“El internado: las cumbres”: nuestra crítica a la segunda temporada de la serie

Escena de la segunda temporada de "El Intenado: las cumbres".

El Internado: las cumbres

☆☆☆☆☆

2022

Amazon Prime Video

Director:

Laura Belloso

Actores:

Asia Ortega, Daniela Rubio , Ramiro Blas, Claudia Riera

Género:

Suspenso

Duración:

50 minutos

Clasificación:

16 años

Patricia Castañeda Alva

07/04/2022 19H34

La ficción original de Amazon Prime Video “El internado: las cumbres” tenía una valla muy alta que alcanzar. La ficción en la que está inspirada “El Internado: laguna negra” no solo lanzó a la fama a actores de la talla de Blanca Suarez o Yon Gonzalez sino que se convirtió en una de las series juveniles más exitosas de España. El reboot de Amazon logra con una historia distinta pero llena de misterio y thriller atraer al televidente, pero sin superar a su antecesora.

La segunda temporada de “El internado: las cumbres” inicia con la huida de Adele (Daniela Rubio) tras caer “el nido de cuervos”, una logia que aparentemente está asesinando a niñas y que tiene intereses oscuros aún no revelados.

Esta temporada, a diferencia de la primera, empieza con bastante rapidez; pues en la anterior, Laura Belloso y Asier Andueza (las directoras) se centraron más en el desarrollo de los personajes. En esta nueva entrega, se intenta revelar todos los secretos de los protagonistas, sin mostrar mucha profundidad. Al parecer, el objetivo de Belloso y Andueza era mostrar quién es el verdadero villano de la historia de una vez y sin muchos rodeos.

Lo bueno

El casting sigue siendo lo mejor de la ficción española. Los más jóvenes del elenco logran convencer a los televidentes con sus actuaciones. Asia Ortega (Amaia) y Claudia Riera (Inés) son lo más destacable de la serie. Además, el ingreso a esta segunda temporada de Clara Galle en el papel de Eva le da un aire fresco, pues la actriz de “A través de mi ventana” combina muy bien la locura de su personaje con su natural sutileza.

En cuanto al elenco adulto de la serie, el argentino Ramiro Blas sigue haciendo un magnífico trabajo como Darío. Por su parte, Natalia Dicenta tampoco se queda atrás, pues en esta temporada, logramos conocer algunos de sus miedos y cómo estos pueden sabotearla.

Lo malo

El guion continúa, como en la primera temporada, abarcando mucho sin tener la profundidad necesaria. Salvo algunas excepciones como la historia de la directora Mara (Natalia Dicenta) o de las alumnas Amaia (Asia Ortega) e Inés (Claudia Riera), no se logra mostrar los conflictos internos de los personajes; sino solo son tocados de forma superficial. En este caso, es más notorio la falta del desarrollo de personajes que en la primera temporada.

Además, hay momentos en los que la historia corre y no permite que el televidente asimile lo que está observando. Demasiada información de manera superficial. La serie intenta mostrar que todo lo malo que está pasando es a raíz de la búsqueda de lo imposible: la vida eterna.

Hay personajes que desean tener una eternidad y están dispuestos a todo para lograrlo. Sin embargo, esto podría haberse manejado de una manera, es decir, dosificar el contenido para tener un mayor impacto y no sentir que hay personajes que están de relleno.

Otro punto de mejora del guion podría ser: tener una mejor documentación. Por poner un ejemplo, en una de las escenas vemos cómo Adele (Daniela Rubio) logra escapar de un lugar en el que ha sido prisionera de una forma muy sencilla. Entonces, es inevitable no preguntarse: ¿Por qué no escapó Manu (Carlos Alcaide) del lugar en dónde ha estado prisionero si al parecer era sencillo?

Toda una temporada el tema principal ha sido su búsqueda y parece increíble que movimiento algunas piezas podría haber escapado. Y así como este, hay otros ejemplos que quedan expuestos y será el público el que se de cuenta. Si bien los guionistas son los creativos, el rol de confirmar que lo que se muestre en pantallas se vea o al menos parezca real, es el trabajo de los documentalistas que deberían aconsejar y buscar alternativas cuando la historia no es realista.

Veredicto

¿Vale la pena ver la segunda temporada de la serie “El internado: las cumbres”? Sí. Es una serie entretenida que logra que los televidentes disfruten de la historia y sientan un ligero escalofrío con lo que verán. Si bien tiene algunos puntos que podría mejorar, es una ficción con la que es fácil engancharse. Además, como se mencionó líneas arriba, los jóvenes talentos son capaces de generar empatía en los televidentes. Esperemos pronto tengamos noticias de una tercera temporada.