Cerca del 80% de niños atendidos por tuberculosis en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) fueron contagiados por un familiar adulto que padece el mal sin tratamiento, reveló Hernán del Castillo, coordinador de la Estrategia de Tuberculosis de ese centro especializado del Ministerio de Salud (Minsa).
Indicó que cada año se atiende en el INSN a un promedio de 150 niños afectados con esta enfermedad. “Las tasas de recaídas son bajísimas. Lo más grave son los casos de Multidrogo Resistencia (MDR) porque la duración del tratamiento es de uno o dos años”, subrayó.
Explicó que en los niños las manifestaciones de la tuberculosis no son tan claras como en los adultos, al señalar que el menor no tose, no tiene fiebre y solo a veces un decaimiento que puede confundirse con cansancio.
IMPORTANCIA DEL DESPISTAJE “Por ese motivo es importante realizar el despistaje de los contactos con adultos que padecen de este mal, para identificar tanto a aquellos afectados por la tuberculosis sensible como por la resistente. En eso tenemos que ganar la batalla; de esa manera vamos a cortar el número de casos de niños afectados”, enfatizó Del Castillo.
Refirió que en los niños es muy difícil encontrar al bacilo de Koch y por eso la política de atención del Minsa, es reforzar en el diagnóstico utilizando pruebas de sensibilidad rápida como el “Genotype”, que en breve tiempo entrega los resultados.
PREVENCIÓN Del Castillo subrayó que los padres deben cumplir con una adecuada alimentación de sus hijos y ante la menor manifestación de problemas respiratorios, en especial si duran dos semanas o más, deben llevar al niño a un despistaje de la enfermedad.
“Lo primero es la prevención y luego hacer el despistaje a toda persona que tenga tos con flema por más de 15 días. El paciente sintomático respiratorio debe acudir al establecimiento de salud más cercano para identificar si se trata de tuberculosis”, anotó.