Luego de ver cómo Detroit inauguraba el calendario de los salones automotrices, Chicago abrió sus puertas para lo mejor de la industria estadounidense y del resto del mundo. A diferencia de otros años, en que hubo interés por los vehículos eléctricos, se notó ahora un gran impulso por las unidades grandes, aunque con motores más eficientes.
Entre las marcas que destacaron con lanzamientos en esta exhibición estuvieron Ford, Dodge, Toyota, Audi y Hyundai.