Dos barcos de guerra de 400 años de antigüedad que se hundieron en el océano Pacífico después de ser atacados por un almirante holandés y por piratas podrían volver a ver la luz si los investigadores en Perú consiguen recuperarlos del fondo del mar.

Detectores de metales, magnetómetros y memorias indican que los barcos, parte de una flota que defendió a la corona española cuando Perú era una colonia, se encuentran 150 kilómetros al sur de Lima, según reveló el investigador e historiados Jorge Ortiz el lunes.

SANTA ANA Y SAN FRANCISCO El Santa Ana y el San Francisco, que llevaban a más de 300 hombres, se hundieron en 1615 después de que el oficial de la Marina holandesa y pirata Joris Van Spilbergen los atacara durante la Guerra de los Ochenta Años o Guerra de Flandes entre España y las rebeldes provincias de los Países Bajos.

Tras la batalla en Perú, Van Spilbergen navegó hacia el norte y lanzó ataques en México y más tarde en las Filipinas.

Ortiz dijo que la recuperación de las embarcaciones servirá para conocer mejor la vida marítima durante el Virreinato de Perú, territorio que incluía a gran parte de Sudamérica.

Otros navíos del mismo período fueron destruidos por un terremoto y un tsunami en 1746.

MINISTERIO DE CULTURA APOYA El Ministerio de Cultura de Perú y la Sociedad Geográfica Nacional patrocinan las investigaciones. Ortiz dijo que probablemente podrían recuperar fragmentos de los barcos, artillería, munición, cristales y cerámicas pero no un tesoro hundido.

No hay oro ni plata, aseguró en referencia a las especulaciones sobre el posible tesoro que los barcos portaban. Pero hallaremos pruebas de incalculable valor sobre nuestra historia y nuestra cultura, refirió el investigador.

Tras una ardua batalla legal, España consiguió el derecho a recuperar un tesoro de monedas de oro encontrado en 2007 cerca de las costas de Portugal por una empresa de exploración estadounidense.

El Perú no logró recuperar una parte de ese tesoro pese a que las monedas fueron extraídas en minas de su territorio cuando todavía formaba parte del Imperio Español.