Los ronderos de Cajamarca han encontrado una nueva forma de castigo para los ladrones, una más dolorosa y que tiene el objetivo de darles una contundente lección: la lluvia de latigazos.
Según informó el noticiero “El menú del día”, dos hombres y una mujer fueron sometidos a este castigo, en el que tenían que pasar en medio de dos filas de campesinos provistos de látigos, con los que eran golpeados.
A uno de los hampones, identificado como Richard Gamarra ‘Gorgojo’, lo obligaron a irse de la ciudad por ser reincidente y lo amenazaron con quemarlo si no se iba.