¿Sabías que cada vez que das gracias estás catalizando neurotransmisores que mejoran tu estado de ánimo y te hacen sentir feliz por dentro?
¿Sabías que cada vez que das gracias estás catalizando neurotransmisores que mejoran tu estado de ánimo y te hacen sentir feliz por dentro?
Lorena Saavedra Guembes
Lorena Saavedra Guembes

En líneas generales, todos deseamos tener una vida feliz, estar rodeados de una familia y los amigos maravillosos, gozar de estabilidad financiera y una salud inquebrantable. Pero, en esta búsqueda indefinida de la , que mayormente se ve como un espejismo, ¿con qué frecuencia dedicamos un minuto a agradecer por lo que ya tenemos en este mismo momento?

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La rama contemporánea de la psicología, conocida como ‘psicología positiva, cuenta con una gran cantidad de investigaciones clínicas que sugieren que la práctica de expresar gratitud tiene efectos duraderos y extraordinarios en la vida de una persona.

De hecho, la conceptualización de esta práctica está siendo utilizada como alternativa en el manejo de enfermedades de la salud mental derivadas de la depresión y ansiedad.

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¿Qué pasa en el cerebro cuando somos agradecidos?

El dar gracias produce una sensación de felicidad y satisfacción duradera, cuya base fisiológica se encuentra en el nivel de los neurotransmisores.

Cuando expresamos gratitud y recibimos gratitud, nuestro cerebro libera dopamina, serotonina y noradrenalina, estos son los neurotransmisores que controlan nuestras emociones, ansiedad y respuestas inmediatas al estrés.

Nuestro cerebro automáticamente direcciona la atención a lo que tenemos, lo que produce una motivación intrínseca y una fuerte conciencia y atención al presente.

Al practicar la gratitud regularmente, podemos ayudar a que estas vías neuronales se fortalezcan y, en última instancia, creen una naturaleza positiva permanente dentro de nosotros mismos.

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Todo está en el poder de la intención

Hay que recalcar que, aunque aparente sencillo dar gracias por las cosas, situaciones, y la gente que esta a nuestro alrededor, el verdadero reto se enfrenta cuando hay que establecer la intención detrás del agradecimiento.

Este proceso de tener la voluntad de dar gracias invita también a ser agradecidos por los recuerdos dolorosos y las situaciones complicadas.

Por ejemplo: Para muchos no tendría sentido dar gracias por los momentos de dolor en conexión con los desafíos relacionados con la pandemia y el Covid-19; sin embargo, la práctica de la gratitud fomenta las habilidades saludables de afrontamiento y mejora nuestra capacidad de recuperación emocional, desarrollando nuestra fuerza interior para combatir situaciones estresantes.

La gratitud en momentos de duelo y dolor puede que no proporcione un alivio instantáneo, pero nos devuelve la sensación de control y auto poder.

Terapias contemplativas y gratitud

En la era de Post-Covid en la que todos estamos viviendo una vida apresurada, llena de miedo, dolor, sufrimiento, dificultades, agitación, decepción y remordimientos un simple gesto de agradecimiento podría estimular el sentirnos valorados y que tenemos el derecho de existencia en la tierra.

Prácticas Diarias:

• Pausa consciente y control de la respiración: tómate unos momentos, donde estés y en lo que estés haciendo, para hacer una pausa y respira profundamente. Esto permitirá que tu mente se calme, se recupere, te sientas más relajado y conectado contigo mismo.

• Lista de agradecimiento: después de que te hayas relajado y conectado contigo mismo, haz una lista de todas aquellas personas que te ofrecieron apoyo cuando más lo has necesitado. Pueden ser situaciones recientes y del pasado. Los efectos de la gratitud no tienen tiempo ni espacio. Mientras escribes, trata de sentir el agradecimiento en el centro de corazón.

• Contemplación de acción de gracias: una vez que hayas terminado con tu lista, mírala y léela en silencio durante unos minutos y observa cómo el contemplar lo que has escrito te hace sentir más agradecido por el presente en que estás viviendo. Cuando meditamos centrados en agradecimiento nuestra fortaleza interior empieza a acentuarse y comenzamos a sentirnos más seguros de nosotros mismos, ganando fuerza para combatir el estrés.

Recuerda que la gratitud no es una inclinación natural y requiere tiempo, esfuerzo y disciplina. Esta práctica ciertamente te recordará las muchas razones por las que puedes estar agradecido y es en definitiva es una forma de vida que vale la pena.

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