada.

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