La policía confirmó a El Comercio que los asesinos del periodista Luis Choy Yin Sandoval, abatidos el martes en el interior de una vivienda de Comas, planeaban robar en un banco de ese distrito y, con el dinero del botín, fugar a Centroamérica.
Elizabeth Carmona, abogada de Carlos Alberto Timaná Copara –uno de los cuatro hampones detenidos en la incursión policial en la que se dio muerte a Lindomar Hernández Jiménez ‘Puerto Rico’ y a Édgar Lucano Rosas–, mostró un escrito en el que su defendido afirma no haber secuestrado a la familia de la dueña de la casa en donde fue detenido.
También acusó al capitán de la Policía Nacional Gabriel Fuertes Álvarez de formar parte de su banda y de haberlo apoyado en la fuga de la carceleta del penal de Lurigancho ocurrida el miércoles 12 de junio.
Hasta ahora, las investigaciones sobre la fuga han permitido descubrir que el auto que se le decomisó al ex policía Richard Clemente Tarazona Zambrano, otro de los cuatro detenidos en la operación del martes, en la que participaron agentes de la SUAT, fue usado en la fuga de los reclusos del penal de Lurigancho.
“ORDEN PARA CALLARLO” La familia de Lucano Rosas, abatido en el tiroteo de Comas, veló ayer su cadáver en el asentamiento humano Huáscar, en San Juan de Lurigancho. Una tía del delincuente denunció que él fue asesinado a pesar de que se había rendido. Dijo que había “una orden para callarlo por siempre”.
El fiscal Manuel Ganoza Zúñiga, a cargo de la investigación de los hechos del martes pasado, afirmó que se indagará sobre la muerte de los delincuentes y del supuesto secuestro de la familia Salazar, propietaria del inmueble en la que estos se escondían.
“El resultado de las investigaciones va a ser utilizado por el Poder Judicial cuando lo crea necesario”, detalló el fiscal Ganoza.