A Marco Arenas, quien asesinó a su madre María Castillo Gonzales, le gustaba grabar videos con mensajes de amor para Fernanda Lora Paz, quien también se encuentra presa por el cruel crimen de la empresaria el 5 de noviembre pasado.

Pero también grabó en audio una discusión con Castillo quince días antes de estrangularla para luego quemarla y abandonar el cadáver. El registro muestra la tensa relación entre madre e hijo por un tema central: Fernanda. Él la acusa de hablar mal de la joven con quien mantenía un romance, y eso no le gustaba.

“Ya me cansé de que hables mal, te expreses mal […] Igual hablas a espaldas mías y puedo comprobar muchas cosas y no quiero hacerlo […] Solo estoy cansado y no voy a permitir que vuelvas a hacer más cosas o a decir más cosas de Fernanda, cosas que no son […] ¿Por qué eres tan cínica, por qué hablas mal de las personas? De Fernanda por qué tienes que hablar mal”, se le escucha decir a Marco.

“¿De qué me estás hablando? ¿Qué yo hablé con ella? ¿Tú me has escuchado que hablo de ella? Ni la menciono para nada. […] Tú te la has agarrado conmigo”, respondió la empresaria.

HABLA DE VENTA DE DROGA En otro momento, él le dice a su madre que Fernanda lo ayudó a cambiar. “Qué bien que has cambiado, por eso me has agarrado la plata. ¿Y con qué plata has comprado las cosas que le has comprado? ¿Dinero de quién?”, le preguntó Castillo.

“¿Qué piensas, que la venta de drogas no da plata?”, replicó Marco advirtiendo que lo seguirá haciendo.

La madre, en todo momento, niega haber hablado mal de Lora y se expresa sorprendida por las acusaciones en su contra diciendo desconocer de qué le hablaba su hijo. En tanto, en otros videos para su enamorada, Marco pide perdón por discusiones y aparentes errores suyos en la relación.

Según reportó “Domingo al día”, unos treinta videos grabados con el celular de Marco se recuperaron de su computadora personal. Junto al audio difundido por el noticiero, son evaluados por el juzgado que investiga el caso.

NUEVA DECLARACIÓN Mañana lunes 16, Arenas realizará su declaración instructiva en el penal Ancón I, donde se encuentra recluido. Pero a través de una carta y su abogada Elizabeth Carmona, asegura que recibe amenazas contra su vida en el centro de reclusión, por lo que pide garantías para la diligencia.