Han pasado cerca de 8 aos desde que su restaurante termin en ruinas frente a la agitada Reserva Nacional de Paracas. Yolanda Nolasco, duea del restaurante El Delfn Dorado, vio cmo la inversin de su familia se destruy en los 2 minutos y 55 segundos que dur el terremoto de Pisco, el 15 de agosto del 2007. Poco a poco, prestndonos del banco, pudimos reconstruir nuestro negocio, pensando en el futuro, dice.
Esto lo cuenta ahora en Lima. A su lado hay otros dueos de restaurantes, representantes de agencias de turismo, pescadores, artesanos. Todos se turnan el uso de la palabra para denunciar algo a lo que no encuentran sentido: la industrializacin del puerto general San Martn en la baha turstica en donde viven y trabajan.
La semana pasada, ellos y el director ejecutivo de la ONG Mundo Azul, Stefan Austermhle, expresaron su preocupacin porque sealan que el crecimiento del puerto significar, por ejemplo, un dragado de arena del fondo del mar, que cuenta actualmente con solo diez metros de profundidad.
Se necesitan 16 metros para que puedan ingresar las embarcaciones que todo gran puerto recibe. Para esto se debern retirar 2700.000 metros cbicos de barro, cantidad que puede completar dos veces el Estadio Nacional, dice Austermhle.
El representante de la ONG Mundo Azul comenta que el desplazamiento de esta arena crear una nube que oscurecer la baha. Esto dejar sin oxgeno el agua y conducir a la muerte de las especies. Los maricultores sern los primeros afectados, indica.
David Simon, gerente general del Terminal Portuario Paracas la empresa que gan la concesin del puerto general San Martn asegura que existe una desinformacin en el pueblo que cree que se solucionar en los prximos meses.
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