Aunque reconoció que la construcción del túnel que interconectará a los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho beneficiará a la ciudad, el alcalde del primer distrito, Enrique Peramás, consideró la obra perjudica a los vecinos de su jurisdicción.
Según comentó, cuando se inició la construcción en el 2010, varias viviendas de la urbanización La Huerta resultaron afectadas y los vecinos no podían dormir. Pero otro problema, una vez terminada la obra, será la congestión vehicular, aseveró el burgomaestre.
“Salir por prolongación Tacna para entrar al puente Santa Rosa puede demorar entre 30 a 40 minutos por el gran tráfico que hay. Con la construcción de esta obra, donde van a pasar cerca de un millón de personas de San Juan de Lurigancho, va a ocasionar el doble de tiempo con los daños y problemas para vecinos del Rímac”, señaló a Canal N esta mañana.
Ante ese panorama, expresó la necesidad de hacer obras complementarias, como un paso a desnivel y mejoras en las vías, para lo que pidió a la Municipalidad de Lima mayor dinamismo.
Para Peramás, el derrumbe producido ayer a pocos metros de la entrada del túnel San Martín, y el producido en febrero del 2011, “evidencia que falta un soporte técnico en la ejecución de la obra”.
Agregó que ha pedido una reunión con carácter de emergencia a la alcaldesa Susana Villarán para conocer qué acciones se tomarán y evitar mayores perjuicios a la tranquilidad e integridad de los vecinos del Rímac.