La entretenida historia sucedió en Dakota del Sur. | Foto: Youtube TODAY
La entretenida historia sucedió en Dakota del Sur. | Foto: Youtube TODAY
Redacción EC

En las se publican todo tipo de historias entretenidas que pueden sacar más de una sonrisa. En esta ocasión, un policía en acaparó toda la atención por una insólita y divertida acción.

El hecho en cuestión sucedió en Sioux Falls, en Dakota del Sur, dónde un oficial se hizo cargo del pedido de un repartidor de delivery luego de que este fuese arrestado en pleno camino a entregar la comida.

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Fue a través de TikTok, que se compartió este curioso momento en que la mujer que hizo el pedido abre la puerta y ve a un policía con su comida y bebidas.

“Sé que no soy quien estaba esperando, pero su repartidor fue arrestado, así que pensé en completar la DoorDash para usted. Cuídate”, le dice el oficial a la mujer. Según se entiende, DoorDash es el nombre de la compañía para la que trabajaba el repartidor.

Lo que empezó siendo una orden de comida común y corriente en una aplicación, terminó siendo toda una sorpresa para la mujer que ordenó. Como se puede ver en la secuencia, la cliente simplemente se echa a reír, toma la bolsa y agradece el gesto, mientras todo queda grabado por la cámara de seguridad de la puerta.

De acuerdo al medio TODAY, el repartidor de delivery tenía órdenes de arresto pendientes, por lo que fue aprehendido en una parada de tráfico por el oficial en cuestión.

Los usuarios de las redes sociales aplaudieron la actitud honesta del policía de tomar el pedido y llevarlo directamente a la puerta de la mujer, pues podría haber actuado como si no fuera asunto suyo. Sin lugar a dudas, fue un reparto muy especial.

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En 1973, existió una mujer a la que llamaron “monstruo”. Su nombre es Ingrid Olderock, agente de la Dirección de Inteligencia Nacional de Chile (DINA). Ella pertenecía a la policía secreta que se creó durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Y que realizaba actividades clandestinas, como adiestrar a perros para cometer violaciones sexuales a opositoras del gobierno, descabelladamente una tarea fascinante para Ingrid Olderock.

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