Si tu hijo no consigue dormir por las noches es probable que sufra insomnio infantil. Ayudarlo es muy sencillo siguiendo algunos consejos. (Foto: Pixabay)
Si tu hijo no consigue dormir por las noches es probable que sufra insomnio infantil. Ayudarlo es muy sencillo siguiendo algunos consejos. (Foto: Pixabay)

Uno de los grandes retos para los padres es lograr que sus hijos duerman varias horas, no tengan problemas de y puedan acostarse más temprano. No importa la edad que tengan, ya sean bebés o niños, buscan formar un hábito en ellos para que no se levanten de madrugada o les cueste despertar al amanecer e ir al colegio.

El tener un sueño placentero ayudará al pequeño a iniciar el día cargado de energías y buen humor. La cantidad de horas que debe descansar varían de acuerdo a su edad y aquí te las explicamos: un niño de 3 a 5 años debe dormir entre 10 a 13 horas, mientras que uno de 6 a 13, entre 9 a 11 horas.

Irma Reginaldo, psicóloga del Instituto de Psicología Integral Riqchariy, explica que el dormir bien también “implica beneficios de tipo neurológico, a nivel cognitivo y al despertar el pequeño presenta una mejor atención, concentración y memoria”, que lo beneficiará en su etapa escolar.

Si su niño presenta algunos problemas para ir a la cama y lo necesario cada noche, como padres pueden ayudarlo a establecer una rutina y un horario establecido que le brinde completa tranquilidad para descansar.

Para lograr que concilien el a su hora y sin mayor problema, la psicóloga brinda algunas recomendaciones:

1. Es importante evitar tener aparatos electrónicos en su habitación, si los tuvieran, mantener horarios fijos de uso. Por ejemplo no pueden estar viendo televisión hasta tarde.

2. Se debe vigilar que los programas de televisión o videos de internet no tengan contenido de terror, ya que esto puede provocar pesadillas.

3. Algunos niños suelen esperan despiertos a uno de los padres cuando trabajan hasta tarde. En estos casos hay que conversar en familia sobre estas condiciones laborales para lograr que los niños no lleguen a preocuparse.

4. Evite darle alimentos que provocan que los niños se activen, como por ejemplo: los dulces, el café, o el mismo hecho de comer demasiado por la noche o muy tarde.

5. Es esencial que el pequeño llegue a un punto de calma, para ello es recomendable masajes con esencias en sus manos o pies que pueden ser muy reparadores.

6. Leerles cuentos, que también son una herramienta muy buena para que los niños puedan dormir con facilidad.

7. El afecto, caricias y palabras positivas también son importantes para que tengan más seguridad en sí mismos y descansen en total tranquilidad.

Una recomendación final es que los niños, desde que nacen, deben ser educados en sus hábitos de sueño, comida y descanso para así evitar que sufran de insomnio o despertares en la madrugada que no solo los afectan a ellos, sino a toda la familia.

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