Pobladores acusados de asesinato están desaparecidos [CRÓNICA]

Juana Salinas es una de las pocas personas que andan tristes por Huamachuco. El pueblo andino de la regin La Libertad est de fiesta, pues celebra 462 aos de fundacin, pero el corazn de ella sufre.

Con sus cuarteadas manos, la mujer se aferra a una foto del segundo de sus cinco hijos: Jaime Pizn Salinas. l est implicado en el asesinato de dos ronderos ocurrido el 14 de mayo en el casero de Aricapampa, pero lo peor para ella es que Jaime lleva ya tres meses desaparecido desde el da del crimen.

Juana tiene dos hiptesis sobre lo que le habra pasado a su hijo. La primera es que permanece secuestrado por las rondas campesinas de Cochorco, distrito al que pertenece Aricapampa. La segunda es que fue asesinado por los mismos ronderos, que vengaron con sangre la muerte de sus compaeros.

Exijo justicia. Busco a mi hijo desde hace 90 das y nadie ha podido responderme dnde est. Hasta me han dicho que ha sido descuartizado por las rondas de la zona, pero yo quiero seguir creyendo que est vivo, pues es inocente, dice Juana, de 51 aos.

Jaime Pizn no desapareci solo el 14 de mayo. Desde hace 94 das tampoco se conoce en qu lugar de Huamachuco se encuentran Aladino Yupanqui Araujo, Santos Roncal Villanueva y Jonathan Layza Crdenas, tres de sus presuntos cmplices en el homicidio de los ronderos.

Sobre ellos tambin la gente rumorea que la venganza de las rondas los condujo a la muerte o que estn secuestrados en algn cerro inhspito de la sierra libertea.

JUEVES SANGRIENTO La desaparicin de Jaime Pizn (31), Aladino Yupanqui (28), Santos Roncal (28) y Jonathan Layza data del 14 de mayo. Ese jueves, a la 1:30 a.m., Jaime Infantes Trujillo y Pedro Layza Briceo, dirigentes de las rondas campesinas de Cochorco, fueron asesinados en la plaza principal de Aricapampa. El primero recibi tres balazos; y el segundo, uno.

El autor de los cuatro disparos fue un sujeto que baj de un vehculo proveniente de Pataz, otra lejana provincia de La Libertad. El asesino descerraj su arma tras ser obligado por Jaime Infantes a detenerse. Horas antes, el dirigente fue advertido de que en una camioneta escapaban seis delincuentes que haban asaltado una empresa minera.

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