JULIO TALLEDO VILELA

Las expresiones de fe que revelan los peregrinos del Señor Cautivo son tan sorprendentes como conmovedoras. Quizá habría que recibir un milagro de Cristo –como aseguran los devotos– para comprender las acciones que realizan a 214 km al noreste de Piura, en la frontera con Ecuador.

Según su procedencia, han caminado entre cinco días y tres meses para llegar a la Iglesia Nuestra Señora del Pilar –ubicada a casi 2.800 metros de altitud–, donde se conserva la venerada imagen. Llegan de todas las regiones del país, así como de ciudades de Chile, Ecuador y Colombia.

Las plantas de los pies de la mayoría de los caminantes sangran al arribar a Ayabaca. Han soportado hambre y frío, pero su fervor puede más. Niños, adultos y ancianos ingresan en la ciudad de rodillas, arrastrándose o cargando una pesada cruz de madera, en señal de penitencia o de agradecimiento por un milagro concedido. Los sacerdotes lo llaman religiosidad popular. Para los peregrinos, es cuestión de fe.

“Es un encuentro único de los fieles creyentes con el Señor”, asegura monseñor Daniel Turley, obispo de la Diócesis de Chulucanas.

De acuerdo con una leyenda, la imagen del Señor Cautivo de Ayabaca fue esculpida por ángeles en 1751. Si bien desde entonces se le atribuyen milagros, la peregrinación data de 1957, luego de que la imagen recorriera varias provincias de Piura en busca de fondos para reconstruir la iglesia de Ayabaca.

CIUDAD COLAPSADA Desde hace ocho años, Carlos Ramos inicia su peregrinación en el distrito piurano de La Arena. Su sacrificio es parte de una promesa de acción de gracias que le hizo al Cristo de las manos atadas, al cual le atribuye la sanación de su hermana.

Como él hay 70 mil creyentes que llegarán hasta hoy a la capital de la provincia más pobre de la región Piura, cuya población es de 40 mil habitantes. La Asociación de Hermandades del Señor Cautivo de Ayabaca de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes tiene registrados a 45 mil peregrinos. Los restantes son caminantes independientes.

“Nos alegra la creciente devoción, pero nos preocupa el colapso de la ciudad. No estamos preparados para albergar a tantos visitantes”, comenta Alfredo Flores, representante de la Oficina de Turismo de la Municipalidad Provincial de Ayabaca.

FERVOR POPULAR Hoy es la fecha central de la festividad del Cristo Cautivo. A las 10 de la mañana se celebrará una misa en la Plaza de Armas de Ayabaca.

La oferta de alojamiento es escasa. Apenas hay dos hoteles y seis hospedajes que, en su conjunto, no tienen siquiera 300 camas.